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Reclamos cruzados de Estados Unidos y Cuba

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Obama y Castro, sonrientes en la inauguración de la Cumbre. Foto: Reuters.

Las confiscaciones hechas por Fidel Castro motivan demandas por US$ 1.900 millones, entre familias y empresas

Para los miles de estadounidenses y empresas que tienen reclamos financieros para el gobierno cubano por las propiedades que les confiscaron en la revolución —valuadas hoy en más o menos entre 6.000 millones y 8.000 millones de dólares— la reanudación de vínculos diplomáticos entre Washington y La Habana, con apertura de las embajadas en ambas ciudades, representa más que una distensión histórica entre dos adversarios de la guerra fría.

Es una oportunidad de recibir una indemnización por propiedades hace mucho tiempo dadas por perdidas y consideradas irrecuperables, y, para algunos, una oportunidad para sanar viejas heridas todavía abiertas después de décadas.

El cómo se resuelvan los reclamos será una prueba para los vínculos renovados entre Estados Unidos y su vecino a 90 millas al sur, y podría ser un indicio temprano de si podrá haber avances en la apertura histórica que anunció el presidente Barack Obama en diciembre pasado.

Prioridad.

Funcionarios estadounidenses han dicho que resolver los reclamos es una prioridad, junto con las discusiones sobre los derechos humanos y los problemas y temas sobre el Estado de derecho, incluida una cantidad de fugitivos estadounidenses a los que ha albergado Cuba.

"Llegar a un acuerdo en la resolución de los reclamos pendientes es, a menudo, un proceso prolongado", señaló el Departamento de Estado. "Ahora que llegamos a un acuerdo sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, creemos que, en breve, debería seguir una discusión sobre los reclamos de propiedades", se añade en el boletín.

Complejo.

Sin embargo, la resolución es un proceso complicado y políticamente enmarañado, que se dificulta más debido a los más de 50 años que han pasado desde que Fidel Castro llegó al poder y empezó a confiscar tierras y negocios en nombre de la revolución, incluidos los de muchos estadounidenses.

En los años que siguieron, muchos presentaron demandas ante el gobierno estadounidense por medio de la comisión para el arreglo de reclamos en el extranjero, un organismo independiente, adscrito al Departamento de Justicia de Estados Unidos. La comisión recibió casi 9.000 solicitudes de reclamo —la gran mayoría de grandes corporaciones, como Coca Cola, Colgate Palmolive e ITT Corp— y, en 1971, certificó casi 6.000 de ellas como válidas, lo cual sumó en ese entonces 1.900 millones de dólares. El valor actual, con los intereses, se estima en 8.000 millones de dólares.

Alrededor de 230 millones de dólares de los 1.900 millones de dólares de los reclamos originales se les deben a familias, según Richard Feinberg, un investigador en la Institución Brookings y profesor en la Universidad de California, en San Diego, quien está elaborando un ensayo sobre los reclamos no solucionados.

Más reclamos.

Es probable que la negociación sea contenciosa. Cuba, también, tiene reclamos en contra de Estados Unidos, y es factible que el gobierno los plantee en cualquier discusión sobre la indemnización a estadounidenses. Funcionarios cubanos han argüido de tiempo atrás que el embargo le ha infligido profundas pérdidas económicas a Cuba; en el 2013, dieron el valor acumulado de 157.000 millones de dólares.

Es posible que también exijan la indemnización por lesiones y muertes que fueron el resultado de supuestos actos de terrorismo estadounidenses contra Cuba, algo que Estados Unidos ha hecho exitosamente en demandas judiciales en contra de países que incluyen a Irán y Libia, dijo Feinberg. Y es probable que los cubanos exijan la contabilidad de los activos cubanos congelados en cuentas bancarias estadounidenses.

"Va a ser un desorden que es posible que no se resuelva en muchos, muchos años", notó Roy C. Smith, un profesor de finanzas en la Escuela Stern de Negocios de la Universidad de Nueva York, quien también ha estudiado los reclamos.

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Obama y Castro, sonrientes en la inauguración de la Cumbre. Foto: Reuters.

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