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Sin margen para que bajen las tarifas públicas

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Compras de bienes y servicios de EEPP pasaron del 4,6% al 5% del PIB en el último semestre.

Las Empresas Públicas (EE.PP.) cumplen un rol muy importante en la economía uruguaya. El más obvio es la contribución a la actividad económica a través de los distintos bienes y servicios que producen, y cómo impactan en el desarrollo de las restantes actividades productivas. Pero también juegan un rol preponderante en materia fiscal, aportando al resultado global del sector público.

Al asumir la presente administración se le solicitó, en palabras del ministro de Economía, un aporte adicional de un punto porcentual del PIB para mejorar un déficit fiscal que en aquellos momentos era creciente y, de no tomarse medidas, seguiría aumentando.

Transcurridos dos años desde entonces, las EE.PP. llevaron a cabo el ajuste solicitado, aunque el déficit siguió aumentando, lo que determina que se les siga solicitando mayores esfuerzos ante las dificultades de abatir el desequilibrio a nivel del gobierno central.

No obstante los esfuerzos realizados por las EE.PP., en los últimos meses se han encendido algunas luces amarillas debido al deterioro que están mostrando sus cuentas, fundamentalmente por el aumento en las compras de bienes y servicios, lo que resta margen para un ajuste a la baja de las tarifas.

A marzo de 2015, al asumir las nuevas autoridades, el resultado conjunto de las EE.PP. en los últimos doce meses había sido negativo en el equivalente al 0,2% del PIB.

La última información divulgada señala que, en los doce meses cerrados a marzo del presente año, el resultado fue positivo en 0,4% del PIB. Visto así el ajuste solicitado se cumplió, y hasta con un cierto exceso.

Sin embargo, la verdadera contribución de las EEPP es algo distinta, ya que algunas de ellas realizan aportes a la Tesorería a modo de pago de dividendos. Si bien al considerar al sector público como un todo no cambia que se mida el resultado de las EE.PP. antes o después del pago de dividendos a la Tesorería, ya que se compensan, sí cambia si lo que se quiere medir es la contribución de las EE.PP. En tal caso hay que mejorar su resultado por el monto de los aportes efectuados.

Asimismo, como cualquier empresa, las EE.PP. pagan impuestos a la DGI. Si los mayores impuestos que están pagando derivan del ajuste que están realizando —lo que realmente acontece— parece de recibo incorporarlos a su contribución al resultado global del sector público.

En el gráfico que aparece en la parte alta de la ilustración se muestra la evolución del resultado observado de las EE.PP. y el corregido por los factores antes mencionados. Se ve que cualquiera de las dos líneas muestra el ajuste del 1%, aunque con trayectorias no similares del todo.

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El dato observado muestra una mejora hasta agosto del año pasado, deteriorándose desde entonces. Por su parte, el dato corregido muestra una mejora durante 2015 y a partir de 2016, con fluctuaciones, refleja un estancamiento.

Una primera conclusión es que el deterioro observado en el resultado de las EE.PP. no responde en una primera instancia a un peor resultado operativo, sino a las mayores contribuciones en dinero que les exige el gobierno central, vía impuestos y aportes directos.

Siendo cierto lo anterior, hilando más fino se puede constatar que la forma en cómo se llega a ese resultado operativo ha cambiado. Esas transformaciones habrá que seguirlas con mayor atención en el futuro, ya que de persistir pueden afectar negativamente a las EE.PP. y disminuir su verdadera contribución al resultado fiscal global.

En los últimos meses, en particular en el último semestre se han producido cambios que tienden a deteriorar el resultado de las EE.PP. El más notorio es el aumento en las compras de bienes y servicios, que pasaron del 4,6% al 5% en términos del PIB, tal cual se muestra en la gráfica alargada del centro.

Aumentaron tanto los gastos de Ancap, como de UTE y OSE. En el caso de Ancap, la explicación al aumento de costos a partir del segundo semestre se puede buscar por el lado del precio internacional del petróleo, que aumentó en esos meses. Hoy día ha vuelto a cotizar por debajo de los US$ 50 el barril o en niveles muy cercanos, pero a fines de 2016 se encontraba por encima de los US$ 55.

En el caso de UTE, hay que recordar que un año atrás llovió abundantemente, por lo que el costo de generación se redujo sustancialmente en aquellos meses. En estos momentos no hay tanta generación hidroeléctrica, al tiempo que están en vigencia los distintos contratos que firmó la empresa con los generadores privados (en algún momento puntual de este año toda la generación fue de base eólica) cuyo costo, si bien bajo, es superior al de base hídrica.

En el caso de OSE, se dio un fuerte aumento de los gastos de larga data que se buscó frenar en los últimos meses.

Ese aumento de gastos, que en algún caso es temporal y en otros es permanente (UTE por ejemplo), fue parcialmente compensado por el lado de los ingresos. Los ingresos asociados a las ventas de bienes y servicios aumentaron en un monto relativamente similar al del aumento total de compras de bienes y servicios (ver gráfico de abajo a la izquierda).

Sin embargo, los ingresos totales no subieron y se mantuvieron prácticamente incambiados. Ello debido a la desaparición de la ganancia extraordinaria que obtuvo Ancap en la última amortización adelantada de deuda con Pdvsa. Esa ganancia se produjo en septiembre de 2015 e incrementó los ingresos acumulados en los doce meses siguientes, desapareciendo un año después.

Con ingresos relativamente estables y costos creciendo, el resultado de las EE.PP., y por consiguiente su contribución al resultado global del sector público, debe empeorar. Ello se evitó a través del manejo de los stocks de petróleo por parte de Ancap.

La variación de stocks durante el segundo semestre del pasado año fue prácticamente nula, es decir que se reponía lo que se consumía. Pero a partir de este año se fue haciendo crecientemente negativa, es decir que no se recompone totalmente lo consumido (ver gráfica abajo a la derecha). Ese ahorro es el que permitió mejorar el resultado de las EE.PP. Por cierto que no es posible mantenerlo por mucho tiempo, ya que en algún momento habrá que reponer los stocks. También es cierto que la refinería está en reparación y por lo tanto el consumo es menor.

En todo caso, sea porque los gastos son mayores o por recomposición de stocks, parecería que los ingresos de las EE.PP. no darían para que la contribución de las empresas públicas al resultado global del sector público se mantenga en los niveles del último año, el punto adicional que les solicitó el ministro de Economía. En este contexto, y con un déficit global que se resiste a ceder, no hay mucho margen para que bajen las tarifas.

EL ANÁLISISHORACIO BAFICO Y GUSTAVO MICHELIN

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