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El hombre en las sombras

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Michael Kelly se consolidó en su papel de hombre duro detrás del poder.

Michael Kelly interpreta a la mano derecha del poderoso y oscuro Frank Underwood, el papel que parece estarlo consagrando definitivamente.

Estos personajes son quienes son. Son todos adultos, es difícil ver un cambio sustancial en sus personalidades. No veo a Doug Stamper teniendo una revelación y diciendo ‘debería ser un buen tipo’", dice Michael Kelly al portal del canal chileno Tele13. El actor habla apenas unos días antes del lanzamiento, el próximo martes 30, de la esperada quinta temporada de House of Cards en la plataforma Netflix. Su figura se ha vuelto conocida para los seguidores de uno de los dramas televisivos más adictivos de los últimos tiempos. Y si cabe esperar un costado aún más oscuro de Frank Underwood (interpretado por Kevin Spacey), ese es sin duda el personaje que encarna Kelly, el fiel, silencioso y letal Doug Stamper.

Nacido como Michael Joseph Kelly el 22 de mayo de 1968 en Filadelfia (Pensilvania, Estados Unidos), creció y se formó en Georgia, aunque luego se graduó en la Universidad de Carolina del Sur. Si bien su filmografía no es muy extensa, Kelly cuenta con una larga carrera televisiva que se inicia en 1994 con su participación en la serie Lifestories: Families in Crisis. Pero comenzaría a ser definitivamente más visible al participar en la laureada serie policial La Ley y el Orden, Unidad de Víctimas Especiales, un spin off de La Ley y el Orden, emitida entre 2000 y 2006. También tuvo su participación en otra serie que hizo época, como el policial protagonizado por Michael Chiklis, The Shield.

Kelly ha tenido esporádicas apariciones en papeles secundarios dentro de grandes producciones televisivas, en programas de culto como lo son actualmente la británica Black Mirror, o en Personas de Interés, un thriller de espías donde Kelly encarna a un duro agente de la CIA.

Pero su consagración, al menos como actor de reparto, ha llegado con la adaptación estadounidense de la serie House of Cards. La historia llevó en la ficción al hombre más inescrupuloso y oscuro hasta el sillón del más poderoso del mundo. Y detrás de él quien está para todo como mano derecha ejecutora es el parco Doug Stamper.

El personaje ha ido adquiriendo mayor complejidad a lo largo de las cuatro temporadas ya emitidas de la serie. Y a estar por las declaraciones del propio Kelly en lo previo a su lanzamiento, ese oscuro pantano en el que se mueve no hará más que espesarse.

Durante la primera temporada el personaje de Underwood, que aún es un congresista demócrata que suma más y más influencia, aparece en primer plano cometiendo dos crímenes. En el primer episodio, y a modo de tarjeta de presentación, mata a un perro en la calle con sus propias manos. ¿Un crimen menor? No, apenas un revulsivo prólogo de lo que será capaz de hacer más adelante.

Poco después, cuando traba una relación con la periodista Zoe Barnes (que encarna Kate Mara), Underwood juega con frialdad a un equilibrio entre el sexo y la extorsión lisa y llana. Cuando ve su futuro en peligro no lo duda un segundo y arroja a Zoe por las vías del metro.

Los dos episodios son recordados por Kelly al describir los arranques "muy emocionantes" de la serie, que luego sigue desarrollándose como una locomotora "a todo vapor".

A partir de entonces y muy gradualmente, el personaje de Doug Stamper comienza a crecer silenciosamente. Cada vez más Stamper es el hombre que se ensucia las manos para salvar la carrera de su jefe supremo, por quien guarda una fidelidad casi total.

No es Stamper un mero bruto que sabe utilizar los puños y las armas por igual. Lejos de ello, demuestra que es capaz de urdir las estrategias más complejas para hundir a los adversarios de su jefe. A partir de entonces Stamper se convierte en una pieza imprescindible en todas las estrategias de Underwood.

Pero todo hombre poderoso tiene su costado de debilidad, como han demostrado los grandes autores del drama desde Shakespeare —al que la serie debe bastante en el juego de perversidades de la pareja presidencial de aires macbethianos— en adelante. Y Stamper lo tiene. Arrastra de su oscuro pasado la marca de un alcohólico en recuperación. Y como le ocurre a todos los adictos, la caída en el abismo siempre parece estar muy cerca.

Convertido en jefe de personal de la Casa Blanca, Stamper seguirá siendo la sombra de su amo, pero en la última temporada su espacio se ve drásticamente recortado al compartirlo con la mano derecha de Claire Underwood, el consejero Lean Harvey. Este tenso equilibrio en segundo plano será, dicen los especialistas, uno de los nudos argumentales de la quinta temporada. El otro estará puesto en el clima de creciente paranoia que se desata cuando los Underwood deciden pasar a la guerra contra el grupo terrorista que parece un émulo del Estado Islámico con rasgos de Al Qaeda.

Curiosamente, la serie, por lo que trascendió, no hará ningún tipo de alusión a la vida real dentro de la Casa Blanca a partir de la asunción de Donald Trump.

"La quinta temporada fue escrita mucho antes de los resultados de las elecciones de 2016, pero los productores admiten que algunas líneas pasan por una parte sensible. El campo de batalla para la temporada cinco es la psique estadounidense", explicó la productora ejecutiva de la serie, Melissa James Gibson.

Pero a juicio de la productora —que entró en funciones al final de la temporada anterior cuando se retiró quien ejercía ese cargo, Beau Willimon— "eso puede ser un paralelo con nuestro mundo real".

En ese complejo entramado de intereses y oscuras ambiciones, las principales por supuesto a cargo de Frank y Claire, se moverá Stamper. La mano derecha en la oscuridad del hombre más poderoso del mundo deberá protegerlo de la mujer más poderosa que tiene a su lado en la presidencia.

También en una serie británica de época.

Michael Kelly forma parte de otra serie que viene reuniendo los elogios de la crítica. Se trata de Taboo, un drama ambientado en 1814 que tiene en el papel principal a Tom Hardy encarando al inglés James Delaney, quien regresa a su tierra natal a la muerte de su padre luego de pasar doce años en África. Pero Delaney regresa con catorce diamantes robados, lo que dispara la trama en medio del conflicto que mantiene Inglaterra en América del Norte.

Esta serie que por ahora tiene ocho capítulos y estrenó la BBC One es una creación de Steven Knight, un guionista británico que se destacó por el guion original de la película Promesas del Este, protagonizada por Viggo Mortensen.

La producción pertenece al equipo de Ridley Scott, un factor que ha puesto la atención sobre el proyecto desde su arranque. Aunque tampoco han faltado críticas, sobre todo algunas formuladas por historiadores británicos por el retrato impiadoso que la serie hace de la Compañía Británica de las Indias Orientales, que cuenta con inexactitudes históricas.

Investigó para hacer el papel.

Para interpretar a Doug Stamper, el actor Michael Kelly hizo un estudio sobre los perfiles de políticos reales. Pero eso solo fue la base sobre la que edificaría el papel del jefe de Gabinete de Frank Underwood, luego le agregaría los ingredientes propios de la ficción. Precisamente, respondió con franqueza cuando se le preguntó sobre este punto. “Sí, hablé con un jefe de gabinete de Nueva York. Antes de empezar el show, quería repasar sus rutinas diarias para entender por qué el trabajo de Doug es un poco más interesante que el de un jefe de gabinete promedio”, señaló. “Beau Willimon (creador de House of Cards ) me dio indicaciones muy sencillas antes de poner pie en escena: ‘No quiero que expreses emociones porque quiero que al final de la temporada la audiencia se pregunte qué pasa contigo’”, contó el actor. De algún modo, Doug Stamper aún continúa siendo un enigma.

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