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"Entregamos la vivienda con llave en mano"

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Gustavo Segovia

Con una operación global entoda América del Sur y oficinas propias en Panamá, Perú, Paraguay, Argentina y Uruguay, la empresa de trading de contenedores Multicontainer se posiciona como un referente en el mercado regional. Uno de las áreas que más crece en su negocio son las transformaciones de este tipo de estructuras en viviendas, oficinas y hoteles, que destacan por su precio, rapidez y durabilidad.

POR ELISA TUYARÉ - [email protected]

Con una licenciatura en Relaciones Internacionales y un máster en Comercio Internacional expedido por la Universidad Thunderbird de Arizona (EE.UU.), regresó a su país de origen para fundar una empresa de trading de contenedores para el mercado Latinoamericano: Multicontainer. El montevideano de 59 años tiene casi tres décadas de trayectoria en el mercado y sigue sorprendiéndose por las transformaciones que tienen los contenedores de uso doméstico, que van desde viviendas a oficinas y hoteles. Resalta la durabilidad, precio (US$ 700 el m2) y la rapidez de construcción de este tipo de estructuras, que según dice pueden resistir más que una casa tradicional. Está casado, tiene una hija de 15 años y disfruta del cine. Le gusta el fútbol y es hincha de Nacional.

¿Cómo inicia la empresa?

Nació en 1999 a partir de una experiencia personal. Yo empecé en la industria en EE.UU. al realizar una pasantía en una empresa que comercializaba contenedores, que hacía arriendos domésticos en San Francisco (California). Cuando la finalicé me ofrecieron trabajar full time. Con ellos me formé en la industria. De esto hace ya 30 años. Después trabajé para otra empresa de trading y finalmente me independicé. Al ver que había una oportunidad de un nicho de mercado que no estaba cubierto a nivel continental, largamos Multicontainer Uruguay.

¿Cómo fue evolucionando la empresa?

Desde el principio la idea fue operar a nivel continental, darle un toque internacional. Gracias a nuestra experiencia, fuimos mejorando de a poco y nos metimos de forma más doméstica en esos mercados en los que operábamos como mayoristas. Es decir, pasamos a lidiar con el cliente final, tanto de contenedores secos como refrigerados. Siempre quisimos que fuera una empresa internacional y lo logramos. En la actualidad, operamos en toda América del Sur y además tenemos oficinas propias en Panamá, Perú, Paraguay, Argentina y Uruguay.

¿Qué servicios brindan?

Hay dos tipos de contenedores: secos y refrigerados. Vienen en dos tamaños básicos de 20 o 40 pies, con 6 o 12 metros de largo y un ancho y alto estándar que ronda los 2,5 metros. A partir de esas medidas hacemos las transformaciones que sean. Los movemos, los reposicionamos, los cortamos. Para la Expoactiva de Mercedes presentamos una vivienda de 98 m2, que consistía en tres contenedores de 40 pies unidos, más algún deck añadido. La única limitante son los tamaños de los contenedores, pero partiendo de eso los hemos hecho de dos pisos, hoteles, complejos logísticos de oficinas, sala de reuniones y también vestuarios a partir de los secos. Estamos incursionando cada vez más en procesos de mayor valor agregado donde el contenedor deja de ser tal y pasa a transformarse en distintos usos. Lo mismo pasa con los refrigerados, dejan de usarse para carga internacional y pasan a ser cámaras frigoríficas de almacenaje estático.

¿Qué hoteles han realizado?

Hicimos uno en José Ignacio y un hostal en La Pedrera. Hay otros proyectos más elaborados que se están viendo para la zona de Colonia, pero todavía no lo tenemos definido.

¿Cuál es el tipo de uso más frecuente de los contenedores?

Hace casi 30 años que estoy en la industria y no dejo de sorprenderme. Todos los días tienen un uso nuevo. Pero en lo que refiere a la transformación, se utilizan sobre todo para vivienda y oficina móvil. Por otro lado, también se utiliza para todo lo que sea almacenaje en general.

¿Cómo funciona el proceso de adaptación de los contenedores?

En la gran mayoría de los casos son contenedores usados, entonces, hay que darle pintura antióxido para sacarle toda la corrosión. Después se asila, se reviste y queda como una casa tradicional. La aislación se puede hacer de dos maneras: con lana de vidrio o con poliuretano expandido. Para el revestimiento usamos melamínico y yeso. Eso es a gusto del cliente.

¿Este procedimiento resuelve el problema del frío y calor intenso propio de su material?

Se soluciona y queda totalmente asilado de las bajas y altas temperaturas.

¿Qué ventajas tienen este tipo de viviendas frente a las tradicionales?

El costo, la rapidez y que queda totalmente instalado. El cliente no tiene que estar preocupándose por nada; ni por las cargas sociales ni permisos. Eso corre todo por cuenta nuestra. Se la damos con llave en mano.

¿Cuánto sale el metro cuadrado?

Cuesta US$ 700 con todo incluido. Si (el cliente) tiene alguna especificación en concreto puede salir un poco más.

¿Dónde elaboran las estructuras?

Tenemos un taller en Camino Tomkinson y Ruta 1. Ahí hacemos todas las transformaciones que tengamos que hacer menos las uniones que se hacen in situ. Por ejemplo, si hacemos una vivienda u oficina con un contenedor de 20 o 40 pies queda todo preparado y terminado en nuestro propio taller. Para instalarlo en el territorio, se necesitan solo cuatro bases en cada uno de los vértices para que se apoye y listo.

¿Qué mantenimiento precisan?

Requiere un mantenimiento, en especial, de la parte externa. El gran condicionante es el movimiento de los contenedores y el salitre del mar, que lo van corroyendo. Una buena pasada de pintura cada tres o cuatro años y pronto.

¿Cuál es su ciclo de vida útil?

Puede durar más que una casa normal. Al estar estáticos, se evitan roces con la maquinaria y otros contenedores. Por otro lado, cuanto más lejos del mar estén, más durabilidad van a tener.

¿Cuál es el perfil del público que consume sus productos?

Tiende a ser un público joven, pero puede ir hasta los 60 años, que le importa la ecología y que quiere construir algo donde pueda usar su ingenio y creatividad a un costo razonable.

¿Las personas escogen este tipo de viviendas más allá del precio?

Siempre existió una traba mental con la que los trading de contenedores hemos tenido que luchar: «son chatarra, baratos», o mejor dicho «porque son chatarra son baratos». Creo que con el correr del tiempo la gente ha ido percibiendo la gran utilidad y durabilidad que demostraron que tienen. Me parece que la impresión que tiene el público del producto ha mejorado. En esto ha ayudado Internet. Uno ve en la web interesantes proyectos que se han realizado como el de un alojamiento en Ámsterdam de cinco pisos hecho de contenedores (N. de R.: Keetwonen es un barrio de Ámsterdam conocido por contar con el mayor número de contenedores del mundo y que es utilizado para albergar a estudiantes).

¿El factor ecológico impulsa la venta?

Nosotros le damos importancia al tema ecológico. Esto son contenedores reciclados que no se convierten en chatarra y, por ende, no contaminan el ambiente. En esta misma línea, tratamos de trabajar cada vez con más materiales que sean amigables con el medioambiente como las pinturas y los gases, entre otras.

¿Piensan expandirse a otros mercados?

Siempre está la idea latente. Creo que por el momento vamos a enfocar en dónde estamos y en tener una presencia más fuerte. En Argentina durante tres años no pudimos operar, porque el gobierno al mando anterior no permitía importar contenedores y estuvimos casi tres años parados en Argentina (N. de R.: por las medidas proteccionistas del gobierno de la expresidenta Cristina Fernández). Aprendimos mucho durante ese tiempo y estamos preparados para lanzarnos con más porte. Si bien antes estábamos ahí, trabajábamos únicamente a nivel mayorista. Ahora estamos instalados con dos oficinas en las que tenemos cuatro personas, más la gente que dirige desde acá. La cercanía y el tamaño lo hace un mercado importante y por tanto viajamos en forma asidua.

¿Cómo se diferencian de la competencia?

En los casi 18 años que llevamos siempre hemos tratando de hacer cosas novedosas. Ya hemos hecho hoteles, complejos logísticos y tratamos de mejorar de forma constante los elementos que utilizamos. Tenemos un grupo propio de arquitectos full time. Siempre estamos buscando algo novedoso, innovador en cuanto no solo al producto final que brindamos sino a los elementos que usamos para crear esos productos.

Uno de los pilares de Multicontainer es su gente. De los 25 empleados (en Uruguay) hay por lo menos cuatro que han hecho un máster trabajando acá y hay otro que está por terminarlo. Incentivamos mucho a los estudios y por eso pagamos la mitad del curso o posgrado.

¿Qué porción de mercado tiene Multicontainer?

Han salido bastantes competidores en los últimos tiempos. Por otro lado, creo que no hay muchas empresas como nosotros que estén en todos los rubros que estamos nosotros: contenedores secos, refrigerados, alquiler, venta, cámara de frío, hacer transformaciones... Yo creo que a esta altura puede ser que no seamos los número uno en cada una de las categorías existentes, pero sí estamos en el «top 3» de todos los rubros.

¿Qué porcentaje del negocio significan hoy las transformaciones?

Hoy en día las transformaciones sobrepasan la línea de negocio que se enfoca en carga. Digamos un 80% - 20%.

¿Cuáles son las tendencias que se avecinan?

Por un tema de costos y ecología creo que aumentarán los usos para el contenedor. Sobre todo en lo que refiere a viviendas y comodidades. No nos olvidemos que hay campamentos enteros, en los lugares más inhóspitos como puede ser la Cordillera de los Andes, donde las viviendas, entretenimiento y almacenaje de víveres son en base a contenedores.

¿Tienen algún proyecto en carpeta?

Nos gustaría hacer algún barrio todo de contenedores. Es un proyecto que tenemos a mediano plazo. Pero sin definir. Hemos estado reunidos con el Ministerio de Vivienda para ver las distintas posibilidades de qué podíamos hacer. Pero aún no hay nada en concreto.

«Somos mucho más que una empresa que transforma contenedores»

¿Cuál es la situación del negocio?, ¿qué variables afectan la rentabilidad?

Crecemos todos los años. En los últimos 10, aumentó la facturación más de un 200%. En cuanto a las variables que afectan a la rentabilidad, creo que lo que más influye son los altos costos operativos que tenemos en el país. A nosotros se nos complica un poco porque, de 35 empleados que tenemos, 24 están en Uruguay. Hay gente que trabaja en Montevideo, pero que lidia con el exterior, donde los costos operativos generales son más baratos que en el Uruguay. En ese aspecto, tenemos un desfasaje. Sin embargo, mientras podamos vamos a seguir operando de la misma manera.

¿Cómo visualiza el futuro de la empresa?

Somos mucho más que transformadores de vivienda. Hacemos casas y oficinas móviles tanto como venta y alquiler de contenedores. Los de cámara de frío son ítems muy importantes en Uruguay y en el resto de Sudamérica. A medida que se van desarrollando nuestras sociedades y economías, las personas se sofisticaban y piden más productos que requieren de una cadena de frío.

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Gustavo Segovia

GUSTAVO SEGOVIA - DIRECTOR DE MULTICONTAINER

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