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Petroquímica de Ancap cerró planta y despidió personal

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La firma está ubicada cerca de Campana y funciona desde la década de 1960. Foto: Caboclor

Empresa estatal solicitó el concurso de Carboclor a fines del año pasado.

Carboclor, la golpeada empresa petroquímica argentina de la que Ancap es el mayor accionista, cerrará su planta próxima a Campana, en la provincia de Buenos Aires. Como consecuencia, más de un centenar de personas perderá su puesto de trabajo.

En una carta fechada el 29 de mayo y dirigida a la Comisión Nacional de Valores —Carboclor cotiza en bolsa y por eso debe informar allí acerca de decisiones de esta naturaleza— se indica que el directorio de la firma resolvió ese día comenzar "de forma inmediata un proceso de reestructuración". Esto es producto, agrega la misiva, de "la grave situación financiera" de la empresa.

La decisión responde a que "soluciones hasta hoy no han aparecido" y se trata de líneas de negocio "que dan pérdida", dijo una fuente de Ancap, que agregó que la medida es parte del "desarme" de Carboclor.

La petroquímica se había convertido en un dolor de cabeza para las autoridades de Ancap, propietaria a través de su firma Ancsol del 74,26% de la empresa instalada en el país vecino. El 25% restante está en manos de accionistas minoritarios, mediante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.

Los últimos días de diciembre se conoció que Ancap pediría el concurso preventivo de Carboclor. En ese momento, la petrolera estatal explicó que la firma había tenido pérdidas desde el ejercicio 2013 y un patrimonio neto negativo. Con esto se buscaba, según un comunicado divulgado en ese momento, "alternativas para viabilizar la continuidad operativa de la empresa".

Meses antes ya se habían empezado a manejar diferentes fórmulas para Carboclor. En septiembre del año pasado, la presidenta de Ancap, Marta Jara, había hablado acerca del futuro de Carboclor y de cómo se quería transferir la participación de la petrolera en la petroquímica argentina. "Puede ser una venta total, parcial, o una asociación", dijo la jerarca al programa En Perspectiva de radio Oriental. Esta iniciativa no llegó a buen puerto, dado que ninguno de los interesados avanzó en el proceso.

El rojo reina en los números de Carboclor en los últimos balances. De hecho, en 2016 tuvo su peor año desde que Ancap comenzó a operar la empresa en 2003: perdió US$ 18 millones. El arranque de 2017 no fue mucho mejor, y en el primer trimestre del año acumuló pérdidas por US$ 1,7 millones, según informó El Observador a principios de mayo. Por un desperfecto en la refinería que la dejó sin materia prima, la planta solamente estuvo funcionando entre el 13 de enero y el 23 de febrero de este año, lo que impactó en los volúmenes de producción obtenidos.

Ahora, con este telón de fondo, el directorio decidió cerrar las plantas de solventes oxigenados y solventes alifáticos y aromáticos que funcionan a la vera del río Paraná para "concentrarse en el negocio de almacenaje y logística asociado a la terminal portuaria". El texto —firmado por Mariana Trentin, gerente de administración y finanzas de Carboclor— menciona que esta medida "implica desvincular al personal afectado a las operaciones" de estas plantas que se cerrarán, pero no precisa cuántos trabajadores se verán afectados. Diferentes medios argentinos manejaron cifras que oscilan entre 120 y 150 personas. El personal despedido corresponde a aproximadamente tres cuartas partes de la planilla de Carboclor, precisó la fuente de Ancap.

Antecedente.

Este no es el primer movimiento que Ancap hace en suelo argentino este año. En febrero se supo que el 20% de la empresa PetroUruguay S.A., filial de la petrolera en el país fronterizo y ubicada en la provincia de Neuquén, había sido vendida a YPF por un monto de US$ 18 millones.

Ancap decidió desprenderse de esta compañía por una razón estratégica, explicó, ya que si bien en el yacimiento se había logrado "un buen resultado económico (cerró con utilidades de US$ 2 millones los últimos dos años)", no veía posible hacer frente a las inversiones que el gobierno argentino impulsaba en el yacimiento de Vaca Muerta.

Desde que Jara asumió, en marzo de 2016, los negocios de Ancap están bajo análisis. De este lado del Plata, en diciembre se conoció la absorción de CABA por parte de ALUR.

El norte: "sanear los negocios" que pierden.

Instalada a orillas del Río Paraná, Carboclor es una industria cuyos orígenes se remontan a la década de 1960. Ancap se cruzó en el camino de la petroquímica en el año 2003, cuando se hizo cargo de su operativa.

A fines de febrero, en diálogo con el diario La República, la presidenta de Ancap, Marta Jara, se había referido a la situación de la firma argentina.

"Se trabajó mucho para llevar a Carboclor a una situación financiera más sana, se recortaron muchos gastos y se hizo un cambio fuerte en la gestión, pero se llegó a la conclusión de que la mejor decisión era pedir un concurso preventivo y se está esperando que decrete la justicia argentina", dijo. Esto sucedió el 22 de febrero, cuando se autorizó la apertura del concurso preventivo que Ancap había pedido sobre fines de 2016.

En esa entrevista, la jerarca agregó que con este paso se marcaba "una voluntad de sanear los negocios que den pérdidas, Ancap no puede permitirse tener negocios que den pérdida". Además, la presidenta de Ancap precisó en aquella oportunidad cuál era la meta número uno de su gestión. "La prioridad es consolidar las finanzas de la empresa para asegurarnos que tenemos una plataforma sólida. Una vez que logremos eso el objetivo es poder volcar todas las eficiencias en el precio de los productos para que sean del menor costo posible, aseguró.

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La firma está ubicada cerca de Campana y funciona desde la década de 1960. Foto: Caboclor

DECISIÓN EN EL PAÍS VECINO

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