Publicidad

El nuevo camaleón del cine

Compartir esta noticia
Estrena dos películas la próxima semana en la cartelera montevideana.

El francés Mathieu Amalric suma a su ya conocida faceta de actor la de director. Un artista versátil que gana cada vez más prestigio.

Mathieu Amalric sabe perfecto qué contestar porque lleva más de dos décadas haciéndolo frente a la prensa de su país, donde es un rostro reconocido. Pero también, y quizás es lo más relevante, porque Mathieu Amalric es hijo de padres periodistas, que trabajaron en diarios como Le Monde y Libération. Sabe dar declaraciones precisas en este momento de su carrera, en que está haciéndose respetar tanto como actor como director de cine.

Y Amalric puede demostrar esa partida doble con dos de sus últimas producciones, que se estrenan en Uruguay el próximo jueves 8. Una, La piel de Venus, donde es dirigido por Roman Polanski. Y la otra es El cuarto azul, una cinta basada en la novela de Georges Simenon en donde Mathieu se dirige a sí mismo.

"La verdad es que nunca planifiqué hacer El cuarto azul", dice el actor que atribuye a un feliz "accidente" haber podido rodar esta película acerca de un romance prohibido que estuvo en Cannes. "Yo estaba rodando el filme de Roman Polanski y en la calle me topo con el productor Paulo Branco y me pregunta si me gustaría dirigir un filme en un período de tres semanas. Me quedo pensando en la idea durante un tiempo. Y allí estaba: el libro de Georges Simenon. Es un libro que ya había utilizado para mi anterior filme como director, Tournée", dice sobre un trabajo de 2010, completamente distinto.

Tournée, que estuvo en la competencia oficial de Cannes y obtuvo el Premio al Mejor Director, era la historia de un mánager francés (a cargo del propio director) que deja todo, familia, trabajo, por seguir su aventura por el show business, desde Francia a Estados Unidos. Es una película despeinada. Con El cuarto azul, Mathieu Amalric se muestra como un director camaleónicamente virtuoso. Su nueva cinta tiene otra tecla, es más dramática y más ordenada, pese a su estructura donde chocan presente y pasado.

Amalric dice que los derechos de la novela de Simenon estaban, para su sorpresa, disponibles. "He sabido de tantas personas que han querido llevar esta historia a la pantalla. Catherine Deneuve se suponía que iba a hacer una versión con André Téchiné. Depardieu le pidió a Claude Chabrol pensar en hacer la película del libro".

Pero al final fue él, un actor constante, talentoso —que en su salto a la dirección de cine está dando de qué hablar—, el encargado de poner en imágenes esta historia de un amor prohibido, una relación extramarital que lleva a su protagonista a estar frente a un estrado. Pero no se engañe. Para Amalric era necesario no dar todas las pistas sobre lo que pasa entre el momento en que la pareja de amantes compuestas por Mathieu Amalric y Léa Drucker (pareja en el film y quienes además firman el guión) y el momento en que vemos a Amalric custodiado por gendarmes en una sala de tribunales.

"Con Léa (su coguionista) no quisimos mostrar todo con claridad desde un inicio. Quisimos enseñar con pausa y misterio el choque entre el pasado de lo que les ocurre a los protagonistas y el presente", explica el actor y director para quien era una necesidad hacer este contrapunto para analizar un clásico de la literatura francófona. Mal que mal, Georges Simenon es el tercer autor más leído del mundo de habla francesa después de Alejandro Dumas y Julio Verne.

"La vida es diferente cuando la vives a cuando la cuentas después", dice el personaje de Amalric en un interrogatorio con la policía y esa frase es clave para comprender las intenciones narrativas de un director novato interesante y con una voz particular.

Actuar.

Mathieu Amalric alcanzó fama en 2007 con el filme La escafandra y la mariposa. Bajo las órdenes de Julian Schnabel, Amalric interpretó el cambio de vida de Jean Dominique Bauby, editor de la revista Elle, quien de la noche a la mañana queda paralizado completamente, a excepción de su ojo izquierdo.

La actriz Emmanuelle Seigner, la mujer de Roman Polanski, tuvo en La escafandra y la mariposa un rol clave. Casi siete años después, ambos han vuelto a compartir set de rodaje en La piel de Venus: el regreso de Roman Polanski al cine. "Trabajar con Polanski es más que un sueño para mí. ¡Mucho más! Él es una de las personas que me inspiraron para hacer cine. Él ama todo lo relacionado con las tareas técnicas, es un verdadero maestro. Y te hace sentir apasionado, él me hizo querer probar mis habilidades de director en todo esto".

No es que Amalric descubriera la dirección de cine de la noche a la mañana. Ya en 1987 participó en el histórico rodaje de Adiós a los niños como asistente de dirección. La emblemática película de Louis Malle sobre un niño judío escondido en un colegio católico en la Francia de la Segunda Guerra Mundial fue una escuela de aprendizaje. Además ha dirigido telefilmes, cortos, pero estos dos últimos largometrajes salidos de su mano creadora, Tournée y El cuarto azul, le han dado un tipo de prestigio nuevo que se suma a los elogios de su carrera de actor. Aunque ya se anota como intérprete cerca de 100 créditos en cine y TV, no dejó de causarle sorpresa que Polanski lo fichara para La piel de Venus. "Sucedió todo tan rápido. Yo estaba pensando en mis propios proyectos y me tomó por sorpresa. Por suerte, yo había estado en la película de Desplechin (Jimmy P), donde tuve un arduo entrenamiento para memorizar, por lo que fui capaz de aprender gran cantidad texto de forma rápida".

Amalric admite que hubo mucho trabajo de lectura de texto, de encontrar el sentido de las palabras de esta pieza basada en la obra de David Ives. "Mal que mal Roman viene del mundo del teatro", dice además acerca de una historia que ocurre en un solo escenario y que es el duelo entre un director de una pieza y su postulante a actriz para encarnar el rol que requiere el realizador. "Una vez que habíamos aprendido el texto, solo necesitamos tratar de entender lo que Roman tenía en mente. No fue muy difícil. Como conozco todas sus películas de memoria, solo necesitamos hablar lo justo y necesario. Hubo un entendimiento natural entre nosotros, casi orgánico".

La piel de Venus no sólo es la última cinta de Polanski, además contiene gran parte de los elementos de su cine, como reconoce Amalric. "Hay situaciones claustrofóbicas, dominación, la idea de quién está dominando quién". Durante el rodaje al actor le quedó claro cómo en los mínimos detalles había citas y atajos al cine del propio Polanski. "Hasta en los detalles de los trajes podías ver eso", dice Amalric. Y es también la forma en que el actor y director en ciernes Mathieu Amalric sabe sintetizar una buena historia: la suya. El salto del nuevo camaleón del cine francés.

TRES MOJONES EN SU EXITOSA CARRERA.

La que lo hizo famoso.

La escafandra y la mariposa (2007), que protagoniza, está basada en la vida del editor de Elle Jean-Dominique Bauby, quien sufrió una embolia masiva y quedó paralizado, pero su mente funcionaba con normalidad.

La que le premiaron.

Mathieu ha recibido varios premios en su carrera, pero se destaca sin dudas el galardón como mejor director que le otorgaron en la edición de 2010 del Festival de Cannes por su película Tournée.

Su última apuesta.

Más allá de sus papeles como actor, su rol de director en El cuarto azul es su última gran apuesta. El punto de partida es un hombre y una mujer que se reencuentran. De allí una historia de suspenso y amor.

Un parecido que dio mucho que hablar.

Ni bien se estrenó la película La piel de Venus el parecido de Mathieu Amalric con el director del film Roman Polanski fue una de las cuestiones más comentadas por la crítica.

"La única vez que Roman se refirió al tema fue cuando estábamos comprando el vestuario para mi rol. Él bromeaba y dijo: Estoy buscando una chaqueta para mi hijo", contó el actor.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Estrena dos películas la próxima semana en la cartelera montevideana.

Nombres del Domingo El Mercurio /GDA

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad