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Los correcaminos del sabor

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Route Food Truck, uno de los varios que ya trabajan en Montevideo.

Los food trucks llegaron para quedarse y cada vez son más, aunque por ahora solo se los ve en eventos privados en espacios abiertos con comida gourmet y tragos.

Se definen como restaurantes móviles. Su oferta gastronómica va desde las clásicas hamburguesas, a platos más refinados, incluido el sushi. Algunos rehuyen el término gourmet y prefieren hablar de "comida callejera de calidad". Los food trucks comienzan a estar cada vez más presentes en paseos de compras, ferias gastronómicas y eventos en espacios abiertos.

Santiago Garat, que se define como cocinero y trotamundos, fue uno de los pioneros en el país. "Empecé en el año 2013 con la idea de hacer comida de calle, una modalidad gastronómica que siempre me interesó", cuenta.

Garat tenía una idea muy clara de lo que quería hacer, al punto que mandó a fabricar su camión a Estados Unidos, a una fábrica especializada en food trucks. "Yo he sido cocinero toda mi vida, recorrí varios países donde pude conocer diferentes experiencias gastronómicas, en particular la comida de calle, yo soy un convencido de que siempre es mejor comer en la calle que en un restaurante", asegura.

Luego de haber visto varios camiones de comida en distintas ciudades del mundo, incluida Buenos Aires donde ya son furor, Garat se convenció a sí mismo de que era el camino que quería seguir. "Cuando se me ocurrió la idea y traje el camión, lo hice aún sabiendo que no había legislación. Pero ahora estoy convencido de que si no lo hubiera traído hoy no habría una nueva normativa", dice.

Garat explica que no tomó esta opción porque fuera más económico que montar un local gastronómico con todas las de la ley. "Para mí supuso una inversión de alrededor de 50.000 dólares, es casi lo mismo que instalar un restaurante", señala.

El menú de su Rolling Beat es variado y heterogéneo, puede incluir desde sopa de coles, locro andino con carne, hamburguesas de cordero o ceviche. "Comer es cultura. Y la comida de calidad en un ambiente público y abierto es también una propuesta cultural, como la que existe en tantos países", afirma.

La experiencia de Garat comenzó a interesar a otros emprendedores en busca de novedades en el rubro gastronómico. De hecho, en los últimos dos años los food trucks más variados e incluso exóticos comenzaron a replicarse.

Un viaje.

La experiencia sobre cuatro ruedas fascinó a Ignacio Laurido, un joven emprendedor que vio como en un toque de inspiración lo que quería hacer.

Laurido trabajaba en un banco privado cuando se le ocurrió la idea. "Emprender un nuevo negocio me llevaba más tiempo de lo que creí, por lo que tuve que renunciar a mi trabajo estable para estar cien por ciento dedicado a lo que realmente me gustaba", cuenta.

Su primer food truck se llamó Entre Ruedas Bar. Al principio funcionaba más como una barra de tragos móvil, para lo cual acondicionó una camioneta combi. Eso fue en 2014, pero pronto el negocio comenzó a crecer. De hecho, en la actualidad Laurido tiene cinco barras móviles.

"Luego de eso llegó Route Foodtruck, una cocina sobre ruedas que es autosuficiente, podés cocinar lo que se te ocurra", continúa. En esa nueva experiencia comenzó a cuidar más los detalles de la buena cocina para convertirse en un verdadero food truck.

"Trabajamos mucho en eventos o ferias de degustación como DGusto, Paseo Rostand, o Montevideo Pop Up, también en fiestas empresariales", comenta. "El menú puede incluir desde hamburguesas a pizzas, cazuela de lentejas, crpes, chivitos, cafetería, helados. El precio promedio es de $ 280, por lo que se trata de brindar un producto de calidad a un buen precio", agrega Laurido.

Tanto él como Garat comenzaron a reunirse para conversar acerca de los vacíos legales que encontraban para su actividad. La Asociación de Food Truck de Uruguay reúne actualmente a 14 integrantes, propietarios de uno o más carros de comida de diferente tipo. De hecho, los vehículos van desde furgones de grandes dimensiones, a combis, triciclos o viejos escarabajos convertidos en barras móviles. Algunos de estos vehículos son, además, eléctricos con lo que suman una propuesta ecologista a la culinaria.

La expansión de esta modalidad llevó a la Intendencia de Montevideo a ver la necesidad de una normativa más aggiornada para vehículos de comida callejera. Un proyecto de reglamentación ya está a la consideración de la Junta Departamental para su aprobación.

"La reglamentación prevé el trabajo de los food trucks en la calle, algo que todavía veo como muy alejado. Nosotros nos movemos más en eventos privados, no es que tengamos un carrito en cada esquina", dice Laurido.

De hecho, los propietarios de food trucks se ven muy lejos de los populares carritos de chorizos, a los que abarcaría esta nueva normativa.

Lo cierto es que la expansión de esta modalidad de restaurantes móviles ha dado lugar incluso a una web especializada que funciona como guía.

Ese es el espíritu de la Guía Food Truck de Uruguay, la web que reúne estos camiones de comida y además informa de novedades y eventos.

"Somos la nueva comunidad de Foodtrucks en Uruguay, FoodTrucksuy. Nuestra plataforma online www.guiafoodtrucks.uy esta orientada a promover y difundir esta nueva movida gastronómica en nuestro país. Para eso no solo utilizamos nuestro sitio web sino que también incluimos las redes sociales como Facebook, Instagram y Twitter, abarcando así un gran número de personas de diferentes gustos y estilos de vida", expresa la plataforma en su aparado "Nosotros".

Los emprendedores ya sueñan con que la ciudad comience a tener al menos un food truck en cada zona. Y los montevideanos parecen dispuestos a probar.

Una costumbre nacida en Providence.

El responsable de la guía uruguaya de food trucks es Ignacio Antuña, un emprendedor que ya había creado la guía de barber shop, registro de esta creciente modalidad de estética masculina. La guía de restaurantes móviles es completa en contenidos, ya que además de enumerar los existentes suma algunos artículos útiles para los interesados, entre ellos algunos consejos para construir uno de estos camiones de comida. Y aunque parezca una tendencia muy moderna, con aires de vintage, lo cierto es que los food trucks existen desde hace muchos años, un siglo y medio concretamente. Según el suplemento El Comidista de El País de Madrid, el pionero fue un tal Walter Scott —nada que ver con el poeta escocés creador de Ivanhoe— a quien "se le ocurrió que podía vender pasteles y sándwiches por las calles de Providence (Rhode Island) en un carro de caballos. "Era una buena idea, ya que en el siglo XIX los restaurantes de Estados Unidos cerraban a las 20:00 y, además, Walter podía ir donde estuvieran sus clientes", citando a uno de los mayores expertos en food trucks del mundo, Richard J. S. Gutman. El carro tirado por caballos fue sustituido por un camión y pronto empezó a extenderse a otras capitales del mundo, incluido Japón que ya contaba con sus tradicionales carritos de sushi en la calle. La tendencia finalmente llegó a Uruguay en 2013 y ahora parece extenderse. The Rolling Beat (el pionero), Entre Ruedas Bar, La Comanda Food Truck, Ecocrepe, Chivitruck, Scaronne Pizza Móvil, Crepas, Route Food Truck, Orientales la Patria y la Birra son algunos de los existentes en Uruguay.

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