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Llegó la hora de meditar

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Cada vez son más las personas que buscan tranquilidad en la meditación

En los últimos dos años los uruguayos apelan cada vez más a esta práctica. Buscan bajar el estrés y desconectarse.

En la fachada de una casa pintada de verde en Punta Carretas hay un cartel: El Arte de Vivir. Además, hay tres chicas de no más de 30 años paradas en la vereda: miran la hora, miran a la casa, se saludan tímidamente. Es allí, sin dudas. Solo es necesario entrar, atravesar un pasillo que la conecta con el patio y llegar a un gran salón que hay en el fondo. Para ingresar allí es necesario descalzarse. El piso es verde y en un rincón hay una especie de escenario y en el escenario hay una silla al ras del suelo. Hay, también, muchas cajas de pañuelos, una pandereta, y sobre una mesa un mantel, una foto del maestro indio Sri Sri Ravi Shankar y flores. De a poco el salón se llena de sillas similares y de personas descalzas que van llegando al taller de meditación.

El Arte de Vivir es una organización fundada en 1981 por Sri Sri Ravi Shankar, líder humanitario "que dedica su vida a enaltecer los valores que propician una mejor convivencia social y bienestar personal", explica la instructora Verónica Abella. Así, ofrecen programas de eliminación del estrés, yoga y meditación.

No es casualidad que un sábado a las cuatro de la tarde unas 15 personas elijan ir a meditar o a descubrir "qué es eso de la meditación". O, en realidad, no es casualidad que los talleres y cursos de meditación, cualquiera sea su procedencia o su técnica, estén colmados. De esta forma, todas las personas consultadas por Domingo coinciden en que la búsqueda de un camino espiritual en Uruguay es una tendencia cada vez más fuerte, "especialmente", dirá el coach de Mindfulness, Silvio Raij, "en las mujeres de entre 30 y 50 años". José Majo, instructor de El Arte de Vivir, coincidirá en cuanto a las mujeres pero dirá que a sus cursos llegan "de todas las edades". Y el denominador es común: parar, desconectarse y alejarse del estrés de la vida diaria. "La gente no sabe cómo apoyar la cabeza en la almohada y dejar de pensar", dirá también Silvio. "Y con la meditación lo pueden lograr".

Qué es meditar.

"¿Por qué están acá?", pregunta el instructor. "Por estrés", responde una chica. "Porque he querido meditar y sola no puedo", dice otra. "¿Por qué no podes?", le pregunta y ella dice que no sabe, simplemente no puede dejar su mente en blanco. Sin embargo, explica Majo, en la concepción de El Arte de Vivir, meditar no es "no pensar en nada. Es estar acá, en el presente al cien por ciento, pero sin hacer nada, y si vienen pensamientos, que vengan, hay que aceptarlos y dejarlos pasar".

A su vez Raij, instructor de Mindfulness en Uruguay — disciplina que tiene raíces budistas—, afirma que, cualquiera sea la práctica meditativa que se practique, el fin último siempre es "hacer silencio y empezar a escuchar tu mundo interno para entenderlo". De esta forma, sostiene que la meditación es una manera de educar a la mente para aprender a manejar el "mundo interior", que se compone por pensamientos, sentimientos y emociones. "Algo que no nos enseñan desde chiquitos es a manejar nuestro mundo interior, y como es sutil e invisible a uno le parece que no se puede, pero la meditación justamente es la herramienta para poder manejar todo eso", asegura Raij.

En la misma línea Abella, de El Arte de Vivir, asegura: "Nos enseñaron a hacer todo menos a lavar nuestra mente". La meditación le permite a la mente "consciente asentarse y profundizar en sí misma, aportando también un descanso profundo". Es así que, según cuenta Abella, veinte minutos de meditación equivalen a cuatro horas de sueño: "Permite a la mente calmarse y descansar en niveles profundos de relajación".

"Hoy vamos a meditar", dice Majo a las más de quince personas que lo escuchan. "Pero antes vamos a aprender la técnica de respiración del fuelle, que permite elevar la energía y mejorar la concentración". Y entonces, todo queda en silencio y el sonido de la respiración —"inhalaciones profundas"— se hace sentir.

Enfoques y técnicas.

Si bien las técnicas de meditación se clasifican de varias formas, según Raij pueden resumirse en dos enfoques: "A grandes rasgos, unas corrientes utilizan la energía de dios, como cada uno la entienda, y las otras son prácticas de contemplación y manejo de tu mente, pero no utiliza la imagen de dios", explica. Y aclara que la relación con dios es "simplemente una conexión con una fuente que es más poderosa y que me puede ayudar a mejorar".

Dentro de estos enfoques, además, hay corrientes meditativas de todo tipo: algunas que se centran en la respiración y la utilizan como herramienta para acceder al interior y calmar la mente, otras que utilizan el mantra, es decir, la repetición de una palabra o frase; existen otras que tienen que ver con la devoción, con rezarle a algún dios o diosa en particular y también hay prácticas contemplativas, que se basan en contemplar el funcionamiento de la mente y aceptar todo lo que ocurre en ella. Sin embargo, cualquiera sea el enfoque o la práctica meditativa que se frecuente, la quietud y la calma parecieran ser un factor común a todas.

"En Uruguay debe haber más de 20 corrientes y maestros de meditación", asegura Raij. Sin embargo, algunas son tendencia a nivel mundial, como el Mindfulness o el raja yoga, una especie de yoga para la mente.

En el caso de Gabriel (42), que medita desde hace cinco años, combina dos técnicas: la Vipassana, que es una de las más antiguas de la meditación india y que significa, a grandes rasgos, ver las cosas como realmente son, y la Anapana, que "simplemente significa atención a la respiración", dice.

Así, explica Gabriel, la Vipassana, implica centrar la atención en "todo el marco físico con sus sensaciones corporales y en toda la actividad mental del momento en que se medita". De esta forma, en una inmovilidad física, se trata de volcar la atención a nosotros mismos, "haciendo un uso objetivo y ecuánime de ella, para observar atentamente la realidad física y mental momento a momento, tratando de que la atención no se disperse".

Como para prestar atención a ti mismo…

Sí, claro. Ahí es donde empiezas a ver que ese "tú mismo" fluye constantemente, igual que las sensaciones corporales, entonces empiezas a ver objetivamente qué puede ser "tú mismo", es decir, empieza un proceso introspectivo que fluye día a día y año a año para ser más objetivo con tu realidad.

Para practicar esta técnica es necesario estar en un lugar tranquilo y silencioso, quieto, sentado en una posición cómoda y con los ojos cerrados. Sin embargo, aclara Gabriel, una vez que la práctica se vuelve constante, se puede aplicar a la vida diaria.

Por su parte el Mindfulness, una de las técnicas que es tendencia en la actualidad, es una disciplina que no persigue ningún objetivo específico, sino que se trata de contemplar lo que existe en el interior en cada instante: "Consiste en ver tu interior y poder aceptarlo", sostiene Raij.

Lo importante es ubicarse en el momento presente "porque en el futuro hay ansiedad, hay preocupación y en el pasado puede haber depresión o tristeza, el único instante real, de paz, es el presente". Y lograrlo es, según el instructor, "vergonzosamente sencillo": se trata de utilizar cualquier función del cuerpo como un ancla en el presente, la respiración o el latido del corazón por ejemplo. Por supuesto, que no es una técnica que se aprenda de un día para otro, pero, una vez adquirida, las personas podrían aplicarla en su vida cotidiana y "meditar mientras hacen la cola en la caja del supermercado".

En El Arte de Vivir, en tanto, para meditar utilizan el Sudarshan Kriya, una técnica de respiración rítmica creada por Sri Sri Ravi Shankar que "incorpora específicos ritmos de respiración naturales, armonizando el cuerpo, la mente y las emociones", sostiene Abella. Así, enseñan y utilizan técnicas de respiración que ayuden a llegar al estado de meditación, es decir, de total relajación.

Beneficios.

A Laura (41) le diagnosticaron cáncer de mama en abril del año pasado. "En diciembre me dijeron que ya estaba bien, que no tenía más cáncer", cuenta. Si bien había empezado a meditar en 2009, fue durante su enfermedad cuando sintió que la meditación fue clave. "Durante la quimioterapia hay cantidad de síntomas físicos. Vos podés sentirte muy bien mentalmente, pero lo físico empieza a interferir en la mente y en tu estado anímico de forma muy fuerte si vos no logras mantener eso en un plano físico", dice Laura, sonriente. Y así se mantendrá durante toda la charla.

¿Por qué fue tan importante la meditación en ese momento?

Porque yo soy un cuerpo, una mente, un espíritu y un conjunto de emociones, entonces yo no podía permitir que el cuerpo dominara todo mi ser. Yo sabía que si lo permitía, la iba a pasar extremadamente mal. Lo que quiero decir con esto es que para mí la meditación fue clave porque cuando los niveles de malestar físico aumentaban, en vez de que quejarme todo el día, me acostaba y meditaba.

"La meditación no es magia pero funciona muy bien", sostiene Raij. "Ayuda a no enojarse tan seguido, a no estresarse, a calmar niveles de ansiedad, a personas con insomnio". El Mindfulness enseña también cómo manejar el dolor: "Ayuda a nivel mental y físico, porque todo lo que ocurre en el cuerpo se inicia en la mente", agrega el instructor.

Además, Abella dice que la meditación contribuye a eliminar las emociones negativas "como la ira, la frustración y depresión, dándole calma y foco a la mente, y energía y relajación completa al cuerpo".

En el caso de Gabriel, la meditación no es solo una forma de relajarse, sino que constituye un estilo de vida: "Más allá de las dificultades que pueden surgir en una cultura en la que este tipo de prácticas no es corriente, yo la adopté como forma de vida, especialmente porque vi los resultados". Por eso, todos los días le dedica una hora en la mañana y una hora en la tarde. "Con ese tiempo es suficiente", dice, porque constituye una experiencia que puede llegar a ser muy exigente física y mentalmente.

Durante la meditación ocurren dos cosas, sostiene Gabriel: "Inmediatamente recibís respuestas o te das cuenta con objetividad de cosas que te están pasando y que tenés que hacer y, por otra parte, sabés que meditando vas a encontrar toda la tranquilidad que necesitás. Parece increíble pero es así".

Raij afirma que los cambios en las personas que comienzan a meditar se ven muy rápido: "Empiezan a estar más contentos". La meditación, entonces, ayuda a elegir en qué pensar y cómo pensar. "Si elegís cómo pensar, estás eligiendo cómo sentirte", asegura.

Y Laura lo hizo. El cáncer, lejos de ser un problema, fue "una bendición": "A mí todo esto me ayudó a ver que todo es perfecto, aunque no lo parezca, todo es perfecto así como está y esto, desde la mente, es imposible de ver", dice. Su mente le repetía todo el tiempo que se podía morir, que su enfermedad era grave y que había crecido mucho en poco tiempo. "Pero meditando, conectándome con mi ser, yo supe que no me iba a morir de esto. Mejor dicho, yo sentí que el cáncer había venido para irse rápido". Y esa, además de su sonrisa, era su única certeza.

Empresas acuden a la meditación.

Silvio Raij se formó en la India, haciendo un curso de yoga para la mente en la Universidad Espiritual Brahma Kumaris. "Ese curso me dio vuelta la cabeza, me dio tanta felicidad y tanta paz que supe que quería eso para mi vida". Después siguió estudiando en esa universidad y capacitándose de distintos modos. Actualmente, además de dictar cursos de reducción del estrés grupales e individuales, tiene una consultora en la que trabaja haciendo capacitaciones para diferentes empresas, nacionales o multinacionales, en las que dicta cursos de reducción del estrés, o talleres de liderazgo y de manejo del cambio. Además, brinda charlas para organizaciones y empresas que lo llaman.

"Es increíble que me llamen de un banco para que ayude a sus empleados a relajarse", dice. Además, dicta cursos en colegios para docentes y profesores y se está formando para dar clases de meditación a niños.

Tendencia que se expande.

Cuando Silvio Raij empezó a meditar, hace 18 años, no imaginó que en Occidente el camino espiritual pudiera tomar una postura tan "fuerte". Cuando comenzó, dice, lo veían como "un hippie raro". Sin embargo, actualmente, cada vez más personas buscan tranquilidad en la meditación.

Incluso, en El Arte de Vivir, tienen un curso especial, el Prision Smart, que consiste en dictar el Happines Program a los reclusos y hacer un seguimiento semana a semana. "No podemos hacerlo en todas las cárceles por una cuestión de orden y porque requiere de un seguimiento a largo plazo", explica Camila, instructora de la organización. Los talleres son brindados por personas capacitadas específicamente para trabajar en cárceles. "Hay un antes y un después para las personas que toman el curso de El Arte de Vivir que están privadas de su libertad", dice en un video Ismael Maestrini, coordinador del programa. Y Camila asegura que "la respuesta de los chicos es increíble".

Algunas opciones para iniciarse en la práctica en Uruguay.

Silvio Raij propone un curso de reducción del estrés basado en Mindfulness que dura ocho semanas, es decir, ocho clases, en el que se explica la meditación como una manera de vivir en el mundo de forma más presente y más consciente. El curso fue creado por Jon Kabat Zin, médico y profesor universitario de Massachusetts; su gran mérito fue unir la ciencia con la espiritualidad: "Unió los estudios científicos de la neurociencia a una práctica espiritual", explica Raij. Después del curso, las personas deberían estar capacitadas para adaptar la disciplina a su vida cotidiana.

En El Arte de Vivir, actualmente, se imparte el Happines Program, un curso de cuatro días en el que enseñan técnicas de respiración y meditación, entre ellas, el Sudarshan Kriya, creada por Sri Sri Ravi Shankar. "Cada emoción está asociada a un ritmo en nuestra respiración; al aprender técnicas de respiración comenzamos a observar cómo nuestras emociones también pueden ir cambiando, cómo tenemos un mejor descanso, cómo aumentamos nuestro nivel de energía y mejoramos nuestra calidad de vida", explica Abella.

En cuanto a la Vipassana, existen 170 centros permanentes en todo el mundo en los que se brindan cursos. Sin embargo, el centro más cercano a Uruguay está en Buenos Aires, Argentina, o en Brasil. A nivel local, los cursos que se dictan son financiados por los mismos meditadores, cuenta Gabriel, y por lo general se realizan en locales alquilados. El centro permanente más grande del mundo está en India, cuenta con una sala para 10.000 meditadores, tiene un centro de investigación y una biblioteca.

Cada vez son más las personas que buscan tranquilidad en la meditación
Cada vez son más las personas que buscan tranquilidad en la meditación
Silvio Raij dicta cursos de reducción de estrés basados en Mindfulness
Silvio Raij dicta cursos de reducción de estrés basados en Mindfulness
En El Arte de Vivir utilizan técnicas de respiración para lograr meditar . Foto: M. Bonjour.
En El Arte de Vivir utilizan técnicas de respiración para lograr meditar . Foto: M. Bonjour.
Es necesario encontrar un lugar tranquilo y silencioso para meditar
Es necesario encontrar un lugar tranquilo y silencioso para meditar

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