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El exceso de e-mails lo puede enfermar

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Trabajadores. Lo más nocivo no es el tiempo que les insume contestar correos, sino que padecen "estrés antiticipatorio". (Foto: Shutterstock)

Contestarlos fuera del horario de trabajo tiene efectos devastadores en la salud, según un estudio.

¿Alguna vez ha sentido que ya no puede descansar de su trabajo porque debe seguir respondiendo correos fuera del horario de oficina? Esto lo puede estar llevando a sufrir de fatiga emocional y de estrés crónico. Así lo señala el estudio «Exhausto, pero incapaz de desconectarme: el impacto de las expectativas organizacionales relacionadas con el correo electrónico en el balance entre la familia y el trabajo», liderado por Luiba Belkin, de la Universidad Lehigh, William Becker, del Virginia Tech, y Samantha Conroy, de la Universidad de Colorado.

Los investigadores recolectaron datos de 365 adultos en edad laboral. Descubrieron que contestar correos fuera del horario de trabajo tiene efectos devastadores en la salud: impacta los estados emocionales de los empleados y desemboca en que se sientan «quemados».

Este es el primer estudio que identifica el uso continuo de esta herramienta electrónica como un factor de estrés, junto con la presión, la sobrecarga de funciones y los conflictos interpersonales, expresó Luiba Belkin en una entrevista otorgada a «Science Daily».

Contestar correos electrónicos —dice el estudio— impide que el empleado recupere sus energías después de un día de trabajo. «Distanciarse mentalmente del entorno laboral se vincula con el bienestar del trabajador. Redunda, para ser específicos, en una mayor satisfacción con la vida, un menor desgaste y menores complicaciones de salud», indica el artículo académico.

«El correo electrónico inhibe el proceso de recuperación. Su accesibilidad contribuye a experimentar una sobrecarga laboral porque conlleva a que los empleados se mantengan atados al espacio laboral, es casi como si nunca lo hubieran abandonado», señalan los autores de la investigación.

También descubrieron que no es el tiempo que se consume en contestar correos lo que más afecta a los trabajadores, sino que esta herramienta los mantiene expectantes y les lleva a sufrir estrés anticipatorio. En otras palabras: viven angustiados, temerosos por los mensajes que podrían recibir.

Como dato curioso, el estrés anticipatorio tiende a ser mayor en aquellos individuos que quieren separar de forma rotunda el ámbito laboral del personal. Es que para este tipo de personas resulta más conflictivo tener que llevar a cabo una tarea propia de su lugar de trabajo durante horas de descanso.

Los investigadores recomiendan que no se impulse una cultura organizacional que promueva disponibilidad permanente, ya quepuede derivar en estrés crónico.

También sugieren que si es imposible eliminar la lectura de correos fuera de la oficina, los directivos pueden implementar «días libres de correos» o definir rangos de horas rotativos para revisar los mensajes después de la jornada. 

Consejos para administrar mejor la bandeja de entrada.

Para una gestión más eficiente de la bandeja de entrada de e-mails, los expertos sugieren responder los mensajes de manera corta. Si el trabajador puede hacerlo en la mismísima línea del asunto, mejor. También desaconsejan al trabajador enviar correos a personas que se encuentran próximas y sopesar si es mejor, y más eficiente, comunicar el mensaje por teléfono. Y para una mejor administración, recomiendan archivar los correos que se quieran guardar en una carpeta y eliminar los sonidos de alerta. (Fuente: El Tiempo / GDA) 

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Trabajadores. Lo más nocivo no es el tiempo que les insume contestar correos, sino que padecen "estrés antiticipatorio". (Foto: Shutterstock)

RR.HH.

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