Incubadoras, agencias de desarrollo, intendencias y universidades han creado un ecosistema que permite generar proyectos innovadores sin tener que radicarse en Montevideo.

«Morir en la capital». La tradicional frase que alude a tener que ir a Montevideo para llevar adelante proyectos o trámites importantes de a poco deja de tener sentido para el sector emprendedor.

«Casi no recibimos postulaciones de emprendedores del Interior, de unos 120 que llegan al año solo una o dos no pertenecen a Montevideo», aseguró Rafael García, director de Ingenio, la primera incubadora del país. A su entender, la explicación no es falta de interés sino que cada región tiene su espacio para impulsar emprendedores. «Incubadoras, intendencias, eventos como TEDx Durazno o Startup Weekend Punta del Este son fuertes dinamizadores», dijo.

Ese crecimiento se refleja en parte en la cantidad de proyectos financiados por instituciones como la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE). En 2016 la ANII aprobó 22 emprendimientos del interior del país, de los que 10 corresponden a Salto, siete a Canelones, tres a Artigas y uno a San José. Se trató de año de un crecimiento importante. Por ejemplo, de los 19 emprendimientos aprobados de la incubadora Gepian (Salto) desde 2013 a 2016, 12 son del año pasado. Algo similar ocurrió en la incubadora Khem (Canelones) donde, de los 12 aprobados en el período mencionado, siete fueron en 2016.

Un jugador importante en esta movida del Interior es la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), que comenzó su actividad en 2016. Ese año recibió 96 postulaciones desde fuera de Montevideo, de las que se aprobaron 12. El presente año, en su primera convocatoria se presentaron 80 y se aprobaron 14. En la segunda, que se acaba de cerrar, recibió 87 postulaciones del Interior que están en estudio.

Para Paola Rapetti, directora de la incubadora Sinergia, existe un antes y un después de la ANDE: «Antes de 2016, en nuestros llamados aparecían varios emprendedores del Interior, pero después que surgió la agencia disminuyeron». Que los emprendedores encuentren en sus locales las respuestas para emprender llevó a que Sinergia no esté evaluando instalarse fuera de Montevideo. «Lo que sí hacemos es apadrinar proyectos, asistir con experiencia para que consigan recursos en la capital», agregó. El hecho de que los proyectos se desarrollen en las localidades donde surgen es positivo para la zona, porque el emprendedor logra ver problemas que desde Montevideo no se identifican, opinó.

Uno de canalizadores de proyectos son las propias intendencias o agencias de desarrollo locales. Por ejemplo, en Paysandú se encuentra la Agencia de Desarrollo que trabaja en conjunto con el departamento de Promoción y Desarrollo de la Intendencia de ese departamento. Según la directora de esa área gubernamental, hoy existen 15 proyectos con alto componente innovador en la agencia.

Las incubadoras Gepian y Khem son referentes en sus localidades, así como StartUp Cowork Café (ex StarUpM3) en Punta del Este.

Gepian hizo su primera convocatoria en 2015 a la que se presentaron 130 emprendedores de la zona e incluso de Argentina, recordó Roxana Oliveri, su gerenta general. En promedio se han aprobado cinco por año y otras 13 han trabajado en la validación técnica y comercial, informó. Los proyectos son multipropósito, pero hay una clara tendencia industrial y de servicios, amplió. «El grueso es agroindustria; solo tres son del área tecnológica, pero vemos que crece, por ejemplo, la impresión 3D», puntualizó.

Khem, la incubadora para empresas de perfil biotecnológico, está instalada en el Polo Tecnológico de Pando. Hizo sus primeros llamados en 2015 y en ese año se aprobaron cuatro. En 2016 se presentaron 13 (quedaron tres) y este año respondieron 17 en la primera convocatoria, se eligieron cuatro y otros tres tienen potencial de entrar, indicó su gerente, Cristina Montero.

Por su parte, el espacio StartUp Cowork y Café de Punta del Este tomó la posta en esa zona con una fórmula de incubación propia y otra en una alianza firmada en abril con la incubadora da Vinci Labs, explicó la coordinadora Ana Inés Sánchez. «Hace tiempo que venimos trabajando propuestas de emprendedurismo porque hay mayor movida, muchos se acercan para ver cómo desarrollar la idea. Los que por perfil no entran con ellos los incubamos nosotros. En este caso, tenemos siete emprendimientos».

Las universidades son otros actores que no han querido quedar atrás. La ORT realiza charlas de sensibilización en diferentes departamentos y hace incubación remota de emprendimientos del interior, dijo Ana Laura Trías, coordinadora de comunicación del Centro de Innovación y Emprendimientos (CIE). Hoy ya están incubando un proyecto de Colonia.

Por su parte, la Universidad Católica a través de Nexo, su Centro de Desarrollo Emprendedor, también lleva adelante talleres de sensibilización además de incluir la materia Proyecto Emprendedor en sus carreras de la facultad de empresas en todo el país, indicó Catherine Krauss, directora de Nexo. Asimismo, en conjunto con las cámaras empresariales y las intendencias municipales dicta el taller Preparate para emprender. «Este trabajo ya dio sus frutos: actualmente tenemos cuatro proyectos en diferentes departamentos», graficó.

De esta forma, la consolidación de una red emprendedora en el Interior parece tomar forma y así quienes desean comenzar un negocio innovador en su localidad no necesitarán armar sus valijas con rumbo a la capital.

Antonio Larronda

INFORMEAntonio Larronda