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El cuidado más íntimo

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Los expertos desaconsejan los baños de asiento, así como el uso del bidet

El 25% de las consultas que reciben los ginecólogos refiere a a problemas derivados de una incorrecta higiene femenina. Se debe prestar especial atención al tipo de los productos utilizados.

"Es importante hablar de la higiene femenina porque representa cerca del 25% de las consultas de los tocoginecólogos en los países de la región, por ende es una carga importante para la salud pública. Y después porque, a través de su correcta implementación, se puede corregir un montón de enfermedades". Conciso y pragmático, el médico argentino Silvio Tatti, especialista en endocrinología ginecológica y reproductiva y en ginecología oncológica, brinda las razones para poner sobre la mesa un tema del que prácticamente no se habla. "Los médicos lo podemos poner a discusión creando unas guías de higiene íntima femenina basadas en evidencia científica. Hay que educar a colegas que están en prevención primaria para que informen a sus pacientes".

Con ese objetivo, en estos días se lanzó justamente una Guía de Higiene Íntima, elaborada por más de 30 ginecólogos de la región y basada en las guías de la Federación Brasileña de las Asociaciones de Ginecología y Obstetricia (Febrasgo).

Los especialistas apuntan a desterrar la idea de que "con una ducha ya está". Aunque, aclara Tatti, es tan perjudicial una higiene incorrecta como una excesiva. ¿Cuál es entonces la manera adecuada de llevarla a cabo? En primer lugar, lo mejor es no utilizar jabones duros alcalinos ni neutros; deben ser ácidos —es decir, su ph debe ser menor a 6— y líquidos, ya que éstos tienen mayor capacidad de penetración. Lo que debe lavarse es la zona externa y la entrada de la vagina, pero no la vagina en sí, ya que se trata de un órgano que tiene un ecosistema estable. "O sea: no hay nada que hacer para mantenerlo", destaca Tatti, exjefe del Departamento de Postgrado de la Cátedra de Ginecología del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y director de la carrera de Medicina Especializada en Endocrinología Ginecológica y Reproductiva de la Universidad Favaloro.

¿Cuáles son los errores más comunes? Uno es higienizarse de atrás hacia adelante, porque así se arrastran bacterias del ano, que es sistemáticamente sucio, y se recontamina la vulva. Por otro lado, no hay que utilizar el bidet, "porque los baños de asiento de las abuelas ya son historia de abuelas", dice el experto. Nuevamente, por la zona anal esto recontamina la vulva y la vagina. Por lo tanto, además de adelante a atrás, la dirección del agua debe ser siempre de arriba a abajo.

¿Por qué es importante la higiene íntima? Porque si se altera la flora vaginal —el conjunto de microorganismos que viven naturalmente en la zona de la vagina actuando como barrera de protección— crecen gérmenes patógenos. Esto es: generadores de enfermedades. Tatti lo ilustra con dos ejemplos concretos. "En un embarazo, una flora anormal en la vagina puede infectar la membrana haciendo que se rompa prematuramente. Y un bebé no puede vivir mucho tiempo con una bolsa rota. Es el caso típico en el que hay que mantener una flora vaginal normal. También puede tener problemas una mujer que menstrúa y no se higieniza adecuadamente, ya que después de la menstruación se dan con mayor frecuencia las infecciones. Éstas pueden ser externas o internas, que son las que crean más secuelas a distancia, pues ascienden por el útero y llegan a las trompas. Esto puede obstruir las trompas y producir infertilidad. Y por ahí, una mujer tuvo esa infección a los 18 años y cuando quiere tener niños, a los 30, no puede. El mantenimiento del ecosistema vaginal normal tiene una repercusión", enfatiza el especialista. En la consulta, la manifestación de un problema de higiene incorrecta suele ser flujo, irritación, picazón o feo olor, los cuatro síntomas más frecuentes.

Finalmente, el médico señala que la higiene no es cuestión de etapas. Una niña que aún no menstrúa y no tiene estrógenos, una mujer que sí lo hace, una embarazada o una climatérica... todas tienen una flora vaginal diferente, pero todas requieren de cuidados. "La higiene íntima no es un concepto de una mujer de 25 años con dos hijos. Es un concepto de toda la vida".

Durante la menstruación.

¿Qué medidas de higiene deben tomarse durante la menstruación? El ginecólogo Silvio Tatti aconseja cambiar las toallitas cada cuatro horas, porque si no se acumula mucha sangre, descamación celular. "La sangre tiene un ph alcalino, entonces si tenés mucha durante mucho tiempo en una cavidad cerrada, que es lo que hace el apósito o el tampón habitualmente, modifica la flora vaginal. Es un período especial en el que hay que tener mucho más cuidado con la higiene íntima".

Elegir jabones de ph ácido.

El término ph significa "potencial de hidrógeno" y es una medida que indica las concentraciones de iones de hidrógeno que hay en una sustancia. Su valor va de 0 a 14: 7 es neutro, menor se considera acidez y mayor, alcalinidad. La vagina tiene un ph de 4, lo que significa que es ácida. La piel de la vulva también: tiene un ph de 5,5. Los jabones en barra duros tienen un ph de 10: son alcalinos. "Hay un conflicto entre el ph normal de la vagina y la piel con el producto con el que te lavás —aclara el ginecólogo Silvio Tatti—. Los detergentes le sacan a la vulva una pequeña capa que está por encima de la piel, llamada hipolipídica, que la protege de determinadas enfermedades. El exceso de lavado saca esta capa y la vulva está más expuesta a enfermedades, o si es una piel sensible, se irrita".

Cuándo higienizarse más.

La vulva tiene glándulas sudoríparas y su transpiración modifica el ph, lo que a su vez cambia la flora vaginal normal. Por eso, si una mujer realiza ejercicios en los que esté involucrada la vulva —como equitación, ciclismo o running— debe higienizarse al menos dos o tres veces por día. Los especialistas también recomiendan la higiene íntima después de las relaciones sexuales, ya que el esperma tiene un ph de 8: es alcalino y al tomar contacto con la vagina tiende a modificar la flora vaginal, creando infecciones. En cuanto a la ropa interior, se aconseja el uso de algodón, que permite el normal intercambio de aire entre la vulva y la vagina. Una cavidad húmeda y cerrada favorece el desarrollo de bacterias. Por esa misma razón, se desaconseja el uso de protectores diarios.

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