El sueldo de los entrenadores de los equipos que juegan la final de la Champions demuestran que no siempre calidad es mayor valor

Está por comprar un televisor? ¿Por cuál marca se inclina? Por ésta, por la otra. Claro, usted anda a los saltos de marca en marca, y ninguna se ajusta a sus deseos. «Grundig: Caro, pero el mejor».

Esa publicidad emitida en 1985 en Argentina no necesariamente tiene su correlato con lo sucedido en la UEFA Champions League, el torneo entre clubes más importante del mundo, cuya final de la edición número 61 disputarán mañana en el Stadio Giuseppe Meazza por un lado el Atlético Madrid de Diego Godín y, por otro, el Real Madrid de CR7, Bale y demás estrellas.

Por segunda vez en la historia, los dos equipos madrileños volverán a disputar una final de La Liga de Campeones, al igual que sucedió en la temporada 2013/14. En aquella oportunidad ganó el Real Madrid se hizo con la final al ganar 4-1 para conseguir «la décima».

Esta será también la segunda vez de la historia de la competición que reúna en la final de la copa a dos equipos de una misma ciudad.

Pero para llegar a una final por «la orejona», el paso anterior por el que todos los equipos deben pasar indefectiblemente es la «semi». Pep Guardiola con el Bayern de Munich, Manuel Pellegrini con el Manchester City, Diego Pablo Simeone con el Atlético de Madrid y el francés Zinedine Zidane con el Real Madrid fueron los cuatro entrenadores que llegaron a esa instancia.

Y hay una curiosidad en los banquillos para contar. Guardiola (desde la próxima temporada nuevo entrenador del Manchester City) llegó a la pelea con el Atlético Madrid por el pase a la final de la Champions con ingresos anuales de 16,5 millones de euros en el Bayern de Munich, cuatro millones más que el entrenador que le ganó en la cancha.

La otra semifinal, si la miramos con el prisma del recibo de sueldo de los dos técnicos, sonaba más devaluada. Mauricio Pellegrini, que dejó el traje de DT del Manchester City para que lo ocupe Pep, se fue del equipo de los «ciudadanos» recibiendo un sueldo de 5,2 millones de euros anuales.

Y lo curioso que se puede dar en esta final (incluso, hasta es una posibilidad muy cierta, y las apuestas así lo reflejan) es que el próximo campeón de la Champions de la vuelta olímpica mañana en Milano con un entrenador «barato».

Es que el francés Zinedine Zidane, al frente del equipo merengue, recibe «apenas» 2,5 millones de euros por temporada. Claro, partiendo de la base que reemplazó a medio camino de la competencia a Rafael Benítez, que tuvo una mitad de temporada paupérrima con el equipo merengue.

Esa semifinal que terminó 0 a 0 en Manchester y que el Madrid ganó de local uno a cero en el estadio Santiago Bernabeu (golazo de Bale) tuvo la característica de que las billeteras de los dos bancos no llegaban a los ocho dígitos, que sí superaron los dos entrenadores que empezaron a escribir la historia en el Vicente Calderón y la terminaron en el Allianz Arena de Munich.

Y para cerrar el cuento, otro de los hechos curiosos de esta final «madrileña» es que el técnico más barato entre los cuatro que llegaron a lo más alto de la Liga de Campeones pertenezca al club que por cuarta vez consecutiva sea nominado por Forbes como la entidad deportiva más valiosa del mundo. El club merengue tiene una valoración de US$ 3.645 millones, e ingresos por 694 millones verdes. Su adversario de mañana ni siquiera está en el top ten de valoración e ingresos, pero en silencio salió a buscar fondos en el mercado estadounidense y, paralelamente, se está haciendo del 35% del Lens de Francia.

El Cholo y Zizou jugarán su propio partido mañana. Hay diez millones de euros que separaron la billetera del argentino y el francés. Seguramente esa brecha se va a achicar en la próxima temporada, pero con ambas flechas hacia arriba, más allá del resultado en el Giuseppe Meazza. Es momento de deshojar la margarita frente al televisor: ¿caro o barato será el mejor?

* Periodista especializado en empresas y marketing deportivo.

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