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Los otros mundialistas

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César Bernal y Néstor Iroldi lograron cinco títulos mundiales en paleta española.

No todo es fútbol: también la esgrima, la vela, la pelota vasca, el boxeo, el automovilismo y el billar supieron darle varios campeonatos universales al deporte uruguayo.

LUIS PRATS

Las estrofas que proclaman "uruguayos campeones/ de América y del mundo/ esforzados atletas/ que acaban de triunfar" tienen un lugar tan destacado en la banda sonora de este país como las voces de Gardel y Zitarrosa. La canción recuerda a los futbolistas que ganaron los títulos olímpicos y mundiales con la camiseta celeste. Menos renombrados que sus colegas del fútbol, sin embargo, otros deportistas uruguayos también consiguieron lauros universales.

El primer campeón mundial que tuvo este país fue una celebridad en su tiempo, hoy está casi olvidado pero en un futuro su nombre estará en una calle de Montevideo, según una propuesta ya aprobada: se trata de Nicolás Revello (Montevideo, 1874-1939), quien logró el título universal en sable en 1908 en Barcelona.

Su maestro fue el italiano Carlos Pessina. Y Revello mostró enseguida aptitudes tanto para competir como para enseñar. Ya en 1903 era maestro en la Escuela Militar (llegó a ser coronel asimilado). Dos años más tarde enseñaba en el Ejército de España y con el tiempo fue profesor de esgrima de José Batlle y Ordóñez y Alfredo Baldomir, de quien además fue padrino de bodas. Batlle lo envió en 1920 a Europa para que estudiara el desarrollo de la educación física y la esgrima en aquel continente.

Muchos de sus alumnos fueron competidores destacados, en un tiempo en que la esgrima alcanzaba amplia difusión: por algo fue uno de los tres deportes, junto al fútbol y al boxeo, que representaron a Uruguay en su primera experiencia olímpica (París 1924).

Navegantes.

El deporte que trajo más títulos mundiales a Uruguay, sin embargo, es la vela. "El Río de la Plata es el potrero ideal, es considerado uno de los más difíciles de navegar del mundo", explicó una vez Ricardo Fabini, uno de los más destacados veleristas. Como si fuera poco, el río Uruguay y el océano Atlántico también son ideales para navegar.

Horacio Carabelli junto a Luis Chiaparro obtuvieron el Mundial Junior en Uruguay 1984 en la clase Snipe. Carabelli retuvo ese lauro dos años más tarde en Italia, esa vez en dupla con Christopher Schewe.

Japón, en 1989, fue escenario del triunfo de Ricardo Fabini y Harold Meerhoff en Snipe. Uruguay ganó además el oro por equipos en Optimist. En 2004, Mariana y Andrea Foglia conquistaron el título de Snipe en Noruega, galardón que repitieron en Punta del Este dos años más tarde. Fabini logró su segundo título en 2005 al timón del barco Memo Memulini, junto a una tripulación compatriota, por la clase IMS, en Menorca (España).

Lo más reciente: Dolores Moreira obtuvo el Mundial sub 17 del año pasado, disputado en Paracas (Perú), en la categoría Lásar Radial.

Otro deporte con varios éxitos es la pelota vasca. El pionero en títulos mundiales fue Andrés Iraizoz, conocido por Andruco II (el primer Andruco fue su padre). Era un manista, es decir, utilizaba la mano como herramienta para golpear la pelota, la especialidad básica en este deporte. Su título llegó en Montevideo, 1955. Los grandes nombres de este deporte, sin embargo, son los de César Bernal y Néstor Iroldi, una dupla que consiguió para Uruguay cinco títulos mundiales (ver aparte). En 2015 se volvió al oro, con la conquista del torneo de paleta cuero en el Mundial de Trinquete en Guadalajara, México. El equipo estuvo integrado por Gastón Dufau, Andrés Pintos, Pablo Baldizán y Felipe Spinogli.

Auto y box.

El mayor ganador individual de títulos universales es el piloto Gustavo Trelles, con cuatro coronas consecutivas de rally del Grupo N, entre 1996 y 1999. Obtuvo en total 24 triunfos en esa categoría, establecida para automóviles de calle modificados. Después de ganar todo en Uruguay se fue a España, donde volvió a ser el número uno tanto en asfalto como en tierra.

En boxeo, la multiplicación de organismos rectores de la actividad y la aparición de las competencias femeninas permitió que tres uruguayas alcanzaran títulos mundiales. Chris Namús obtuvo en 2008 el título juvenil del peso superligero (en la versión del Consejo Mundial de Boxeo) al vencer a la mexicana Perla Hernández por nocaut técnico en el primer round. Un año más tarde perdió esa corona, pero en 2010 consiguió el título de la Federación Internacional de Boxeo Profesional, al derrotar a la brasileña Adriana Salles por nocaut técnico en la séptima vuelta.

Su colega Cecilia Comunales ganó en 2012 el título mundial vacante ligero de la Asociación Mundial de Boxeo en Panamá, ante la dominicana Maribel Santana, que abandonó. Finalmente, en 2013 Gabriela Bouvier se consagró en la categoría mosca para la Federación Internacional de Boxeo, frente a la argentina Florencia Canteros en el Campus de Maldonado.

Y también hay una conquista dorada en casín. Anselmo Berrondo, quien aprendió a jugar billar de niño, en el café de su padre en Florida, alcanzó la excelencia en aquella especialidad al conquistar el Mundial de Bellville (Córdoba, Argentina) en 1958.

Hubo otros casos de amplio destaque a nivel global, aunque sus éxitos no representaron estrictamente un título mundial. La golfista Fay Crocker ganó el Abierto de Estados Unidos de 1955, el torneo más importante del planeta de su deporte, que, por otra parte, no cuenta con un campeonato del mundo oficial. El velocista Juan Jacinto López Testa igualó el récord mundial de los 100 metros llanos, con 10.2 segundos en 1947 durante una prueba en Buenos Aires. Sin embargo, su marca no fue homologada debido a que corría viento a favor.

Los ejemplos de uruguayos vicecampeones mundiales son varios, desde Atilio Francois en persecución individual de ciclismo (1947) a Nemesio Llovet en bochas (1951). Por supuesto, el segundo escalón del podio no les restó gloria a sus trayectorias, repletas de triunfos locales e internacionales.

Una dupla sinónimo de pelota vasca

El binomio de César Bernal y Néstor Iroldi se convirtió en sinónimo de pelota vasca para los aficionados de este deporte y también para los profanos. Compitiendo en la especialidad de paleta española, conquistaron los mundiales de Montevideo 1966, San Sebastián 1970 y Biarritz (Francia) 1978. Además, lograron victorias en los mundiales extras de 1980 y 1981. En su extenso palmarés figura también la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de México 68, donde la pelota fue deporte de exhibición. Cuentan que cuando jugaron el Mundial de 1966 en el trinquete del Euskal Erría, las noches en las que había partidos se cortaba el tránsito por San José entre Cuareim e Ibicuy ante la masiva repercusión del torneo. Entre 1964 y 1974 El Perro y El Negro, como se los conocía, no perdieron un solo partido. En 1986 Bernal decidió retirarse tras salir derrotado de una final. Iroldi, más joven (nació en 1947, en tanto su compañero era de 1934) decidió acompañarlo en la decisión. Ambos siguieron sin embargo como entrenadores. Bernal falleció en 2015.

Las conquistas de la vela

El yachting ha obtenido para el deporte uruguayo numerosas distinciones sudamericanas, panamericanas y olímpicas. Ricardo Fabini, en particular, logró dos oros mundiales. El primero en 1989, en Japón, junto a Harold Meerhoff, en la clase Snipe. En 2005, en España, alcanzó la segunda gran consagración, como timonel y skipper del barco Memo Memulini, acompañado por esta tripulación: Diego Stefani, Rodrigo Fabini, Aníbal Abella, Alejandro Salustio, Marcelo Alzola, Daniel Pellistri, Fernando Viana y Roberto Fabini.

Los cuatro títulos de Trelles

El minuano Gustavo Trelles comenzó a correr a los 17 años, como copiloto de su padre. Al cumplir 18 ya era piloto. Luego de ser tres veces campeón nacional de pista y siete veces de rally, se fue a competir en España. Y el salto mayor fue al Mundial de rally, donde conquistó cuatro títulos mundiales en el Grupo N y tres subcampeonatos con su Mitsubishi Lancer. Además, fue noveno en el Mundial de rally WRC. En 2002 el Grupo N pasó a denominarse Mundial de Rally de Automóviles de Producción y desde 2013 se llama WR3.

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César Bernal y Néstor Iroldi lograron cinco títulos mundiales en paleta española.

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