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"Digo lo que pienso aunque no guste"

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Alfredo Etchandy

Periodista, abogado, competidor y dirigente, tras una vida junto al deporte decidió aceptar un desafío que encara como el gran cierre de su carrera: un lugar de conducción.

LUIS PRATS

"¡Etchandy, hacé preguntas más fáciles!", le gritaron una vez por la calle, señal de su popularidad y de la expectativa que provocaban sus desafíos al público al final de La hora de los deportes. El detalle es que ese día Alfredo Etchandy caminaba por Viena, junto al recordado periodista de El País Juan Alfonzo.

Los domingos por la noche en el canal estatal, Etchandy (64) aporta sus opiniones medidas y a menudo tajantes en el vértigo del programa. "Siempre digo lo que pienso, aunque a veces no guste", afirma. También se hizo sólida fama de saber mucho sobre la historia del fútbol. Las preguntas que formulaba a la audiencia se volvieron un clásico, con masiva repercusión. Para hacerlas menos complicadas optó por adelantar tres opciones de respuesta. Y se llegaron a sortear autos y un apartamento entre los participantes.

Ya son 45 años de trayectoria como periodista, abogado, dirigente, docente, pero por sobre todas las cosas deportista, lo que le llevó a aceptar este año el ofrecimiento del presidente Tabaré Vázquez de un cargo en su gobierno como subsecretario de Deportes.

Empezó en el periodismo en 1970, tras un curso en el Círculo de Periodistas Deportivos. Con varios compañeros de clase consiguieron un espacio en radio Fénix los domingos de noche y comentaban lo ocurrido en el fútbol del fin de semana.

Entonces ya estudiaba Abogacía pero demoró años en recibirse porque debió hacer muchas pausas. "Fue una etapa muy dura. Trabajaba en radio Sport con transmisiones de fútbol y básquet, en El Diario de mañana y en la Intendencia de Montevideo de tarde, tenía clases y prácticas de facultad. Fue un esfuerzo grande que me llevaba todo el día. Al final le prometí a mi abuela que me iba a recibir. Lamentablemente ella no pudo verlo, pero el día que salvé el último examen lo primero que hice fue ir al cementerio para dedicárselo", recuerda.

Como abogado abrió un estudio con amigos y ejerció durante un tiempo. Después el periodismo pudo más. "Siempre me sentí más periodista que abogado", se define. En un tiempo se decía que para ser comentarista deportivo radial había que ser abogado. Para él, en realidad es al revés: "Los periodistas nos hacemos abogados para tener otra entrada y poder vivir mejor", asegura.

"Mis padres siempre me inculcaron la necesidad del estudio —agrega—. La educación es la mejor llave que se le puede regalar a los hijos para abrir puertas en el futuro. El estudio es perpetuo. Uno lo descubre con el tiempo, porque desde que uno nace hasta que muere tiene que perfeccionarse para seguir abriendo puertas. Y me refiero tanto a la educación formal como a la que da la vida, incluso a través de personas que nadie imaginaría que nos pueden enseñar".

Es uno de los periodistas deportivos que no esconden de qué club es hincha. Hace algunos años reveló a Sábado Show que es de Peñarol. "No me perjudicó, al revés. En la revista de Nacional, Decano, una vez comentaron que yo había tenido la honestidad de decirlo. Eso no significa que si comento algo sobre Peñarol no lo haga con objetividad. Sé diferenciar el hincha del periodista. Soy socio desde que nací porque me hizo mi padre, muy hincha, quien siempre pagó mi cuota. Y fui a buscar las medallas de 30 y 50 años de socio como reconocimiento a él, que ya había fallecido", explica.

Por otra parte, para uno de sus libros hizo una encuesta y comprobó que el 60,8% de los periodistas deportivos es de Peñarol, aunque no reveló quiénes son porque algunos no querían decirlo, cuenta. Y anota con picardía: "Pero se lo hice decir a Sonsol en La Hora de los Deportes. Lo presenté como pregunta al público y las tresopciones eran: carbonero, aurinegro o mirasol".

Actividades.

"El deporte, junto a mi familia, son las cosas más importantes de mi vida", se define. Y por eso siempre sintió que debía realizar sus aportes, como periodista, competidor o dirigente.

Así, su lista de actividades se hizo larga. Practicó básquet en Aguada, fútbol de salón en el club Congreso, además de tenis de mesa y otros deportes de manera más informal. Compitió federado en bochas. Fue dirigente de Ceibo Aguada en baby, en Aguada, Congreso, las federaciones de Fútbol de Salón, Patín y Básquet, ONFI (fútbol infantil), el Panathlon Club, estuvo en el programa Gol al Futuro, entre otros planes de promoción deportiva. Trabajó como periodista en prensa, radio y televisión. Escribió numerosos libros. Presidió el Círculo de Periodistas Deportivos y la Asociación Uruguaya de Derecho Deportivo. Integró la comisión redactora del proyecto de ley sobre la violencia en el deporte. Y sigue siendo docente en el instituto IPEP.

El estrés, más el sedentarismo, terminaron pasándole una factura, con un problema cardíaco que sufrió hace dos años. "Fue una etapa dura, me ayudó a sobrellevarla el doctor Carlos D Angelo, además de mi familia y sobre todo mis hijas. Ya en recuperación, no hacía nada, me aburría. No podía ni leer. Una mañana me levanté y me dije que por algo había que empezar. Y leí un rato. Al otro día me senté ante la computadora, empecé a escribir y así salió otro libro, 12 huellas celestes. Uruguay en los mundiales. Y me puse de nuevo en actividad", relata.

Claro que tuvo que reducir el trabajo, empezar a tomar medicamentos, hacer dieta, caminar. Así, logró bajar 15 kilos. "Caminar se ha vuelto casi una religión. Me gusta, sobre todo en verano, aunque ahora lo hago en cinta. Hago mis 10 kilómetros diarios", explica.

No quiso sin embargo dejar su lugar en La Hora de los Deportes, donde empezó en 1986, justo el día de la goleada ante Dinamarca por el Mundial de México. "Es un programa de polémicas que no tiene libreto, en el cual cada uno dice lo que quiere y sale como puede. Nos hemos peleado de verdad en el programa, aunque a larga nos volvemos a amigar. A mí me pasó de estar distanciado unos días con Sergio Gorzy por algo que dijimos. Yo trato de mantenerme sereno frente a la fogosidad de otros compañeros", dice y ríe.

Etchandy hasta escribió un libro con la historia del programa, que tiene anécdotas increíbles: "En Canal 5 había un gato que caminaba siempre por un pasillo alto de donde cuelgan las luces, y en un momento el gato cayó sobre nosotros, cuando estábamos al aire. Otra vez el canal se prendió fuego mientras salía el programa. Justo estaba hablando Da Silveira. Nos avisó Diego Jokas del incendio y nos empezamos a ir, pero el Toto seguía hablando. Fue el último en salir, cuando ya había mucho humo".

"Entre prensa, radio o televisión, creo que lo mío es la radio y me inclino por un programa de opinión y polémica", asegura. Y se pronuncia: "El periodista tiene tres jueces. Su empleador, la opinión pública y el único que me debe preocupar, su conciencia. Siempre digo lo que pienso, aunque a veces no guste".

Jerarca.

Pese a que Etchandy fue tradicionalmente votante del Partido Colorado, Tabaré Vázquez lo convocó para su equipo de gobierno en el deporte y aceptó porque comparte sus lineamientos para el área. Ahora es director de Promoción Deportiva del Ministerio de Turismo y Deportes pero con la inminente reforma legal se convertirá en subsecretario nacional de Deportes.

"En el deporte deben estar todos los partidos juntos, llevando adelante una política de Estado. Hay que atacar problemas como el sedentarismo de la población y la poca inclusión de la mujer en el deporte federado. Y llevar el deporte al ámbito nacional, para que no sea solamente de Montevideo", sostiene.

"Si toda mi vida estuve en el deporte, más de 45 años, como deportista, periodista o dirigente, y el día que tengo la oportunidad de estar en un cargo de conducción del deporte no acepto, toda mi vida anterior hubiera sido una mentira —enfatiza—. Me siento con ganas, con fuerzas y con ideas como para colaborar en este ámbito, y muy cómodo con el equipo con el cual estoy trabajando. Es el mejor cierre de mi carrera en el deporte".

SUS COSAS.

Su equipo.

Fue jugador, técnico de menores, dirigente, delegado ante la FUBB y vicepresidente de Aguada. "Una de mis escuelas de vida", asegura. Es hincha, aunque puede vivir los partidos con objetividad: "Sé reconocer en un partido si mi equipo merece ganar o no lo merece", dice. Le encanta el básquet, y si tiene que elegir, más que el fútbol.

Un personaje.

Un futbolista que apreció en forma especial fue a Juan Eduardo Hohberg, el ídolo de su padre, a quien Alfredo pudo ver jugar en su segunda etapa en Peñarol. Luego lo entrevistó varias veces cuando era entrenador. "En el Sudamericano Juvenil de 1981 en Ecuador estuve conversando de fútbol con él de dos de la tarde a once de la noche. Una gran persona", recuerda.

Una cobertura.

A Etchandy le tocó transmitir partidos importantes, pero la cobertura que más recuerda fue la del Mundial Juvenil de Australia en 1981, porque era su primer mundial. "Además, no sabía si llegaría a tiempo para ver el nacimiento de una de mis hijas. Uruguay quedó eliminado sorpresivamente, volví y a los tres días nació ella".

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