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Sherlock el rostro verdadero

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Benedict Cumberbactch, el actor británico, que encarna a Sherlock Holmes.

El actor Benedict Cumberbatch, encarna a un personaje inmortal y es un éxito global.

Un ilustre antepasado puso al actor Benedict Cumberbatch de vuelta en las noticias hace pocos días. Cuando la esperada cuarta temporada de la serie Sherlock de la BBC salió al aire este mes de enero, el hombre que encarna al maestro de los detectives dio lugar a un notable descubrimiento pero en la vida real. La figura de un noble hijo de la realeza británica resultó ser un pariente lejano tanto de Cumberbatch como del autor de las aventuras de Sherlock Holmes, sir Arthur Conan Doyle. El carismático actor pasa por un momento de gran exposición, ya que además de la serie que para algunos es la mejor adaptación de los relatos de Conan Doyle, rompe la taquilla como protagonista de una película de superhéroes con la marca de la factoría Marvel.

El estreno en cines de Doctor Strange supuso la consagración de Cumberbatch como estrella del cine comercial, luego de una extensa trayectoria actoral, tanto en cine como en televisión y una no menos larga lista de premios y nominaciones —Globos de Oro, en el primer caso, y Oscar en el segundo—, principalmente por su interpretación del detective británico. Ahora, enfundado en el extravagante atuendo de un moderno hechicero de inmensos poderes, Cumberbatch protagoniza esta historia nacida en el cómic, quizás uno de los más originales del sello Marvel ya que se diferencia bastante del subgénero de superhéroes.

Pero tal vez la verdadera medida de su popularidad y alcance como estrella cinematográfica lo dé el hecho de que Cumberbatch tiene ya su propia figura de cera en el célebre Museo de Cera de Madame Tussauds.

Su biografía, empero, puede explicar en buena medida la celebridad que ha alcanzado este actor en los últimos seis años.

Desde la cuna.

Benedict Timothy Carlton Cumberbatch nació en el barrio de Hammersmith de Londres el 19 de julio de 1976. Sus padres, Timothy Carlton y Wanda Ventham, eran también actores e hicieron su carrera en la televisión británica.

Ben, o Benny, como le llaman en su casa, fue un verdadero niño terrible. "Era una pesadilla hiperactiva", reconoció Cumberbatch durante una entrevista. Aunque no puede decirse que su familia fuera rica, el pequeño Benny fue a Harrow, uno de los internados más caros del Reino Unido y conocido por su férrea disciplina. "Era un chico de clase media con una educación privilegiada, rodeado de hijos de príncipes y millonarios", recuerda el actor. "No era especialmente listo, pero aprendía rápido... era más bien un impostor", agrega con sorna.

Pero fue en Harrow donde descubrió su pasión por la interpretación. La formación de Cumberbatch tuvo lugar poco después en la Universidad de Manchester. Sin embargo, antes de empezar los estudios se fue por un año al Tíbet a enseñar inglés en un monasterio. "Fue una experiencia fantástica, nos dieron manutención y alojamiento, pero no había sueldo. De todos modos, vivir aquello fue algo increíble", recuerda.

En la primera década del siglo XXI Cumberbatch hizo trabajos de todo tipo para la televisión. Poco a poco su peculiar rostro, su voz profunda y su perfecta dicción comenzaron a ser conocidos a través de series y telefilms. Con humor el actor reconoce que su nombre puede ser un verdadero trabalenguas; de todos modos no fue obstáculo para que fuera cada vez más reconocido. Él mismo ha dicho en una entrevista que le cuesta a veces pronunciar su nombre de corrido, "sobre todo los domingos de mañana".

La gran versatilidad de Cumberbatch lo llevó a interpretar los papeles más diversos. Durante esa primera época llegó a encarnar al físico Stephen Hawkings en una miniserie. Pero no sería sino hasta 2010, cuando se puso la bufanda y el abrigo de Sherlock, que alcanzaría la fama internacional que goza hoy.

Prácticamente en la misma época, el director Guy Ritchie llevó Sherlock Holmes a la pantalla grande, con Robert Downey Jr. como el inmortal personaje y Jude Law como el inefable doctor Watson. "Las películas están muy bien, han acercado al personaje a una nueva generación de espectadores, pero Robert Downey Jr. no es Sherlock Holmes, es... Robert Downey Jr.", comentó por entonces Cumberbatch.

Pero su carrera no se detuvo allí. Lejos de ello, el alto y pálido inglés ha continuado probando su ductilidad frente a las cámaras. Interpretó a Julian Assange, el perseguido fundador de Wikileaks, en una elogiada película de Bill Condon (El quinto poder). "Es la primera vez que interpreto a un personaje real en un momento actual, con los acontecimientos cambiando al mismo tiempo que rodamos. Y eso hace que se transformen las dinámicas de tu trabajo, le da una energía muy especial", comentó.

Luego se convirtió en un esclavista generoso en 12 años de esclavitud, merecedora de varios premios Oscar. Le dio su enorme voz al dragón Smaug en El Hobbit, de Peter Jackson; encarnó al villano Khan en Star Trek: en la oscuridad; o al matemático Alan Turing en El código enigma y ahora al extravagante hechicero de la Marvel.

Pero su vida no es tan solo actuación, aunque dada la cantidad de proyectos en los que suele involucrarse queda espacio para poco más. Todo lo expansivo y seductor que puede resultar durante una entrevista, se termina cuando aparece la más mínima intención de hablar de su vida privada.

Sherlock en el ADN del actor.

Con su doctor Watson, el británico Martin Freeman, encarna al inmortal detective Sherlock Holmes, creado por sir Arthur Conan Doyle. La novedad es que una reciente investigación del portal Ancestry reveló que existía un antepasado en común, Juan de Gante, hijo del rey Eduardo III con el médico escocés que creó al detective. Esa genealogía lo ubica a Cumberbatch como primo en décimosexto grado de Doyle.

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