Para el experto español, es necesario entender que la principal fuente de riqueza son las personas.

En la era del conocimiento, la principal fuente de riqueza es el talento de las personas. Y quienes lo poseen, sobre todo los jóvenes, viran su objetivo a aprender, realizarse, mientras que el dinero viene como resultado. Este cambio de paradigma es clave para entender qué hace felices a los trabajadores hoy y, por ende, captar y retener el talento, afirmó Borja Vilaseca, director del Máster de Desarrollo Humano y Liderazgo de la Universidad de Barcelona, quien participó el martes en Montevideo de la conferencia Inspírate.

Para el español, la felicidad en el trabajo no es otra cosa que estar bien con uno mismo. A modo de ejemplo, aseguró que los jóvenes ya no quieren que las empresas les marquen el ritmo de vida y no esperan que otros se hagan cargo de su vida (trabajo, salario, jubilación) sino que aprenden a resolver sus problemas. También valoran contratos flexibles donde no tengan que estar ocho horas. "En el mañana, los cargos que requieren estar en un mismo espacio físico serán los menos remunerados", aseguró. Pero eso no es todo. El joven es un trabajador que se inclina por compañías con valores, que coinciden con el sentido de su vida. "Así, cuando llega a su casa puede contar lo que hizo en su trabajo", señaló.

Vilaseca asegura que quienes se sientan realizados y escuchados, aprenden y tienen su espacio en su trabajo, son más productivos, creativos y agregan valor, "algo que no puedan hacer las máquinas mediante la robotización ni la digitalización".

Pero redefinir la cultura de una empresa no es fácil. La principal traba son los altos mandos, quienes llegan con una tradición financiera focalizada en obtener ganancias. Para Vilaseca, hay que concientizar que el dinero no debe ser el objetivo, y virar hacia una cultura de la "abundancia económica sostenible". "Es comprender que cuanto más se respete a todos, más personas querrán trabajar en la empresa, más se venderán los productos; es transformar clientes en fans. En el corto y mediano plazo llegará el momento de abundancia. El dinero es un indicador muy fiable del nuevo paradigma de empresa responsable", aseguró.

Ese cambio no es radical sino que, la mayoría de las veces, surge cuando el nivel de malestar e insatisfacción es mayor al miedo al cambio. "Las empresas cambian cuando buscaron todas las alternativas y los resultados económicos son insoportables", dijo. Pero asegura que una crisis supone una oportunidad cuando las empresas y quienes toman las decisiones logran «un profundo conocimiento interior y reconocen el propósito de su compañía». Para ello, se utilizan métodos como el coaching, el desarrollo personal y el autoconocimiento. "No es casualidad que los altos mandos tengan un coaching personal", amplió.

A modo de ejemplo, citó el caso del banco holandés Triodos Bank, que gira en torno a la banca ética y solo invierte en proyectos humanos. "No invierten en tabacaleras, armamento o transgénicos y se dieron cuenta que el mundo es global, hay muchos proyectos donde invertir y tener una rentabilidad". ¿El resultado? En España, en plena crisis bancaria, el negocio está en crecimiento.

Obtener un diagóstico "más psicológico" de la situación de la empresa es el primer paso para el cambio, dijo Borja Vilaseca. Para ello, el experto aplica encuestas anónimas a todos con preguntas "honestas" y "directas", para saber qué piensan y qué sienten sobre diferentes dimensiones de la empresa (cultural, relacional y personal). "Una vez hecho este diagnóstico es fácil encarar los problemas", dijo.

Luego, según sea el problema encontrado, se aplican herramientas de cambio personal como programación neurolengüística, constelaciones organizacionales, coaching (grupal e individual) y cursos a directivos "para que dejen de ser jefes y sean líderes".

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