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Una cocina con los sabores del mar y la tierra

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Aunque en el sentido más extendido kraken es una criatura marina parecida a un calamar gigante con mala fama entre barcos y marineros, para Guillermo Techera tiene otro significado.

De hecho, fue el nombre que eligió para su restaurante sobre la rambla de Punta Fría, a pocos minutos del centro de Piriápolis. "Siempre decimos que nuestro kraken es bueno, que es el guardián del conocimiento de la Ciudad Perdida bajo el mar".

Sea como sea, el concepto detrás de esta propuesta gastronómica que ya lleva tres años de puertas abiertas es lograr una cocina "de mar y tierra". Tanto Techera como sus otros dos socios, Diego Barca y Matías Villalba, son de la zona, y poder armar un proyecto allí fue un sueño hecho realidad. "La idea nuestra siempre fue vivir de los que nos gustaba", dicen. ¿Y qué querían? "Tener un buen servicio y darle valor al producto local". Como sommelier, Techera le dio prioridad a las bodegas nacionales, que cada vez tienen más botellas en Kraken. Y ese espíritu también está presente en muchos de los platos, desde el arroz que usan para el sushi (que no es japonés, sino uruguayo) o los vegetales verdes (lechuga, espinaca, rúcula, albahaca y ciboulette) producidos de forma orgánica por una familia de la zona. "Increíblemente, con lo que más se nos complica es con los productos de mar". El salmón es chileno y este año ya prevén que no habrá mejillones.

En estos tres años, hay platos (entre $ 400 y $ 600) que ya se convirtieron en un clásico entre locatarios y veraneantes. Uno es el tiradito de pulpo, que viene marinado con oliva, soja, lima y merkén, un condimentos chileno similar al adobo. Otro es la lasaña, con una capa de salmón, bechamel y puerros, la siguiente de pesca blanca con fileto y albahaca y la tercera de espinaca, coronada con salsa de camarones y mejillones. Para los amantes de los dulces, vale la pena probar las novedades de cada verano, sobre todos sus volcanes y mouses (de $ 180 a $ 200)

Por su ubicación, en Kraken se respira aire a mar y distensión. Dentro del salón hay mesas y sillas tradicionales, pero fuera son todos "livings". A un lado se ve el Río de la Plata y, al otro, el cerro San Antonio.

Dirección: Rambla Ingleses esquina Montes de Oca.

Precio promedio: $ 650 por persona.

Horario: Todos los días mediodía y noche.

EL ELEGIDO i KRAKEN

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