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La primera línea defensiva de la región ante shocks

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Alejandro Werner. Foto: Reuters
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, durante una conferencia de prensa en Montevideo, Uruguay. 6 de mayo 2013. La economía de México entra en un terreno difícil por los planes del gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, mientras que la actividad productiva de Brasil seguirá afectada este año por las consecuencias de la peor recesión de su historia, dijo el lunes el Fondo Monetario Internacional (FMI).REUTERS/Andres Stapff (URUGUAY - Tags: BUSINESS) - RTXZCL9 ECONOMIA-FMI-LATINOAMERICA
© Andres Stapff / Reuters

FMI sugiere utilizar el tipo de cambio flexible ante shocks provenientes y cambio en política en Estados Unidos.

La incertidumbre por posibles cambios en la política comercial y migratoria de Estados Unidos bajo Donald Trump hará que América Latina y el Caribe tengan en 2017 una recuperación económica "más floja" de lo previsto, de 1,2%, señaló ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El director del departamento del Hemisferio Occidental en el FMI, Alejandro Werner, dijo ayer en una conferencia de prensa que la entidad considera la posibilidad de un "endurecimiento de la política monetaria más rápido de lo previsto debido al fortalecimiento de la demanda interna y presiones inflacionarias".

Previamente, en el blog "Diálogo a fondo" del FMI, Werner escribió el análisis "Navegando las contracorrientes en la economía mundial: Perspectivas más recientes para América Latina y el Caribe" (que fue divulgado ayer).

"En medio de condiciones externas cada vez más volátiles, la flexibilidad cambiaria le ha reportado marcados beneficios a la región y debe seguir siendo la primera línea de defensa ante los shocks", sugirió Werner en el blog. "Los firmes marcos de política monetaria en la región sirven para limitar el efecto de traspaso de los tipos de cambio (suba del dólar) a los precios al consumidor", agregó.

Werner escribió que también son clave "las prácticas sólidas de gestión de riesgo y las políticas que facilitan el saneamiento de los balances corporativos" para "reducir las vulnerabilidades derivadas de las condiciones financieras mundiales menos favorables y las bruscas fluctuaciones de las monedas".

También señaló que "los países deben seguir recurriendo al espacio del que disponen para calibrar el ajuste fiscal, ya que se prevé que los precios de las materias primas continúen siendo bajos en comparación con sus niveles históricos, a pesar de su reciente repunte".

Añadió que "el ritmo de ajuste necesario dependerá de los niveles de deuda y las presiones del mercado".

Por último, sugirió a los países de la región que "aparte del ajuste en materia de política macroeconómica, las reformas estructurales —como la reducción de la informalidad y los trámites burocráticos, la mejora de la calidad de la infraestructura y el refuerzo de la educación y el Estado de derecho— son esenciales para apoyar el crecimiento a mediano plazo".

Efecto Trump.

Tanto en el blog como en la conferencia, Werner hizo mención a algunos países entre los que no estuvo Uruguay.

Así, el FMI considera la posibilidad de un "endurecimiento de la política monetaria más rápido de lo previsto debido al fortalecimiento de la demanda interna y presiones inflacionarias", dijo.

Sin embargo, persisten las incertezas ante la retirada de Estados Unidos de la Asociación Trans Pacífico (TPP) y el propósito adelantado por Trump de renegociar los términos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta por sus siglas en inglés), del que México forma parte.

Para Werner, la salida de Estados Unidos del TPP representa más la desaparición de elementos positivos que un impacto negativo en sí mismo, pero será necesario acompañar la situación del Nafta.

El mayor recorte de expectativa entre los principales actores de la región se verificó en México, donde el FMI prevé para 2017 un crecimiento de apenas 1,7%, siendo que en octubre esa expectativa había sido de 2,3%.

Brasil, en tanto, deberá crecer este año 0,2%, señaló el FMI, contra una expectativa que en octubre de 2016 de 0,5%, que "se fundamenta en la constatación de que el fin de 2016 fue más negativo de lo que esperábamos", explicó Werner.

En el caso de Argentina, el FMI prevé un crecimiento este año del 2,2%, de forma que revisó su previsión en medio punto menos. "Creemos que Argentina tiene que seguir moviéndose hacia un ámbito regulatorio, en la parte micro-económica, mucho más moderno, menos intervencionista, de mayor apertura", analizó el funcionario. Con información de AFP

En diciembre proyectó suba de 1,1% de Uruguay.

En su actualización de perspectivas regionales, el FMI no divulgó nuevos datos de Uruguay. La previsión más reciente del organismo es la de diciembre pasado, cuando una misión de técnicos visitó el país para hacer una evaluación anual de la economía —corresponde a todos los países miembros aunque no tengan deuda con el Fondo— y allí estimó un crecimiento de 1,1% para 2017. En la estimación previa tenía 1,2% de expansión. El FMI evaluó que Uruguay ha "resistido" a los vecinos.

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Alejandro Werner. Foto: Reuters

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