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Gimnasia sin paredes

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Noelia usa elementos de la ciudad para sus rutinas. Foto: F. Flores

Cada vez más personas eligen los entrenamientos grupales al aire libre.

La tarde se presta para estar al aire libre. Es viernes y la zona del Parque Rodó por Gonzalo Ramírez y Requena está inquieta cuando son las siete. Líber Mesa, entrenador personal e instructor de fitness y musculación, elige un lugar para empezar a armar el circuito mientras los alumnos van llegando. "Con este grupo trabajamos hace cuatro meses, más o menos, desde que los días han estado lindos", cuenta, y aclara que hace un año y medio que trabaja con este tipo de clases grupales al aire libre.

Para optar por estos entrenamientos, el denominador es común: tener un espacio para recrearse y despejarse, mientras aprovechan para hacer ejercicio. Natalia es psicóloga y tiene 31 años. Entrena en un gimnasio hace dos años, en donde conoció a Líber. "La propuesta que él hace es súper interesante y creativa", dice, antes de empezar con el calentamiento. "Está bueno ir al gimnasio, yo sigo yendo, pero en estos entrenamientos, además de hacer ejercicio recreás la vista, ves el cielo, ves verde. Es más distendido", asegura.

Lo mismo piensa Patricia, que hace un mes y medio que es parte de este grupo: "Soy diseñadora gráfica y paso muchas horas encerrada, sentada frente a la computadora, con mala postura. Está bueno poder contrarrestar eso y poder respirar mientras hacés ejercicio; si bien sigo yendo al gimnasio, venir acá es más liberador".

"Empezamos con 50 saltos", dice Líber a los nueve alumnos que ya están prontos para arrancar. "La entrada en calor por lo general siempre es la misma. El objetivo es que haya movilidad de todo el cuerpo", explica el entrenador a la vez que hace señas a dos alumnos que llegan tarde para que empiecen a trotar.

Líber camina alrededor de los participantes, los mira, los corrige. "Nacho, con ese ejercicio te duele la espalda?", le pregunta a uno de ellos.

El entrenador explica que este tipo de rutina se podría "trasladar perfectamente a un gimnasio, los beneficios físicos son los mismos, pero entrenar al aire libre siempre tiene algo de lúdico, los alumnos lo usan para despejarse".

La idea de Líber es plantear una clase que lleve el entrenamiento funcional al mundo del fitness. Señala que ese tipo de propuesta "es todo aquel sistema de acondicionamiento físico que apunte a mejorar el funcionamiento y la funcionalidad del cuerpo, entendido este como un todo. Se utiliza mucho en rehabilitación y como terapia pos lesiones". Sin embargo, llevado al fitness, es una propuesta que incluye "ejercicios para mejorar fuerza, resistencia, potencia, flexibilidad, coordinación y equilibrio".

Eso explica "por qué las sesiones de entrenamiento son tan dinámicas e incluyen ejercicios o movimientos más complejos y desafiantes que una clase aeróbica o localizada convencional", afirma el entrenador.

Los alumnos se siguen sumando a la clase. "Yo propongo entrenar tres veces por semana dos horas", indica. "La idea es que sí o sí tengan unos cuarenta minutos o una hora de entrenamiento intenso, por eso ellos recién llegan". Mientras, el entrenador sigue dando indicaciones y mostrando nuevos ejercicios: "Lo más intenso que puedas, Nati, vení más hacia abajo. Los que terminan hacen 50 abdominales comunes y 25 laterales para cada lado".

Beneficios.

Jannette Ilutovich, de Tai Gym, tiene un grupo de 10 u 11 madres del colegio Saint Georges y entrenan "durante todo el año, sea invierno o verano en el Oceanográfico".

La profesora coincide en que los beneficios de estos entrenamientos, a nivel físico, quizás sean los mismos que los de ir a un gimnasio, pero se le suman otros para la mente: "Te despejás de todo".

En ese mismo sentido, el psicólogo Jesús Chalela, presidente de la Sociedad Uruguaya de Psicología del Deporte, considera que "los entrenamientos grupales generan factores psicosociales, que ayudan, en algunas personas, a estar acompañadas, ya que entrenar solas los desmotiva y finalmente abandonan".

Así, dentro del grupo de Líber, hay personas a las que "no les gusta entrenar en un gimnasio y en esta forma de actividades encontraron una forma de integrarse a hacer ejercicio".

A su vez, las alumnas de Jannette, "en su mayoría son personas que trabajan durante mucho tiempo en oficinas o en lugares cerrados y la única posibilidad de estar al aire libre es mientras entrenan".

Hace dos años que Noelia Lorenzo tiene grupos de entrenamiento al aire libre (foto superior). En su caso también traslada las diferentes técnicas y métodos de entrenamiento del gimnasio a un espacio libre y los combina con elementos de la ciudad como "escaleras, barandas, desniveles, bancos, los aparatos que instaló la Intendencia. Todo es utilizable", dice Noelia, "desde los cordones de las veredas hasta las ramas de los árboles". De esta forma, plantea sus clases en distintos lugares entre Buceo y Punta Gorda.

La entrenadora propone sus clases dependiendo del objetivo planteado para el día y, en base a él, selecciona los elementos que utilizará en el armado del circuito. "La idea es que las alumnas puedan seguir el ritmo de la clase, entonces se adaptan los tiempos de la rutina a la capacidad actual de cada una", cuenta.

Noelia dice que está afín a este tipo de actividades desde hace mucho tiempo: "Toda la vida trabajé como profesora para gimnasios que me contrataban, pero incluso en ese entonces encontraba la manera de salir. Si por ejemplo me tocaba hacer una clase GAP: Glúteos, Abdomen y Piernas, me llevaba a las alumnas conmigo a la playa o a una plaza".

Sobre los principales beneficios de este tipo de actividades, la entrenadora sostiene que los alumnos tienen un "efecto sorpresa" que, en su experiencia, "los lleva a motivarse para mantener la actividad física".

Además, entrenar afuera le brinda la posibilidad de avanzar en distintos objetivos Así, la entrenadora explica que "al no tener las limitaciones de las cuatro paredes de la sala de un gimnasio" puede generar subgrupos para "atender a las distintas necesidades de las alumnas en ese momento determinado. El trabajo se convierte en algo más personalizado".

También, la clase se "potencia por el lugar, por el oxígeno que hay disponible", dice Noelia y cuenta que sus alumnas le dicen "que se sienten libres, que les da energía, que es el único momento del día en el que realmente pueden estar en contacto con la naturaleza".

Los tres expertos consultados coinciden en que cualquier persona sana puede hacer este tipo de entrenamiento. Líber explica que a sus alumnos los hace completar y firmar un formulario antes de iniciarse en la actividad, si bien sostiene que "ninguna actividad es para todo el mundo, ni estos entrenamientos ni una clase en un gimnasio". Así, tiene alumnos entre los 18 y 60 años, al que igual que Noelia y Jannette.

Chalela afirma que los entrenamientos grupales al aire libre son una tendencia cada vez más marcada que eligen las personas para combatir el estrés, no estar atados a horarios rígidos de gimnasios y clubes, para estar más cerca de los integrantes del grupo y para fortalecer los factores psicosociales".

Misma clase, distinta intensidad.

Las clases que propone Líber son iguales para todos sus alumnos porque el principal objetivo es "moverse, que te sientas motivado para hacer ejercicio". Así, semana tras semana varía las rutinas y, a medida que va conociendo a quienes se ejercitan, cambia la intensidad de los ejercicios que propone dependiendo de los objetivos de cada uno. Además, les da consejos nutricionales para que puedan cumplirlos. "Yo no soy nutricionista, no les doy una dieta, son solo consejos para alimentarse mejor", explica.

Variar e innovar en la rutina.

La rutina que propone Noelia depende, además del objetivo del día, de las metas que cada alumna persiga. Así, la entrenadora cuenta que intenta incorporar "ejercicios nuevos todo el tiempo y variarlos", para que las alumnas se mantengan motivadas y "no puedan anticipar lo que se viene en el entrenamiento". Busca trabajar con el peso del cuerpo, sin utilizar más elementos que los que encuentra en la ciudad. Jannette, en tanto, traslada el material que usa en el gimnasio para utilizarlo al aire libre.

Noelia usa elementos de la ciudad para sus rutinas. Foto: F. Flores
Noelia usa elementos de la ciudad para sus rutinas. Foto: F. Flores
Líber combina el entrenamiento funcional y el fitness, Foto: F. Ponzetto.
Líber combina el entrenamiento funcional y el fitness, Foto: F. Ponzetto.
Jannette traslada elementos del gimnasio para sus rutinas. Foto: F. Flores.
Jannette traslada elementos del gimnasio para sus rutinas. Foto: F. Flores.

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