La crisis en Ucrania es una enorme distracción en los esfuerzos por reformar la economía de ese país y su colapso no le convendría a Rusia, dijo ayer la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

En una entrevista a la cadena MSNBC, Lagarde dijo que el apoyo financiero a Kiev depende de cuan estable sea la situación en el este de Ucrania, donde separatistas prorrusos se han enfrentado a fuerzas del Gobierno.

Aunque los actuales líderes de Ucrania "están realmente determinados a reformar la economía", dijo Lagarde, el conflicto en el este del país "ha sido una enorme distracción".

El mes pasado, Lagarde anunció que Ucrania recibiría cerca de 40.000 millones de dólares en financiamiento en los próximos cuatro años. Casi la mitad de esa cantidad provendría del FMI.

Pero esa ayuda y su impacto dependen en gran medida de cómo se resuelva la crisis por las acciones de Rusia en Ucrania, dijo.

"Con lo que estamos intentando ayudar a Ucrania es con una serie de reformas, un enorme apoyo financiero- pero todo eso va a depender de cómo se estabilice el este de Ucrania y como se libre la guerra y se detenga el conflicto", dijo Lagarde al programa "Morning Joe" de MNSBC.

Al ser consultada sobre el rol financiero de Rusia en Ucrania, Lagarde dijo que la situación de pagos por los suministros de gas ruso a Ucrania está "bastante bajo control".

Cualquier colapso económico de Ucrania no le convendría a Rusia, dijo, "debido a que es su proveedor, un acreedor y porque quiere obtener el pago y ser reembolsado al final del día".

Un acuerdo de cese al fuego entre Ucrania y los rebeldes entró en efecto el 15 de febrero, pero ambas partes se acusan mutuamente de violarlo.

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