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Sistemas de jubilaciones y pensiones

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En los últimos días volvieron a la primera plana de temas relevantes los sistemas de jubilaciones y pensiones a partir del planteo de reformar la Caja Militar de parte del PE y la propuesta de reducción del haber jubilatorio y otros beneficios a jubilados de la caja de profesionales universitarios.

En el primer caso se habla de una asistencia millonaria de parte de Rentas Generales en tanto, en el segundo, de problemas financieros que enfrentará en no mucho tiempo según un estudio actuarial encargado por el propio instituto.

Reformas.

Tras los cambios introducidos por el acto institucional 9 (1979) y algunas modificaciones al mismo del Nº 13 (1982), con el retorno al orden democrático ya desde la segunda mitad de los 80 del siglo pasado, los dos primeros gobiernos intentaron sin éxito reformar el sistema general de jubilaciones y pensiones (BPS). Finalmente los esfuerzos cristalizaron en 1995 al inicio de la segunda presidencia del Dr. Sanguinetti. En ésta y la del Dr. Batlle se intentó reformar el resto de los sistemas jubilatorios, sin éxito salvo la Caja Notarial (2001) y la de Profesionales (2004). Con el advenimiento del Frente Amplio al gobierno, se "reforman" las cajas Policial, y Bancaria, al tiempo que se introducen cambios al régimen del BPS que precarizan sus finanzas —baja de la edad mínima, reducción de requisitos de años de trabajo, vuelta a la prueba testimonial, bonificaciones sin sentido, etc.—. El entrecomillado es porque desde mi punto de vista lo que se hicieron fueron parches de corto plazo (en términos de previsión social) pero no una reforma que dé sustentabilidad por, al menos, un lapso razonable.

Las variables claves de todo sistema previsional son, la edad y forma de cálculo del haber de retiro —conjuntamente con el mecanismo de actualización del mismo—, ambos en relación al tiempo esperado de sobrevida, independientemente del sistema que se adopte —capitalización individual o reparto—. Bajo un sistema de reparto, además, la relación activo-pasivo es la otra variable central.

En el mundo, los sistemas de jubilaciones y pensiones constituyen un problema para las finanzas públicas ya que, en mayor o menor medida todos los países tienen sistemas públicos de reparto. Uruguay no es la excepción, su principal fondo de retiro tiene un régimen mixto (reparto y capitalización), en tanto todos los restantes son de reparto puro.

Situación.

Los problemas individuales de cada fondo no son para tratar en este breve espacio, pero está claro que todos los casos requieren ajustes a efectos de mejorar sus finanzas. La Caja Militar no es la excepción, en tanto en la Caja Profesional llama la atención que existan beneficios por encima de los legales cuando se sabe que actuarialmente tiene problemas, la novedad sería que recién ahora nos hallamos percatado de los mismos, en un fondo que tiene 55.000 aportantes y 14.000 pasivos. Sería bueno saber cómo fue la votación cuando se concedieron dichos beneficios, en especial los representantes del PE (2 de los 7) y las razones por qué el PE no actuó conforme a lo que establece el art. 8 de la ley.

La Caja Bancaria tiene impuestos más altos sobre sus aportantes, uno especial, por fuera del IASS sobre las pasividades y otro que pagamos todos, un impuesto afectado votado en 2008 cuyo rendimiento es de US$ 51 millones al año. Son estos impuestos los que le permiten sobrevivir. Entonces tengamos claro, es la sociedad en su conjunto quien subsidia a una Caja que cuenta con 21.000 activos (eran 13.000 antes de la ley de 2008) y 16.250 pasivos.

La caja de profesionales también recibe impuestos de la sociedad, que representan casi el 40% de sus ingresos operativos, y eso es un subsidio que todos pagamos. A vía de ejemplo recetas de medicamentos, cirugías, partos, análisis de laboratorio, un impuesto sobre el patrimonio de las empresas, todo lleva un "timbre". Entonces, cada vez que vamos a la farmacia con una receta a comprar un remedio estamos aportando para financiar las jubilaciones de los profesionales, al igual que cada vez que presentamos una declaración jurada ante DGI / BPS , pedimos un certificado de estar al día y otras diversas situaciones cotidianas.

La Caja Notarial también es soportada en parte por impuestos que abonamos todos cada vez que recurrimos a los servicios de un escribano. En este caso, salvo que actúen profesionales muy destacados y en temas complejos, el impuesto es compartido con el profesional quien desde el punto de vista económico, paga parte del mismo.

Entonces, todos los fondos, BPS, policial, militar, bancario, notarial y profesional, son asistidos (subsidiados) por impuestos generales. Si uno lo está más que otro no es cuestión de valores absolutos, los datos deben ser tratados de manera justa, tomando en cuenta la relación activopasivo de cada fondo, el subsidio total vía impuestos, tasas, sobretasas de aportación y otros ingresos legalmente afectados, por fuera de los aportes personales, así como el monto del mismo en relación al haber que cobra el retirado.

Ciertamente, salvo los fondos policial y militar, el resto de las actividades no tienen características particulares y deberían estar todos regulados de igual manera en cuanto a edades y forma de cálculo —porcentaje y período a tener en cuenta— del haber de retiro. Dejo para la próxima las cifras relativas de los distintos fondos, al menos de los que podemos decir "no presentan" situaciones de tratamiento particular para hacer una evaluación más ajustada de los mismos.

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Foto: Pixabay

ISAAC ALFIE

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