La gestión de proyectos a nivel mundial se basan hoy en el agilismo, que genera equipos más motivados y compañías más innovadoras.

Todos conocemos la manera tradicional de organizar un proyecto; suele ser un enfoque en fases, al principio planteamos el alcance y nos comprometemos a una fecha final. Luego los equipos atraviesan etapas sucesivas de análisis, construcción y puesta en producción. A menudo esa "cascada” genera frustración y el producto final no coincide con las expectativas del cliente. Por eso en el mundo hay una nueva forma de gestionar proyectos basada en el agilismo, que genera equipos más motivados y compañías más innovadoras. Prioriza a las personas por encima de los procesos, privilegia la colaboración con el cliente e intenta que haya respuesta activa al cambio antes que seguir un plan establecido.

El agilismo no es nuevo en Uruguay. Con un desarrollo sostenido desde 2008 tuvo un hito el año pasado con el evento Ágiles 2015. Así, la llegada de Kleer es un vigoroso apoyo a sus cimientos y una buena noticia para el movimiento ágil de nuestro país.

Kleer es una organización prestigiosa comprometida con la creación de ambientes humanos más conscientes. Tiene presencia directa en 6 países de América Latina: Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Perú y ahora Uruguay.

La entidad local, con oficinas en Montevideo, será liderada por el ingeniero Pablo Lischinsky. El objetivo de Kleer es acompañar a las organizaciones en su transformación hacia un nuevo contexto. "En Uruguay hay un grupo muy importante en torno a la comunidad ágil", comentó Pablo Lischinsky.

"Es un momento interesante de crecimiento y consolidación", destacó.

Ver más información en www.kleer.la.

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