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Uruguay es sexto en presión de los impuestos en la región

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Está arriba del promedio de América Latina pero por debajo de OCDE

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La presión impositiva en Uruguay cedió levemente en 2015 por segundo año consecutivo y se ubicó en 27% del Producto Interno Bruto (PIB). Esto es previo a la suba de tributos (Impuesto a la Renta de las Personas Físicas, Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas e Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social) que el gobierno dispuso desde este año.

En la región, Uruguay es uno de los países cuya presión fiscal es mayor al promedio de América Latina y el Caribe, aunque está por debajo del promedio de países nucleados en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Además, es el 6° con mayor presión tributaria en la región.

El informe anual "Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe" fue elaborado en conjunto por la OCDE, la Cepal, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT).

"La proporción tributaria en relación al PIB se mide como el recaudo tributario (incluidas las contribuciones a la seguridad social) como proporción del Producto Interno Bruto (PIB). La razón de impuestos y PIB varió ampliamente en la región, desde 12.4% en Guatemala a 38.6% en Cuba. Todos los países de América Latina y el Caribe tuvieron ingresos tributarios como proporción del PIB inferiores al promedio de la OCDE de 34.3%, con la excepción de Cuba", señaló el trabajo.

"Las proporciones más altas de ingresos tributarios respecto al PIB se dieron en Cuba (38.6%), Argentina (32.1%), y Brasil (32.0%). Los otros países cuyo recaudo tributario estuvo por encima del promedio fueron Barbadas, Trinidad y Tobago, Uruguay, Belice, Jamaica, Bolivia y Costa Rica", añadió.

En el caso de Uruguay, el informe muestra que la presión impositiva era del 19,6% del PIB en 1990. Ajustes fiscales mediante, fue en aumento en la década hasta 22% en 2001. Con la crisis de 2002, bajó a 21,1% y luego volvió a repuntar hasta 25,1% en 2006. En 2007 comenzó a regir la reforma tributaria (en el segundo semestre) y la presión fiscal bajó levemente a 24,9%. Posteriormente siguió la senda ascendente en 2010 con 26,1%, en 2011 con 26,5%, en 2012 con 26,8% hasta alcanzar el máximo en 2013 con 27,4%.

Allí, en un contexto de fuerte desaceleración de la economía, la presión fiscal bajó a 27,2% en 2014 y 27% en 2015.

¿Hay espacio para más presión tributaria?

Entrevistado la semana pasada en radio Oriental, el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori dijo que "la carga tributaria sobre la producción y los ingresos personales está en un límite que no conviene aumentar y que no debería ser necesario aumentar".

Al señalársele que no se descarta la posibilidad de algún otro aumento de impuestos (que no sean el IRPF o el IRAE), Astori respondió: "pero no de estos impuestos que pueden llegar a ser de impacto a esta altura negativo en el país".

Pero, ¿qué dice el informe de la OCDE, Cepal, BID y CIAT previo al ajuste fiscal?

"En general, los países de la OCDE tienen ingresos más altos que los países de América Latina y el Caribe y también recaudan más en impuestos. Argentina, Barbados, Brasil, Trinidad y Tobago y Uruguay muestran niveles de recaudo tributario similares a los de la OCDE pese a niveles de ingreso por debajo del promedio de países de la OCDE", indicó.

Sobre uno de los aspectos, que manejó Astori, es decir el IRPF, el estudio afirmó: "la proporción de ingresos del impuesto sobre la renta de personas sigue siendo baja en América Latina y el Caribe a pesar de las reformas implementadas por algunos países para expandir su base tributaria".

En ese sentido, explicó que "la cantidad de contribuyentes con obligación tributaria es baja en vista de los niveles de ingresos relativamente bajos de la región. Únicamente 10% de la población en América Latina es un contribuyente tributario registrado".

Agregó que "otros estudios atribuyen el bajo recaudo del impuesto a la renta de personas físicas a factores adicionales: una base imponible limitada de salarios, dados algunos beneficios otorgados a las rentas del capital, y altos niveles de evasión". De hecho, el BID estima que "más de la mitad del potencial de recaudación del impuesto se pierde a través de la evasión" en América Latina.

En el caso de Uruguay, la presión fiscal en renta de personas y utilidades era de 5,9% del PIB en 2015, por debajo del promedio regional de 6,2% y del promedio de la OCDE (de 11,6% de su PIB). De hecho, Uruguay es el 14° país de la región en presión fiscal a renta y utilidades.

Por su parte, en cuanto a contribuciones a la seguridad social el informe expresó que "Argentina, Brasil y Uruguay siguen un modelo en el cual los sistemas públicos y privados son complementarios. En estos tres países se han llevado a cabo sendas reformas para expandir la cobertura de los sistemas de seguridad social e incluir a los excluidos. Esto ha sido también un factor importante en el aumento del recaudo tributario".

La presión fiscal en Uruguay sobre la seguridad social era de 7,4% del PIB en 2015, casi el doble del promedio regional (3,8% del PIB), pero por debajo del promedio de OCDE (9,1%). Uruguay es el 3° con presión tributaria más alta sobre la seguridad social.

El reporte señaló que "los niveles de informalidad erosionan el recaudo tributario en los países de América Latina y el Caribe dado que reducen la base impositiva significativamente. En América Latina la tasa de informalidad fue alrededor de 55% en promedio en 2014. Bolivia, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú tienen las tasas de informalidad más altas, excediendo el 65%. Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay tienen tasas de informalidad inferiores al 40%.

En cuanto a la presión fiscal sobre bienes y servicios, Uruguay está alineado a la región y la OCDE, con 11,5% del PIB (era 11,2% el promedio regional y 11% el promedio de OCDE).

En Patrimonio por encima.

Algunos sectores del Frente Amplio quieren aumentar el impuesto al Patrimonio, pero en este caso, la presión fiscal de Uruguay ya está por encima del promedio de la región y de la OCDE. Según el estudio, en 2015 la presión fiscal sobre el patrimonio en Uruguay (incluye tributos municipales) alcanzaba a 2,1% del PIB, la tercera más alta de la región detrás de Argentina y Colombia. El promedio de presión fiscal sobre el patrimonio en América Latina y el Caribe era de 0,8% del PIB y el de los países de la OCDE de 1,9% del Producto.

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