Publicidad

Ser refinador local o importar destilados

Compartir esta noticia
La Teja: a mediados de febrero comenzó la parada técnica. Foto: Archivo
Chimenea largando llamarada, en la refinería de combustible de Ancap en La Teja, polución, contaminación, medio ambiente, ND 20120427, foto Leonardo Carreño
Archivo El País

Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Cuál es más digna acción del ánimo, sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta, u oponer los brazos a ese torrente de calamidades y darles fin con atrevida resistencia?Hamlet, William Shakespeare, ca.1600

Si bien no es comparable, esta duda trascendente que se formula el Príncipe de Dinamarca no es menos importante para la economía y calidad de vida de los uruguayos y la viabilidad competitiva de las empresas uruguayas, que plantear y resolver la cuestión anotada en el título de esta nota.

Sobreprecio.

El mercado interno y las zonas francas radicadas en el país, están pagando un sobreprecio sobre paridad de importación que se ubica anualmente en alrededor del 1% del PIB. Este número, que no es menor, amerita que se analicen en profundidad y a lo largo de toda la cadena del negocio, las razones de este sobreprecio.

Por supuesto, como ya todos sabemos, Ancap no corrigió totalmente sus precios por reducción del costo del crudo, luego de la drástica caída de precios de 2014, con la finalidad de recomponer sus finanzas, aunque esto no explica todo el sobreprecio.

A estos efectos, vale la pena mencionar el sustancial cambio cualitativo que la demanda interna de derivados ha experimentado en los últimos años. El abandono del consumo de residuales por parte de UTE y las cementeras, hace que para abastecerlo en recinto cerrado por el monopolio, este se vería obligado a transitar por conversiones ultraprofundas procesando crudos de mediana densidad para así eliminar residuales.

Como esta configuración de refinería es económicamente inviable para instalaciones de pequeña escala, queda como única alternativa recurrir a crudos superlivianos pero más caros, para eliminar la sobreproducción de residuales. Este panorama seguramente se complicará en el futuro con el ingreso gradual del gas natural y el automóvil eléctrico.

Problemática.

Cuando el nivel de la marea de los precios del petróleo se mantuvo por encima de los 100 U$S/barril, se ocultaron una serie de piedras, que quedaron al descubierto no bien bajaron las aguas. A vía de ejemplo, tenemos la tasa de inflamables que, sin contraprestación equivalente por parte de la intendencia, se transforma en un impuesto.

En el mismo orden de sobrecargas al precio del gasoil, está la tasa del fideicomiso del gasoil que no es otra cosa que un subsidio cruzado al transporte colectivo. Del mismo modo operan las coberturas que tiene que hacer el monopolio para mantener financieramente funcionando la pléyade de actividades en competencia que lo circundan y que económicamente son deficitarias, cuyo ejemplo más notorio es el cemento portland.

En aras de avanzar en el proceso de descarbonización de la energía como medio de frenar el cambio climático, concepto que compartimos, se han adicionado biocombustibles de altísimo costo y que además, por haberse generado en procesos térmicamente negativos, tampoco logran el objetivo de descarbonización y resultan un mero subsidio a una actividad agroindustrial ineficiente, propia de otro clima que no es el nuestro.

Evaluación.

Para lograr un conocimiento sistémico ordenado y bien dimensionado de estas ineficiencias y muchas otras que ciertamente deben existir, es necesario hacer un estudio de "Evaluación comparativa de performances", no ya solo de la fase de refinación, sino a lo largo de toda la cadena del negocio, comenzando por la compra de petróleo crudo y finalizando en el pico del surtidor.

Para realizar esta evaluación, no hay que inventar nada, sino participar por ejemplo del "Benchmarking for the refining industry," de Solomon Associates, donde están clasificadas las instalaciones de la inmensa mayoría de esta industria en el mundo. La determinación del índice Solomon, junto al índice de complejidad de Nelson, permitirá determinar en un principio en que quintil del universo se encuentra ubicado el caso uruguayo.

Además, este análisis comparativo de performance, permite identificar cómo se comparan con la competencia los diferentes parámetros de costo y diseñar las estrategias de corrección para mejorar los índices de competitividad.

Nos consta que la dirección de Ancap conoce esta metodología de trabajo. Si ya no entró en su utilización, lo debe hacer lo antes posible para identificar de modo racional las ineficiencias relativas al universo de la competencia. Los resultados de este estudio deben generar una información "saliente" para que los ciudadanos, que son los dueños de la empresa, presten el apoyo a sus representantes, los directores, para la implementación de las medidas correctivas necesarias, por duras que sean.

De no procederse así, los ciudadanos y las empresas seguiremos condenados a "sufrir los tiros penetrantes de la fortuna injusta", a la manera inmortalizada por el eterno bardo de Avon.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
La Teja: a mediados de febrero comenzó la parada técnica. Foto: Archivo

OBSERVATORIO DE ENERGÍA Y DESARROLLO SUSTENTABLE - UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL URUGUAY

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad