La argentina WeHaus se instaló en el país y ofrece sensores y medidores que automatizan el hogar.

Un sensor detectó un movimiento en la casa, automáticamente sacó una foto y la envió por e-mail al dueño. En otro hogar, al entrar y prender la luz del pasillo, se encendió la calefacción. «De la mano del Internet de las Cosas, la tendencia de los hogares inteligentes crece, y pronto, todo será manejable desde el celular. En unos años será como Internet, todos lo tendremos», aseguró Gastón Farías, CEO de WeHaus, firma argentina que ofrece una plataforma de hogar inteligente, que ya tiene presencia en España y desde hace seis meses en Uruguay, por intermedio del programa Softlanding de la ANII.

La empresa, que ofrece la posibilidad de manejar varias funciones hogareñas desde la web o el celular (posee app para Android e iOS), ya cuenta con 250 dispositivos conectados y ha procesado 4,5 millones de mensajes. La gran mayoría de los que eligen sus productos busca mejorar la eficiencia de consumo y seguridad, apuntó Farías. En Uruguay recién comienzan y el objetivo es culminar el año con 2.000 dispositivos instalados.

Si bien hoy la empresa vende al usuario final, su target son las firmas proveedoras de servicios como compañías de telecomunicaciones, electricidad, televisión por cable o seguros, «que desean ofrecer el hogar inteligente como un servicio de valor adicional a su oferta», explicó.

El corazón del sistema es un hub, que soporta hasta 50 puntos de conexión, que se une a la red WiFi del hogar y crea una nueva red inalámbrica ZigBee (protocolo similar al WiFi para sensores) para que se integren los productos. «Corre diferente al WiFi y es muy segura, tiene un grado de encriptación militar», detalló. ZigBee también es de bajo consumo, por ello las baterías de los productos tienen una duración mínima de un año. Al hub se pueden conectar cualquiera de los 21 productos que ofrece la firma entre sensores, lámparas, cámaras, enchufes, cerraduras.

WeHaus ofrece sus productos mediante un paquete inicial de US$ 150 que incluye el hub, un enchufe con capacidad de medición y un sensor de movimiento y temperatura (autoinstalables). Sumar otros artículos como sensores simples implica desembolsar entre US$ 40 y US$ 80 o incluso US$ 350 por una cerradura. Además, el sistema tiene un costo de US$ 10 por mes. La segunda opción es el paquete premium de US$ 1.500 que incluye 10 ítems, la instalación llave en mano y la cuota mensual de un año.

Según Farías, uno de los diferenciales de la propuesta es su motor de reglas para automatizar la casa. «Cualquier equipo que reporte una variable es un disparador de regla. Por ejemplo, ‘si hay un movimiento sacar una foto y enviarla por e-mail’, entre otros. En el kit básico se pueden hacer entre 30 y 40 configuraciones de reglas», aseguró.

Eso no es todo. El usuario puede programar para que le lleguen diversos datos como resúmenes por e-mail de cuántas veces se prendió y apagó un aparato conectado. A futuro, el objetivo es «dar más reportes e ir automatizándolos», puntualizó.

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