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Salto de 75% interanual en pagos con tarjeta de débito

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En el semestre se disparó el número de operaciones con estos plásticos.

¿Cómo pagan los uruguayos por los bienes y servicios que compran? Cada vez menos con efectivo y otros medios físicos, que han dado paso a un mayor protagonismo de otros instrumentos, como tarjetas de débito o transferencias electrónicas.

La ley de Inclusión Financiera —aprobada por el Parlamento en 2014 y por estos días en el centro del debate dado que algunos colectivos críticos a ella buscan hacer prosperar un plebiscito para reformar la Constitución— fue el motor para que la forma de abonar en el país haya mutado de manera drástica en los últimos años.

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El reporte Sistema de Pagos Minorista sobre el primer semestre del año —divulgado ayer por el Banco Central (BCU)— da cuenta de esta transformación.

En el caso de las tarjetas de débito (uso como medio de pago y no de retiro de efectivo) muestra que entre enero y junio de este año la cantidad de plásticos de este tipo creció 8% frente al semestre anterior y 12% en términos interanuales, con lo que se llegó a 2,6 millones en la plaza local.

Los uruguayos, además, escuchan cada vez más la frase "pin y verde" que precede a la concreción de una compra por esta vía. La cantidad de operaciones con este tipo de instrumentos se expandió 33% en el semestre y 75% respecto a igual periodo del año previo (este último es el mayor salto interanual desde 2015). También aumentaron los montos operados con débito: 24% respecto a juliodiciembre y 54% frente a igual semestre de 2016.

Además, en la primera mitad de 2017 se calculó que, por primera vez, hay en promedio una tarjeta de débito por cada habitante mayor de 18 años.

Asimismo, el informe del BCU precisa que el Índice de Pagos Electrónicos vs. Tradicionales (IPET) fue 30 en el primer semestre; de esta manera, por cada $ 100 que se pagaron en efectivo en el semestre, otros $ 30 se destinaron a pagos electrónicos.

Durante estos seis meses también se redujo la brecha entre las tarjetas de débito y las de crédito: mientras que entre enero y junio de 2016 las operaciones con débito fueron la mitad que las de crédito, ahora esta proporción creció y las de débito representan un 71% del total operado con crédito.

"Al mantenerse razonablemente la tendencia creciente en el uso de las tarjetas de crédito, se puede interpretar que el aumento en el uso de las tarjetas de débito no fue en su totalidad una sustitución de estos instrumentos, sino que sugiere un menor uso del efectivo para las compras de bienes y servicios en nuestro país", indica el reporte.

Por el lado de las tarjetas de crédito, en tanto, su cantidad siguió creciendo en este semestre (5% interanual y 2% respecto al semestre previo). También aumentó su uso: la tasa de crecimiento de las transacciones realizadas se duplicó en el comparativo interanual, y los montos por operación subieron 12%.

Cheques y cajeros.

Otros instrumentos perdieron pisada. Este es el caso de los cheques, cuya información se extrae de la Cámara de Compensación Automatizada de Cheques. Su operativa siguió teniendo una tendencia decreciente. La cantidad total de cheques emitidos cayó 6,7% interanual y 7,14% frente al semestre anterior. Los montos, por su parte, se contrajeron 6,64% en términos constantes frente a igual periodo del año pasado.

"La disminución registrada en la utilización de cheques estaría asociada a un mayor empleo de medios de pago alternativos; en particular, el número total de transferencias bancarias registró un aumento pronunciado de 45% en comparación con igual período del año 2016", señala el estudio.

De todas maneras, se agrega que el rol del cheque dentro de los instrumentos de pago sigue siendo importante en Uruguay. "Esto se fundamenta probablemente en una estructura de costos operativos que continúa resultando menos gravosa para el usuario que otros instrumentos de pago alternativos, si bien se ha venido constatando una disminución gradual de los costos asociados a transferencias bancarias", explica.

También disminuyeron en el semestre los montos transados en cajeros automáticos y dispensadores de efectivo: 13% frente al semestre anterior y 19% interanual. Y, además, por primera vez se dio una caída interanual de la cantidad de retiros de pesos en cajeros y dispensadores: 2,4% frente al primer semestre de 2016.

Además, la red de retiros y depósitos tuvo una "insignificante caída" frente al semestre anterior (menor al 1%), con lo que se llegó a 659 cajeros en todo el país y 1.547 dispensadores de efectivo.

Las transferencias superan a los cheques.

El informe del BCU destaca que este semestre, por primera vez desde que se releva este tipo de información, el número de transferencias ha superado al de cheques liquidados (una brecha de 21%). "Esta presión al alza en las transferencias electrónicas permite visualizar los primeros resultados del proceso de inclusión financiera en relación a la sustitución en las preferencias de los agentes de los medios de pago tradicionales por los electrónicos", indica el estudio.

La cantidad de transferencias electrónicas que se procesan a través de la Cámara de Compensación Automatizada (CCA) se expandieron 39% en comparación al semestre previo y 118% en términos interanuales.

"Estos incrementos reflejan una gradual modificación en los hábitos de pago del sector corporativo así como del público en general, quienes se han inclinado hacia una mayor utilización de medios de pago electrónicos en detrimento del cheque y el efectivo", señala el informe.

La actividad de las instituciones emisoras de dinero electrónico (IEDE) creció en el semestre: 50% en la cantidad de usuarios frente al periodo julio-diciembre y 150% interanual. Su uso recorrió el mismo camino, y aumentó 147% en comparación con los mismos seis meses del año pasado en la cantidad de operaciones y 257% en el monto.

En tanto, los pagos móviles —aquellos que se hacen desde un dispositivo de esta naturaleza— experimentaron un aumento en la cantidad de operaciones de 72% interanual. "Estas modalidades cuentan con gran potencial de crecimiento en el país a raíz de la penetración de los dispositivos móviles en la vida cotidiana, sumado a un cambio de hábitos de pago en los usuarios", agrega el BCU.

Las redes de pagos y cobranza, por otra parte, siguen teniendo al efectivo como el medio de pago preferido por los clientes a la hora de abonar, que mantiene un 60% de participación en lo recaudado.

EL EFECTIVO PIERDE PROTAGONISMO

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