El problema de la aplicación es que distrae a los trabajadores, tanto a quienes lo juegan como a las personas que están en su entorno laboral.

Según una encuesta de Randstad Chile a 184 ejecutivos de mando medio, el 54% de ellos cree que el juego tendrá una repercusión negativa en la productividad laboral de sus equipos.

"Más allá de los minutos que se le destine, sean 5 o 20, el principal problema es que saca de foco al trabajador, quien demora un tiempo en volver a conectarse con una tarea", explica David Castro, especialista en web y marketing digital de la consultora laboral.

Ahora bien, Daniel Halpern, académico e investigador de think tank de la UC Tren Digital, aclara que esta condición no es exclusiva del Pokémon Go. "Lo mismo se puede decir de Facebook, YouTube o incluso de las llamadas de teléfono. Todo es un elemento más de la distracción", explica. Por lo mismo, indica que las empresas debieran regular el uso de las tecnologías en la oficina.

El experto destaca que hay que considerar que dicho juego de realidad virtual no solo interrumpe las labores de quien lo utiliza, sino también de su entorno. "Se debe entender a las organizaciones como un sistema, entonces, si alguien pasa corriendo con un teléfono cazando pokemones, distrae a los demás", agrega.

Para Castro, la necesidad de moverse sería una de las razones por las que la aplicación no tendrá mucha penetración en las oficinas. Sin embargo, destaca que las compañías podrían aprovechar el interés que genera esta app. a su favor: "Se podría generar un programa, aplicando Pokémon Go, que refuerce las habilidades blandas de los empleados, como el trabajo en equipo y liderazgo. Sin embargo, debe ser bajo objetivos claros y métricas que permitan sacar conclusiones y obtener resultados".

El boom de Pokémon Go debiera durar dos semanas más, prevé Castro: "Como con todas las novedades tecnológicas, tiene fecha de vencimiento, sobre todo para aquellas personas que descargaron la aplicación solo por curiosidad, ante el escenario de expectación que había".

A su juicio, la aplicación Candy Crush es un buen ejemplo de lo que debiera pasar: "Cuando recién salió, la gente se amanecía jugando y llegaba con ojeras a la oficina; era una locura. Ahora queda una minoría".

Halpern advierte que el futuro de Pokémon Go va a depender de cómo evolucione. "Si queda como un juego, no tiene posibilidades de expansión, pero si se le ve como una plataforma, que integra elementos en función de las necesidades de la gente, como dar la posibilidad de relacionarte con otros, es probable que siga creciendo", concluye.

ENCUESTA EN CHILEEL MERCURIO/GDA