La Universidad de Harvard tiene un gran peso en las mentes que hacen negocios.

Este año fue la mejor ponderada por The Alma Mater Index, el ranking de la revista Times Higher Education que clasifica las 100 mejores instituciones académicas del mundo en función del número de antiguos alumnos que ocupan el puesto de CEO en las 500 empresas con mayor cifra de facturación mundial (según datos de la revista Fortune). Además, la universidad tiene un departamento de investigación y un catálogo de publicaciones muy impresionante.

Fue aceptado en las tres universidades a las que aplicó (Harvard, Yale y Princeton). Era un rebelde: no asistía a las materias en que estaba matriculado, sino solo a aquellas en que no estaba anotado, según consigna el libro de Walter Isaacson Los innovadores. Los genios que inventaron el futuro. En su segundo año, en 1974, se propuso con su amigo Paul Allen no perderse de «la revolución de los computadores» y un año más tarde fundaron Microsoft. Dejó Harvard dos semestres antes de la graduación, pero en junio de 2007 recibió su título honorífico.

Se graduó como economista con honores y también con la más alta distinción del MBA. Su tutor de tesis, Larry Summers, la contrató como asistente de investigación en el Banco Mundial. Pero su carrera despegó en Silicon Valley. Tomó el puesto de directiva general de una unidad de negocio en Google. Si bien a priori el puesto no cumplía con sus criterios, el por entonces CEO, Eric Schmidt, la convenció con un consejo de carrera que ella enaltece en su famoso libro Lean In: «Si te ofrecen subirte a un cohete, no preguntes en qué asiento. ¡Solo súbete!».

CUADRO DE HONOR | Harvard