La recuperación deportiva del Atlético Madrid hace florecer sus negocios y valor de marca

El Atlético Madrid ha recuperado la mística. Con el «Cholo» Simeone al timón, se ha consolidado como un equipo monolítico, armado a partir del esfuerzo solidario, la pelota quieta y un contragolpe efectivo. Con esa fórmula, los «rojiblancos» conquistaron el torneo español en 2015 y se catapultaron en Europa a su segunda final de Champions en tres años, otra vez frente al vecino rico, Real Madrid.

Pero el «Atleti» no solo ganó sobre el césped, sino también en los negocios. Actualmente, figura 15° en el Top 20 de los clubes con mayores ingresos del mundo. Según el informe Football Money League, de la consultora Deloitte, la entidad tuvo ingresos por 187 millones de euros en la temporada 2014/2015, un 10% más que un año antes.

Para Forbes, el Atlético es el 15° equipo de fútbol más valioso del planeta, con un valor de mercado cifrado en US$ 633 millones. Los derechos de transmisión son su principal fuente de ingresos (US$ 264 millones) mientras que los días de partido genera otros US$ 113 millones, a través de la venta de entradas, abonos y otros ítems, señala Forbes.

Los acuerdos comerciales son otra fuente de recursos importantes. Por esa vía, le ingresan US$ 171 millones al año. Uno de los socios estratégicos es Nike; la marca deportiva viste a los «colchoneros» desde 2001, un vínculo que se renovó en 2014 hasta 2026 por unos 200 millones de euros (a razón de 16 millones anuales), informó el sitio Marketing Deportivo MD.

La camiseta del «Atleti» es cara en términos de inversión para las marcas. El actual sponsor, el sitio de negociaciones online Plus 500, abona 11 millones de euros al año para salir en el pecho de Godín, Torres y compañía.

A la lista de patrocinadores se suman Coca-Cola, Huawei y Volkswagen, entre otras marcas atraídas por la fidelidad y masividad de la hinchada «colchonera». El Atlético es uno de los equipos más populares de España: incluso, entre sus hinchas figuran personalidades como Javier Bardem, Joaquín Sabina y Torrente, el inefable detective —por suerte, de ficción— interpretado en el cine por Santiago Segura.

La globalización del deporte y la llegada de referentes extranjeros a sus filas, entre ellos el capitán de Uruguay, Diego Godín, el goleador francés, Antoine Griezmann, y el propio Simeone, han servido para expandir la presencia del club fuera de España. Ese efecto se refleja en la cancha digital; en Twitter, 2,1 millones de followers siguen la cuenta oficial del club y en Facebook 12,7 millones de usuarios dieron «Me gusta» a su página.

Cuestionado por sus detractores por ser un equipo ultradefensivo en la cancha, en la tanda el Atlético no deja dudas sobre su juego creativo. «Hacer un anuncio para el Atlético Madrid es lo máximo en la profesión. Está Coca-Cola y el Atlético. A nivel internacional, respecto a los equipos de fútbol, es lo más grande que hay. Vas a Buenos Aires o a Londres y conocen la marca ‘Atlético’ gracias a las campañas», explicó Ángel Torres, creativo de la agencia Sra. Rushmore, a cargo de los avisos publicitarios del club, al diario Mundo Deportivo en 2014.

Ese gran potencial de marca no pasó desapercibido para el hombre más rico de China, Wang Jianlin, presidente del grupo Dalian Wanda, que desembolsó US$ 54 millones el año pasado para hacerse con el 20% de las acciones del Atlético Madrid.

Entretanto, Simeone y sus pupilos preparan la final del sábado 28 frente al Real. Por llegar al choque de Milán, el club se embolsó 47,5 millones de euros, y sumará otros 4,5 millones si levanta la «Orejona», un trofeo que no tiene en sus vitrinas. Cambiar la historia es cuestión de gloria y millones.

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