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Se frena el crecimiento del salario real

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El promedio en dólares ajustado por productividad cayó 10% desde 2013.

El salario real promedio de la economía aumentó 1,6% en 2015 respecto al año anterior, la tasa más baja desde 2004. Influyen en esta evolución aspectos coyunturales y otros de fondo.

Dentro de los primeros hay que señalar las negociaciones en el marco de los Consejos de Salarios que en muchos casos no han culminado. Pero las razones de fondo están asociadas a un desempeño económico más lento que en los últimos tiempos.

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Si la economía crece a un ritmo menor y si los precios de los productos uruguayos valen menos en el mercado internacional, los salarios no pueden seguir creciendo al ritmo del pasado.

La evolución del salario debe estar en consonancia con el valor de la riqueza generada por el factor trabajo, es decir, la cantidad física producida por su valor de mercado. En caso contrario, se destruyen puestos de trabajo y aumenta el desempleo.

El Índice Medio de Salarios (IMS) mostró un crecimiento punta a punta del 9,9% en el último año. Los privados obtuvieron un aumento levemente superior (10,2%) mientras que los funcionarios públicos recibieron un incremento menor (9,3%).

Las variaciones punta a punta son importantes, fundamentalmente para monitorear la evolución de los precios de la economía, especialmente la inflación. Pero a los efectos de medir el poder de compra de esos salarios, lo más adecuado es comparar promedios de períodos más largos.

El IMS mide mensualmente la evolución de todos los salarios, pero éstos no tienen un comportamiento uniforme a lo largo del año.

Por ejemplo, los salarios en el Sector Público se ajustan por una única vez en enero, lo que hace que, en ese mes en particular, el IMS tenga un aumento importante, que no se repite en el resto del año. A su vez los salarios privados en función de los acuerdos alcanzados, se ajustan en meses distintos según la rama de actividad, y en algunos casos los ajustes son anuales y en otros semestrales.

Si se grafica un índice real mensual, tal cual se muestra en el gráfico que aparece en la parte superior del cuadro adjunto, se ve un serrucho, con subas en los meses de ajuste y caídas en aquellos en que no se registran variaciones salariales y la inflación hace caer el poder adquisitivo. En el mismo gráfico se muestra la evolución del salario real en promedios móviles de doce meses. La línea no presenta quiebres, si los hubiese estarían marcando un cambio en la tendencia.

La gráfica muestra es un estancamiento del salario real en el último semestre del pasado año. Varios son los factores que explican ese estancamiento. En primer lugar, las negociaciones salariales en curso, en el marco de las nuevas pautas.

Estas marcan un cambio respecto a los criterios aplicados desde la restauración de los Consejos de Salarios en el año 2005. Esos criterios establecían ajustes futuros en función de la inflación pasada y algún correctivo real.

Los nuevos lineamientos fijaron aumentos nominales diferenciales según el dinamismo del sector en cuestión: 10% los más dinámicos, 8,5% los medios y 8% los problemáticos. Se fijaron a su vez compensaciones especiales para quienes ganasen menos de $ 15.000.

Dada la aceleración de la inflación a lo largo del pasado año, los aumentos que se alcanzaron se licuaron en gran medida por el aumento general de los precios.

Otro aspecto que contribuyó al menor crecimiento real de las retribuciones es la periodicidad de los ajustes, ya que las nuevas pautas aconsejan correcciones semestrales. Todo ello unido a la falta de acuerdo en varias negociaciones apuntó a un incremento nominal menor de los salarios respecto a años anteriores, lo que en un contexto de inflación creciente explica su menor incremento real.

Pero más allá de estos problemas que derivan de arreglos institucionales, existen razones de fondo que explican el enlentecimiento que muestra el salario real. El notorio enlentecimiento que presenta la economía es la razón de fondo.

A lo largo de la última década la economía uruguaya creció en promedio a una tasa del 5% anual. En ese contexto prácticamente se alcanzó el plano empleo de la fuerza laboral lo que permitió que el salario real promedio en el sector privado creciera a una tasa similar, 4,6% al año.

Pero en el último año se redujo sensiblemente. El próximo mes se divulgarán los datos finales de 2015, que arrojarán un crecimiento del PIB en el rango entre 1% y 1,5%. Ese desempeño se vio reflejado en el mercado laboral, donde cayeron tanto los puestos de trabajo como el promedio de horas trabajadas por semana. Debido a ello, el indicador de producción por hora trabajada, una aproximación a la productividad media del trabajo, que creció ininterrumpidamente desde el año 2006, tendió al estancamiento en el último año, tal como se muestra en el gráfico inferior del cuadro.

Si la producción por hora trabajada no aumenta, difícilmente lo puedan hacer los salarios reales, máxime cuando los precios de los principales rubros de exportación del país registraron caídas importantes en el último año.

En este nuevo contexto, la economía necesita procesar un ajuste, que pasa por un cambio de precios relativos. Concretamente, un abaratamiento de los costos internos medidos en dólares. La economía uruguaya lentamente comenzó ese ajuste en el año 2013. En lo que a salarios refiere, el salario privado en dólares ajustado por la productividad se redujo un 10% en los dos últimos años, tal cual se muestra en el set de gráficos.

Al analizar por ramas, en el gráfico central derecho se muestra que en la mayoría de los casos los salarios reales promedio aumentaron a un ritmo menor en 2015 que en 2014. Incluso se da el caso de los Servicios Sociales y de Salud, donde las remuneraciones reales cayeron casi 1% en promedio en el último año.

En el otro extremo está la construcción, que es el único sector en el que la tasa de crecimiento del salario real aumentó. En este caso en particular, la evolución de los salarios es uno de los factores que explican el elevado costo de las viviendas nuevas y por consiguiente el alcance limitado que tiene la Vivienda de Interés Social, como así también el negocio inmobiliario en la zona costera.

Los salarios reales en la industria crecieron 2% en el último año frente al 3,1% registrado en promedio en 2014. Incidieron en esta evolución las ramas que atraviesan por dificultades, como la textil, la vestimenta, la metalúrgica y la automotriz, en las que disminuyó el salario real. En sectores más dinámicos, como los alimentos, la madera y los químicos, los salarios reales crecieron a tasas similares que en 2014, en el entorno al 3%.

HORACIO BAFICO Y GUSTAVO MICHELIN

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