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El arte de saber reinventarse

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Robert Forster

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A los 77 años el actor Robert Forster ha tenido una carrera despareja, con dos grandes momentos. Espera que su nueva película sea su tercera oportunidad.

Robert Forster

What They Had me recuerda algunas de las cosas más importantes de la vida, cómo terminamos, quién nos protege, cómo es la vida en realidad. Soy padre de cuatro. Sé lo que significa tener una familia, trabajar para ella, protegerla, hacer el tipo de cosas que hacía mi personaje". Así se refirió Robert Forster a la cinta que coprotagoniza, estrenada esta semana en Estados Unidos. Inspirada en la experiencia personal de la escritora y directora Elizabeth Chomko, es una mirada íntima a la manera en que una familia lidia con el trastorno de Alzheimer.

Blythe Danner interpreta a Ruth, la abuela que sufre Alzheimer, con Forster como Bert, su devoto esposo. Hilary Swank y Michael Shannon interpretan a los hijos de la pareja. Aunque los hijos adultos enfrentan el conflicto de no saber qué hacer, Bert sabe exactamente cómo reaccionar y está preparado para hacerlo. Sin embargo, cuando Ruth se escapa de la casa durante una tormenta de nieve, la familia se ve obligada a repensar la manera en que la cuidan.

Los espectadores ya conocen a Forster —una presencia constante en el cine y la televisión durante más de medio siglo— como el fiador judicial Max Cherry en Triple Traición de Quentin Tarantino (1997), papel por el que recibió una nominación al Oscar como mejor actor de reparto. What They Had podría hacerlo acreedor a una segunda nominación al mismo premio.

"Bert es una consolidación de mí, mi padre, de todos los tíos que tuve y los hombres que jamás conocí", comentó. "Entendían el arco de la vida: primero nacés y no puedes cuidar de ti mismo. Pasan algunos años y cuidás de ti mismo. Algunos años más pasan y se espera que puedas hacerlo. Durante el resto de tu vida, se espera que cuides a los demás. Esa es la condición humana hasta el final. Después debes depender de las personas que tomaste bajo tu tutela".

El actor de 77 años estaba hablando al teléfono desde el estacionamiento de un restaurante en Los Ángeles donde planeaba disfrutar de un desayuno tardío. "What They Had es el mejor guion que he leído", agregó. "He tenido la oportunidad de interpretar obras de muy buenos guionistas que ponen palabras ajenas en mi boca. Esta vez escuché mi propia voz".

A través de los años, Forster ha encontrado algunos papeles que le han hablado de manera directa. Sin embargo, admitió que muchos de sus casi 200 filmes y programas de televisión eran solo trabajo. "Algunos guiones los aceptás porque tenés hijos y debes encargarte de ellos", dijo. "Por cada trabajo que tuve había 50 hombres que querían ese mismo papel".

"Fui una gran promesa durante un rato, y después eso se desvaneció. Estaba en un punto en el que, si no hacía un proyecto, no iba a poder mantener a mi familia. ¿Tendría que cambiar mi vida y dedicarme a algo distinto?", continuó. "Finalmente lo decidí: Bob, no renuncies", dijo Forster. "Solo haz lo mejor que puedas en este momento. Obtendrás la recompensa del respeto a ti mismo. Podrás tener éxito en tus años de madurez".

Encuentro.

Mientras crecía en Rochester, Nueva York, Forster pensó que sería abogado. No obstante, durante el primer día de su último año en la Universidad de Rochester, una hermosa mujer de cabello castaño que llevaba un impermeable negro de London Frog se cruzó en su camino. "Salté del auto y la seguí a una audición de Bye Bye Birdie", recordó Forster. "Había visto el avance de la película y sabía que era sobre un tipo que tiene un traje dorado y hace una parodia de Elvis Presley. Pensé: Ese es mi papel. Voy a conocer a esa chica. No quería ser parte del coro". Aunque su participación terminó ahí, se "ganó" un premio consuelo. "Me casé con esa chica", dijo Forster, refiriéndose a su primera esposa, June Provenzano, con quien tuvo tres hijas.

A lo largo del camino, Forster cambió su interés en el Derecho por la actuación. "Obtuve un poco de experiencia en un teatro comunitario de Rochester presentándome en obras como The Music Man", recordó. "Después me mudé a la ciudad de Nueva York. No tenía un plan ni idea de qué haría. Conseguí una habitación en el West Side por unos nueve dólares a la semana". "Iba y venía de Rochester, donde podía ganar 26 dólares al día como profesor sustituto", dijo Forster. "Pasaba una semana trabajando y después regresaba a Nueva York durante un par de semanas".

Después tuvo suerte. "Conocí a una chica que quería hacer una escena conmigo para su clase", recordó. "Luego me preguntó si la haría de nuevo para un agente. Cuando terminamos, un hombre se me acercó y dijo: ¿Ya tienes representante? Me gustaría enviarte a una entrevista".

Era 1965 y le pidieron que leyera los diálogos de una obra con dos personajes llamada Mrs. Dalley Has a Lover, protagonizada por Arlene Francis. "Se trataba de una mujer mayor y un adolescente en un complejo habitacional", recordó Forster. "No había leído el final de la obra, porque pensé que solo haría una escena de audición. Llegamos a la parte en que le está cosiendo un botón a mi camisa y se pincha el dedo. Me di cuenta de que en el guion decía: Él le besa el dedo. "Me acerqué a su dedo y lo besé", continuó. "Meses más tarde me enteré de que me contrataron por la encantadora manera en que besé su dedo. Si haces algo mal, puede resultar a tu favor".

Poco después del debut de Forster en Broadway, el director John Huston lo llamó. Estaba reuniendo al reparto para Reflejos en tus ojos dorados (1967), y quería un nuevo rostro apuesto para que apareciera junto a Montgomery Clift y Elizabeth Taylor.

La carrera de Forster siguió teniendo éxito durante algunos años más. Apareció con Gregory Peck y Eva Marie Saint en La noche de la emboscada (1968). En Perspectivas (1969), interpretó a un camarógrafo de un programa de noticias por televisión y recibió buenas críticas.

Después su carrera comenzó a ralentizarse. Protagonizó la breve serie Banyon (1971-1973), encarnando a un detective privado de Los Ángeles. Después vinieron sus años como villano… y finalmente un renacimiento inesperado.

"Después Quentin me mostró el guion de Triple Traición, dijo Forster. "Había tenido un declive de 27 años. Triple Traición fue mi segunda oportunidad".

Impulsado por el éxito de la película y su visibilidad personal mejorada, Forster se volvió un actor más ocupado. En años recientes ha aparecido en proyectos tan diversos como Los descendientes (2011), interpretando al suegro del personaje de George Clooney, como un general de alto nivel en Ataque a la Casa Blanca (2013) y Londres bajo fuego (2016), y en la nueva versión de Twin Peaks (2017) de David Lynch como el alguacil Frank Truman.

Ahora, estrenó Bigger, un drama basado en la vida real acerca de Joe y Ben Weider, los hermanos que convirtieron el culturismo en un deporte y descubrieron a Arnold Schwarzenegger. Forster interpreta a la versión anciana de Joe Weider.

El rango de proyectos que tiene actualmente es algo muy lejano a la forma en que trabajaba en las décadas de 1970 y 1980, y espera que haya más por venir. Triple Traición me sacó de ese estancamiento", dijo Forster. "Quizá What They Had podría ser el comienzo de mi tercera oportunidad". 

"Si me contratás, no te vas a arrepentir", dijo a director John Huston

"En mi reunión de dos minutos, le dije a John Huston, que iba a dirigir Reflejos en tus ojos dorados: Jamás he actuado frente a una cámara pero, si me contratás, no te arrepentirás", recordó Forster. "Huston dijo: Te daré algunas instrucciones, Bobby. Después te llamamos".
"Pensé que era una forma de decirme que no me habían aceptado, pero dos horas más tarde llegaron a un acuerdo. Pasaron meses antes de que comenzáramos a filmar. Montgomery Clift murió y tuvieron que remplazarlo con Marlon Brando", continuó.
Mientras Forster estaba esperando, pudo leer el guion e hizo un descubrimiento interesante: su personaje, un soldado del Ejército, tenía la costumbre de cabalgar desnudo en el bosque. "Me pregunto cómo lo harán", se dijo a sí mismo. "Quizá harán trucos con las tomas". Resultó que no harían ningún truco.
"Bob, ¿cómo podrás hacer algo así?", se preguntó. Después se dijo: "Si tenés hacerlo, quizá debas renunciar ahora mismo. Dejá de preocuparte por eso".
"Lo siguiente que supe fue que el departamento de vestuario me dio una pequeña V y una cinta color piel. Me lo entregaron para que yo averiguara cómo ponérmelo", comentó Forster.
"Recuerdo haber salido y haber montado el caballo. Paseamos con él algunas veces y la cosa esa se desprendió, y yo simplemente la arrojé a los arbustos".

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