La innovación constante manda y el proveedor Red Hat creció entre 20% y 30% en la región.

Cada vez más usuarios pueden utilizar, cambiar, mejorar software y redistribuirlo. Eso décadas atrás era un tabú, cuando los desarrollos eran guardados bajo siete llaves, pero hoy ya tiene nombre y apellido: se conoce como software de código abierto (u open source) y es implementado con total naturalidad por empresas como Oracle, IBM, HP y Microsoft. Esos grandes jugadores encontraron varias ventajas en esta nueva forma de creación con ayuda de la comunidad.

Prueba de ello es el anuncio de Microsoft el miércoles 4, cuando comunicó su acuerdo con Red Hat (proveedor mundial de soluciones de código abierto) para brindar Enterprise Linux o JBoss en el servicio de la nube Microsoft Azure.

La innovación constante (gracias de la mano de la comunidad y empresas) y la ventaja de no tener que pagar el costo de licencia por el uso, lo convierten en una alternativa tentadora para muchas empresas, aseguró Carla Marcelli, gerenta de territorio (Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay) de Red Hat.

«En época de reducción de costos, el open source es una alternativa válida, porque el costo de entrada es solo el de mantenimiento, que generalmente es entre 15% y 20% del valor de la licencia de un software», dijo la ejecutiva.

El crecimiento anual de entre 20% y 30% en la región (Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia) de Red Hat da cuenta de ello.

«Se ahorra mucho sobre todo en el inicio, en la adopción de tecnología, porque es cuando menos sabés y hay que invertir más en capacitación. Lo que no se paga en licencia se invierte en utilizarlo en adopción, aprendizaje e implementación de la tecnología», destacó. Marcelli entiende que además ha sido clave asegurar que exista un soporte detrás de un software open source. Ese es el papel que cumple su empresa: implementar, brindar soporte y hacer las actualizaciones.

Y como la «estrella» es el software y no quien da ese soporte, las compañías no están atadas a ninguna firma en particular. «Se pueden cambiar o dar de baja y seguir utilizando el software, porque es comunitario. Ahí es donde el modelo de negocio es imbatible. Lo uso y elijo qué empresa es la más experta en esa tecnología y me ayuda que sea más eficiente para los negocios», remarcó.

Las grandes compañías tecnológicas desarrollan proyectos en Linux o utilizan Openstack (proyecto de computación en la nube en base a software de código abierto) y muchas empresas e incluso los gobiernos lo emplean en muchas de sus actividades.

De hecho, los gobiernos han sido pioneros en adoptar software de código abierto, mientras que a nivel empresarial el sector tecnológico, telecomunicaciones y e-commerce van en la delantera porque necesitan estas metodologías ágiles para adaptarse rápido a los cambios del mercado. En tanto, la que más tarda es la industria bancaria porque es más tradicional, aunque en banca digital están animándose más a utilizarlo, afirmó.

Marcelli asegura además que una empresa no puede innovar tan rápido como la propia sociedad y esto plantea un gran desafío. «El futuro depende de quién colabora más con la comunidad, quién es más capaz de generar innovación sobre un producto y da mejor servicio al cliente», resaltó.

«¿Quién mejor que la comunidad para que pruebe la falla de seguridad en un sistema?», dijo Carla Marcelli, de Red Hat. A su juicio, no hay manera que una empresa a la interna desarrolle una forma de testear un producto igual que una versión comunitaria, que es usada por millones de personas. «La comunidad la detecta y la resuelve en forma inmediata. Si bien hay empresas que se dedican a resolver estos problemas, una empresa puede fallar, una comunidad lo descubre enseguida. Compartiendo, hay más innovación», aseguró.

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