Publicidad

Capitalización, asistencia y mayor ahorro son los pilares

Compartir esta noticia
Guillermo Arthur
Nota a Jorge Artur, chileno, en el H. Radisson, Mvdeo., ND 20150922, foto Ariel Colmegna
Archivo El Pais

El abogado y experto en temas previsionales chileno Guillermo Arthur, afirmó que hace años que la edad de jubilación debió haberse aumentado en América Latina. Como Presidente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), comentó una nueva iniciativa, un "seguro a la longevidad" después de la jubilación.

LUIS CUSTODIO - [email protected]

A continuación, un resumen de la entrevista con el licenciado en derecho en la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile, con especialización en áreas laborales y previsionales y quien preside la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones.

—En algo más de dos décadas de existencia del modelo de fondos de pensión en Latinoamérica, los ajustes han sido una constante…

—Es completamente normal que los sistemas de pensiones estén en permanente evolución y cambio, porque los escenarios en que se mueven, están sujetos a cambios continuos.

Voy a usar el ejemplo de Chile. Un hombre que se jubila a los 65 años tiene una expectativa de vida de 21 años más y una mujer que se jubila a los 60 años tiene una expectativa de vida de 30 años más. Esto es un 40% por encima de lo que tenían cuando se creó el sistema en 1980. Por otro lado las tasas de interés han estado bajando, Y cada punto que bajan las tasas afecta fuertemente el monto de la previsión.

—¿Han ido cambiando también los objetivos de los sistemas de pensiones?

—Correcto. Es otro fenómeno en el que la gente no se ha detenido a pensar, y es muy central. Los sistemas de pensiones siempre fueron pensados para sustituir remuneraciones durante la vejez. Ese fue el objetivo. Sin embargo, en Chile, a partir de los años noventa, con un planteamiento que hizo el Banco Central se le adiciona al sistema de previsión otro objetivo: mitigar los efectos de la pobreza durante la vejez, sea usted trabajador, haya ahorrado o no. Por tanto, hoy hay que darle pensión a una persona que no ahorró. Es lo que se llama pensiones no contributivas.

—Es uno de los pilares del sistema…

—Hoy estamos ante esto que se ha dado en llamar el sistema multipilares, que consiste en tener un primer pilar no contributivo que se paga con impuestos, destinado a quienes no cotizaron durante su vida activa o quienes lo hicieron por muy poco tiempo. El segundo pilar, contributivo, puede ser de reparto o de capitalización. Y el tercer pilar, voluntario, que debe tener incentivos fiscales para fomentar que el trabajador apunte a un ahorro mayor al que está obligado. En ese esquema se mueven los fondos de pensión en Latinoamérica. Los problemas son otros…

—¿Cuáles?

—En muchos de los países de la región se está en el 10% de cotización, y con eso es imposible cubrir una jubilación decente y por más años que lo que se cubrían antes. Los sistemas de pensiones nacieron en la época en que la gente vivía 60 años. Los jóvenes pagaban para cubrir las pensiones de los viejos, que eran bastante menos. Entonces con un aporte muy pequeño se podía cubrir. Pero como resultado de que los jóvenes fueron cada vez menos, consecuencia de que la tasa de natalidad fue disminuyendo y los viejos fueron más por las mayores expectativas de vida, esa pirámide se fue dando vuelta. Entonces tuvimos menos jóvenes y más viejos.

Y es por eso que los sistemas de reparto comenzaron a hacer agua. Aquí no hay un tema ideológico en discusión. Se trata de un tema práctico. Cuánto tiempo joven tenemos para soportar las pensiones de la gente vieja. Hoy no es suficiente.

—Eso está en la base de los cambios que se proponen…

—Veamos qué es lo que está pasando en Europa. La tendencia es claramente que a los sistemas de reparto se están integrando mecanismos de capitalización.

Defender los sistemas exclusivamente de reparto hoy día, y echarle la culpa de todos los males a los sistemas de capitalización, es una discusión bizantina y completamente equivocada.

—Volvamos a las bajas cotizaciones. ¿Entiende que hay que elevarlas?

—Retornemos a lo que pasa en Chile, donde la presidenta Bachelet nombró una comisión para que estudie las reformas a hacer, porque las pensiones que se pagan son bajas. Veamos las razones por las cuales las pensiones son bajas. Una mujer cotiza 15 años de su vida activa en promedio en Chile. ¿Cuánto cotiza durante ese tiempo?, el 10%. ¿Cuánto vive para gozar de esa jubilación?, 30 años más. El doble del tiempo que ahorró, y cobra el 70% cuando ahorró el 10%. No dan las cifras. Frente a esa situación, lo único que cabe es que el Estado, si esa persona es pobre y califica para darle un auxilio, la integre en el primer pilar no contributivo. Es por eso que se debate sobre la necesidad de subir la cotización.

—¿Cuál es el futuro de los esquemas de pensiones?

—Lo que se viene un esquema multipilar, con un sistema fuerte de capitalización individual al medio, con un sistema fuerte de ahorro voluntario con beneficios tributarios y con un sistema fuerte de pensiones o ahorro no contributivo, donde el Estado vaya en auxilio de las personas más vulnerables. Esa es a mi juicio, la mejor fórmula.

Y hay una propuesta que presentó la FIAP días atrás en Montevideo, de autoría de una experta chilena como Solange Bergstein. Un planteamiento de un seguro para la cuarta edad. El enfoque es: las cosas que es más probable que ocurran, se financian con ahorro, las más improbables, con seguro. ¿Cuál es la idea? La probabilidad de que usted esté vivo, por ejemplo, entre los 65 y los 85 años, es alta. Gástese entonces durante ese período todo su ahorro. Para después de los 85 años, que es un período menos probable de sobrevivencia, usted va a haber pagado durante su vida un seguro. Y ese seguro se disparará a los 85 años. Y sería un seguro muy accesible, que para el caso de uno no llegar a disfrutarlo, beneficiaría a sus contemporáneos que estuvieran vivos.

El estudio que realizó la FIAP demuestra que mejora la pensión inmediatamente en más de un 20%. Hoy, a los 65 años, le están diciendo "no se gaste toda la plata que puede vivir hasta los 100 años". Pero con esta propuesta, recibo más dinero hasta los 85 y allí comienzo a cobrar el seguro de longevidad. Es una propuesta de muy conveniente aplicación.

—¿Usted cree realmente que los sistemas de pensiones de capitalización individual han sido capaces de mejorar las pensiones?

—Entiendo que sí, no obstante la tasa de cotización se ubique en el 10%, ha mejorado las pensiones. ¿Para quienes? Para aquellos que cotizaron en forma regular. Esas personas tienen buenas pensiones.

—¿Y cómo son buenas con el desfasaje entre aporte y beneficios?

—Son buenas, primero porque las rentabilidades que se han producido con los ahorros han sido extraordinariamente altas. Tomemos los ejemplos de Chile, México, Colombia, o Perú. Quizá no tanto Uruguay, donde la diversificación de la inversión ha sido más baja.

Se han obtenido rentabilidades muy buenas, porque se puede asumir una inversión de mayor riesgo, ya que al estar tan diversificada, ese mayor riesgo se diluye. De ahí, a través de las inversiones que se han hecho con los fondos de pensiones se ha contribuido con el desarrollo económico de los países.

—O sea que ese sería otro beneficio del sistema…

—Así lo entiendo. Hay un estudio que hizo la FIAP con apoyo del grupo Sura, mediante el cual se estima que las inversiones de los fondos de pensión, explican aproximadamente un 10% del crecimiento del PIB de estos cuatro países en los últimos años. Además, los fondos están invertidos en infraestructura, caminos, puertos, viviendas. Los fondos son para pagar pensiones, pero hay un matrimonio muy virtuoso entre invertir bien y pagar pensiones.

Estimamos que un millón de viviendas se construyeron en Chile por el ahorro previsional. En Chile se encuentran créditos a 30 años de plazo, cosa que en muchos países no hay, porque los fondos de pensiones necesitan inversiones de largo plazo. Hay un beneficio que es muy importante que es el crecimiento económico, la creación de empleo y riqueza, y eso es por el sistema de capitalización.

—En Uruguay existe un sistema mixto; se mantiene el pilar de reparto.

— Los sistemas de reparto no acumulan, entran y salen. Allí hay un problema. Usted tiene más gente recibiendo que ahorrando, porque son más los viejos que los jóvenes. Prefiero los sistemas que son totalmente de capitalización. Los sistemas mixtos hasta determinados ingresos son de reparto. La tasa de cotización es muy alta, ¿cuánto sería la tasa de reemplazo o el momento de pensión si se destinara todo a la capitalización? Habría que sacar las cuentas: siempre atendiendo a aquellas personas que no cumplen condiciones para su jubilación, por parte del Estado.

Suba de edad de retiro y aportes son inminentes en la región.

—Desde los fondos de pensión se manejan tres alternativas para equilibrar los extremos del sistema; aumentar los años de jubilación, reducir la tasa de pensión o aumentar el aporte, ¿Cuál le parece más aplicable y más justa?

—Es probable que se vayan dando las diferentes opciones, de acuerdo con los caminos que tome cada país. No me cabe la menor duda que ya deberían haber subido la edad de jubilación hace mucho tiempo en América Latina, y será inevitable. Aumentan las expectativas de vida y no porque vayamos a estar más años decrépitos, sino que vamos a estar más tiempo más jóvenes, con vitalidad, en condiciones de trabajar. Al mercado de trabajo le hará bien contar con esas destrezas acumuladas durante mucho tiempo.

También deberían subir los aportes. En forma gradual, quizás en Uruguay donde el aporte ya es alto deba buscarse otra alternativa. Pero hay países con una cotización muy baja. El 10% en Chile, en México es el 7%. Año a año debería subirse 1%, para que la población no lo sienta, pero es necesario.

—El pilar no contributivo es básico, sea cual sea el sistema...

—Cuando se trata de personas que no van a lograr el ahorro suficiente para financiar su vejez, sin dudas. ¡Pero porqué el Estado puede hacer esto? Porque hay un sistema de ahorro como el de capitalización, que permitió liberar recursos. El Estado no debió atender toda la población, y tuvo dinero para destinar focalizadamente en los sectores que más lo necesitan.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Guillermo Arthur

la FIAP propone un “seguro a la longevidad” para los pasivos mayores de 85 años

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

seguridad socialAFAP

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad