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Un grupo canadiense da impulso a Trillonario

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Éxito. Para Pfeffer, la venta es una validación de su trabajo y que desde Uruguay se pueden hacer proyectos importantes para el mundo.
Larronda, Antonio

El grupo Legacy 8 Gaming cerró la compra en abril de este año y buscará potenciar a Trillonario en los mercados de América Latina y Europa Oriental

No estaba en sus planes al inicio del proyecto y no forma parte de su idiosincracia emprendedora; es un resultado al que llegó tras mucho empeño, pasión y esfuerzo diario.

El empresario tecnológico Ariel Pfeffer se desprendió de Trillonario, la empresa de venta de lotería online que fundó en 2005 y que desde abril está en manos del grupo inversor canadiense Legacy 8 Gaming, especializado en negocio del ámbito de juegos en línea.

Según explicó Pfeffer, que está en transición a retirarse de la compañía, el diferencial de Trillonario que atrajo a Legacy 8 Gaming radica en la fortaleza de negocio en América Latina, que representa un 40% del total. De todas formas, la compra permitirá que Trillonario siga creciendo y se expanda en la región y el Viejo Continente, agregó. «Europa debería representar más de lo que representa hoy en participación por zona. Tenemos un gran potencial en Europa Oriental, en países como Inglaterra, Alemania, República Checa».

Trillonario es la primera empresa que compra Legacy 8 Gaming. Esto traerá aparejada una inyección de recursos económicos muy importante para invertir en marketing y publicidad, «factores clave de crecimiento». Pfeffer estima que Trillonario no será la única, sino que el objetivo del grupo canadiense es seguir adquiriendo más compañías similares para potenciarlas y hacerlas crecer.

Para Pfeffer, la venta de Trillonario es una validación del trabajo realizado. «La empresa crece un 35% por año, ofrece las 22 mayores loterías del mundo, tiene presencia en unos 180 países y emplea a más de 100 personas (unas 80 en Uruguay). Pero aún más, es una demostración de que desde Uruguay se pueden hacer cosas para el mundo», remarcó.

De todas formas, el empresario sostuvo que pensar en una venta a la hora de crear un negocio «es un error». «No se debe armar una empresa para venderla; un negocio tiene que ser bueno por sí mismo, debe trascender a la vida de cada uno y, si resulta bueno, rentable y sano, la oportunidad de venderlo surge naturalmente», remarcó.

Si bien Pfeffer sigue al frente de la compañía provisoriamente, ya está en busca de nuevos proyectos. «Tengo mucha pasión por lo que hago y lejos de querer parar la actividad quiero hacer cada vez más. Estoy mirando muchas cosas, me interesa hacer algo regional y global, me seducen los negocios B2C (aquellos que basan su estrategia de venta de empresa a consumidor final) y proyectos donde pueda volcar acciones de marketing y publicidad».

En paralelo, continúa mirando y evaluando el mercado emprendedor donde posee inversiones.

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Éxito. Para Pfeffer, la venta es una validación de su trabajo y que desde Uruguay se pueden hacer proyectos importantes para el mundo.

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