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Presidentes de cine

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Daniel Day-Lewis como Abraham Lincoln.

Casi todos los mandatarios de Estados Unidos tienen su película: desde aclamadas interpretaciones de prestigiosos actores hasta apariciones fugaces. Existe sin embargo una omisión, poco explicable.

LUIS PRATS

El la invitó a almorzar en el Instituto de Arte de Chicago y luego fueron a ver la película Haz lo correcto, de Spike Lee. Fue su primera cita, parecida a la de millones de parejas. Pero en este caso hay dos diferencias: se trataba de los jóvenes Barack y Michelle Obama. Y si bien fue un hecho real, también es una escena de la película Southside with you, una historia romántica sobre el presidente de Estados Unidos y su esposa que comenzó a rodarse el año pasado.

Los inquilinos de la Casa Blanca fueron tema de interés para los realizadores de Hollywood desde prácticamente los inicios del cine, para ensalzarlos o destruirlos, para recordarlos o retratarlos en plena vigencia política. En estos días que muchos siguen con sorpresa y estupor la carrera de Donald Trump hacia la postulación republicana, lo único seguro de una eventual presidencia suya es que tendremos películas sobre él.

Sucede que todos los presidentes —salvo uno— fueron recreados al menos en un film, si no como protagonistas, al menos como figuras secundarias. La página web española El Criticón realizó un estudio de las apariciones cinematográficas de presidentes estadounidenses y estableció un ranking, que encabeza por amplio margen Abraham Lincoln, con 164 apariciones. Luego está George Washington, con 88. Tercero, George W. Bush con 53, y muy cerca Ulysses Grant, con 52. Richard Nixon figura cerca, con 42, seguido de cerca por Thomas Jefferson (41) y por John Fitzgerald Kennedy (40). Barack Obama, en tanto, se encuentra noveno, con 34.

El único que no tuvo pantalla fue Warren Harding. Y es difícil de explicar esa ausencia, ya que si bien permaneció apenas dos años en el cargo (en 1923 falleció repentinamente en ejercicio), su vida y obra merecerían un buen libreto de cine: fue un político muy controvertido, acusado de actos de corrupción en favor de socios y amigos, atravesó escándalos amorosos y hay quienes piensan que murió envenenado. Ideal para que Oliver Stone lo retrate.

Nixon.

Un personaje que por sus oscuros recovecos fascinó a los cineastas fue Richard Nixon, el único mandatario estadounidense que tuvo que renunciar al cargo tras el escándalo del edificio Watergate. Nixon era además singularmente feo, por lo cual encontrar un actor que se le pareciera resultó imposible: el desafío para su intérprete es reproducir sus gestos a la perfección para crear la ilusión de que era él a los ojos de un público que, en buena medida, lo había conocido.

Y fue justamente Stone quien se encargó de llevarlo al cine en Nixon (1995), dándole el papel a un galés, Anthony Hopkins, muy elogiado por su interpretación. Frost/Nixon (2008), recordó la célebre entrevista del periodista británico David Frost con el expresidente. Frank Langella se puso en la piel de Nixon, tanto en película como en su versión teatral.

Stone tampoco dejó pasar la personalidad y acciones de George W. Bush, presentándolo en W (2008). El resultado fue polémico, incluso porque muchos esperaban que el director fuera más duro con un exmandatario de por sí controvertido, pero la interpretación de Josh Brolin se llevó aplausos. El Canal 5 británico lanzó casi al mismo tiempo Muerte de un presidente, que planteaba en forma de falso documental la supuesta muerte de Bush en un atentado. Menos trágicas, abundan las comedias en las cuales el personaje es ridiculizado.

Lincoln.

Al contrario de Nixon, Abraham Lincoln sigue siendo uno de los presidentes más admirados por los estadounidenses. Su papel en la Guerra Civil y la abolición de la esclavitud, así como su asesinato en un teatro, son episodios realmente de película. Hasta su imagen es fácil de reproducir: alcanza con un actor alto y delgado, más una barba postiza sin bigotes.

Eso llevó que incluso un peso pesado como Steven Spielberg se animara a llevarlo a la pantalla en 2012. El británico Daniel Day-Lewis fue el actor elegido y obtuvo el Oscar por su trabajo. Fue el último de muchos films sobre esta figura, que arrancaron ya en el tiempo del cine mudo. Para destacar también, una de hace mucho: El joven Lincoln, con Henry Fonda (1939).

Kennedy.

El asesinato de John Fitzgerald Kennedy inspiró tantas producciones que podría ser un género en sí mismo, pero en muchas de ellas apenas se lo ve durante el viaje fatal por Dallas en su coche descubierto. Eso sí, fue interpretado incluso en vida por Cliff Robertson (se dice que el propio JFK aprobó la elección del actor) en Lancha torpedera PT 109, referida a un episodio de la Segunda Guerra Mundial en el cual participó. También apareció en varias miniseries de televisión: Martin Sheen en Kennedy, Stephen Collins en Una mujer llamada Jackie y Greg Kinnear en Los Kennedy.

Y otros.

George Washington aparece en muchas películas, pero la gente lo recordará más por su estampa en el billete de dólar. Se puede citar su brevísima figuración en El patriota (2000), encarnado por un actor poco conocido, Terry Layman. Muchos espectadores ni se dieron cuenta que aparecía el prócer de la independencia. Robin Williams fue Thedore Roosevelt en Una noche en el museo (2006). Michael Douglas hizo de Ronald Reagan en Reykjavik, todavía no estrenada, una recreación de su encuentro con el líder soviético Mijail Gorbachov (Christoph Waltz) en la capital islandesa. Nick Nolte fue Thomas Jefferson en Jefferson en París (1995). Bill Murray interpretó a Franklin Delano Roosevelt en Hyde Park on Hudson (2012). Y Devon Terrel, un actor hasta ahora desconocido, es el joven Obama en Southside with you.

DOS VERSIONES DEL POLÉMICO GEORGE W.

El imitador profesional.

Brent Mendenhall interpretó a George W. Bush en 11 películas, casi todas comedias en la cual se ridiculiza al expresidente. Es igualito a Bush y se lo puede contratar para animar fiestas, siempre en su papel de doble.

Como un insulto.

Josh Brolin confesó que cuando Oliver Stone le ofreció el papel de Bush en W, se sintió insultado, porque sentía "una reacción visceral" contra el personaje. Pero leyó el guión, se entusiasmó y terminó interpretándolo.

Estadista a la caza de vampiros.

La versión más estrafalaria de un presidente estadounidense la presentó Abraham Lincoln, cazador de vampiros. Benjamin Walker interpreta al expresidente en esta producción de 2012. Antes de llegar a la Casa Blanca, Lincoln se dedica a cazar estos monstruos luego que uno de ellos matara a su madre. Más curioso todavía es que la trama se toma en serio la historia...

Daniel Day-Lewis como Abraham Lincoln.
Daniel Day-Lewis como Abraham Lincoln.
Brent Mendelhall como George W. Bush, junto a un colega que interpreta a Osama Bin Laden.
Brent Mendelhall como George W. Bush, junto a un colega que interpreta a Osama Bin Laden.
Frank Langella como Richard Nixon.
Frank Langella como Richard Nixon.
Martin Sheen como John F. Kennedy.
Martin Sheen como John F. Kennedy.
Josh Brolin como George W. Bush.
Josh Brolin como George W. Bush.
Devon Terrel como el joven Barack Obama.
Devon Terrel como el joven Barack Obama.

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