La cuidada propuesta de esta casa de té la hace ostentar un buen renombre; a pedido de sus clientes, sumará una opción para disfrutar de los mediodías de domingos y algunos feriados.

Morada Mía se ganó una muy buena reputación como salón de té y va por más: ahora los domingos (y algunos feriados) ofrecerá almuerzos de campo. Un paseo ideal para estar en contacto con la naturaleza sin tener que alejarse más de 38 kilómetros de Montevideo.

Ubicada en la localidad canaria de Sauce, la casa construida en barro está enclavada en un predio de tres hectáreas, al abrigo del monte y un cañaveral, con vista a un picadero donde pueden verse los animales del Centro de desarrollo personal asistido con caballos que funciona en su predio.

Los almuerzos ($ 1.100) son la nueva opción para disfrutar de Morada Mía. Cuatro pasos conforman su propuesta dominguera —aperitivo, entrada, plato principal y postre— que incluye bebidas (vino, agua o bebidas saborizadas, no refrescos). Pinchos tibios con queso en finas hierbas, bocaditos de jamón crudo, rúcula, y parmesano o una tabla de paté vegetal son los abreboca. Soufflé de espinacas y queso de cabra constituyen la entrada y cerdo braseado con vegetales es el plato principal. A la hora de los dulces, la vedette es tatin de fruta con crema helada.

El menú de autor siempre puede sorprender y variar, porque Alejandra Silva, su directora, aprovecha los frutos de estación, muchos de los cuales cultiva en una generosa huerta.

Quienes deseen extender su estadía pueden quedarse a la hora de la merienda, que además de bebidas (tés varios, café especiado y chai con clavo, canela, y cardamomo) deleita con bizcochos de vainilla con glaseado de limón y amapolas, torta de naranja, pan de banana, amaranto y nuez y scones de la casa con lavanda. No faltan las preparaciones con chocolate.

Morada mía está en el kilómetro 7,100 de la ruta 107. Es imprescindible realizar reserva telefónica (091 993 284) para asegurarse un lugar. Un remanso ideal para hacer una pausa, degustar preparaciones caseras y disfrutar de una puesta de sol digna de una postal.

AFTER WORK