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Algoritmo femenino

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Ellas hacen la diferencia en las empresas de TI.

Mientras cada vez menos mujeres estudian carreras vinculadas a la ciencia y la tecnología en todo el mundo, las principales multinacionales apuestan por ellas para estar al mando.

De vicepresidenta de Google X a la Casa Blanca. Ese fue el último gran paso que dio Megan Smith cuando fue designada en setiembre pasado como jefa de tecnología del gobierno de Estados Unidos. El hecho, que fue promovido por el mismísimo presidente Barack Obama, contó con todas las características de las presentaciones de las innovaciones científicas. Pero en lugar de mostrar nuevos robots o lentes inteligentes, dio nombramiento por primera vez en la historia a una mujer para ocupar este cargo de confianza.

No es para menos. En Estados Unidos las mujeres ocupan solo la cuarta parte de los trabajos vinculados a la ciencia y la tecnología. Incluso a nivel mundial el número de féminas que estudian carreras vinculadas a estas áreas se reduce a un ritmo de 0.5% anual, según datos publicados por CNN México, lo que, de mantenerse la tendencia, significaría que para 2043 ellas ocuparían menos del 1% de la fuerza laboral tecnológica global.

"Las mujeres pueden asumir roles de mayor responsabilidad en el lugar de trabajo", del mismo modo que "los hombres pueden contribuir más en el hogar". Con esas palabras Sheryl Sandberg resume en su libro Vayamos adelante su sentir como una de las referentes en el liderazgo tecnológico y en una de las varias empresas instaladas en California.

Es que por más que son pocas, cada vez suenan con más fuerza algunas mujeres que ocupan los principales puestos en las compañías de innovación. Con 45 años, Sandberg integra este selecto grupo, compuesto por diez "superpoderosas" de un mundo tradicionalmente (y no tanto) masculino, según el informe 2014 de la revista Forbes.

Está en el noveno lugar y es la primera en la lista en el área tecnológica gracias a su rol como jefa de operaciones de Facebook. Ingresó a la empresa líder en redes sociales en 2008, luego de un contrato que pareció el de una estrella de fútbol. Tal es así que su patrimonio neto asciende a 1.100 millones de dólares, aunque dice que donará la mitad a obras de la compañía filantrópica The Giving Pledge.

Esta madre de dos hijos es conocida por su mudanzas, en todo sentido. Nació en Washington, vivió la infancia en Miami y estudió en la prestigiosa Universidad de Harvard, donde, a diferencia de su jefe Mark Zuckerberg, recibió honores en su graduación. Fue, desde pequeña, la chica brillante.

Trabajó para consultoras privadas, para el Banco Mundial, para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y para Google, hasta que desembarcó en su último lugar de trabajo como la patrona del "me gusta".

Sus largas jornadas laborales, que incluyen múltiples conferencias, comienzan con el encendido de su teléfono móvil y la revisión de correos electrónicos. Para descansar, confiesa, "nada mejor que apagar el celular". Y una mansión en Palo Alto, claro.

Mientras, aprovecha para comprar ropa y ayuda en las tareas de sus dos hijos, ambos de su segundo matrimonio. En eso, comenta, sigue el estereotipo del rol de la mujer.

Marissa Mayer es otra de las ejecutivas de la tecnología que realzan la impronta femenina. Viste elegante siempre, acorde a su rol como la segunda directora de Yahoo!, luego de relevar a Carol Bartz. Tiene 39 años, un hijo que nació ni bien fue fichada para la competencia directa de Google —donde trabajó durante 13 años— y fue la primera mujer en incorporarse al equipo de ingenieros del gigante de las búsquedas en Internet.

Al igual que Sandberg, es otra mente brillante. En la Universidad de Stanford se especializó en inteligencia artificial y dictó cursos a más de 3.000 alumnos. De hecho, un porcentaje de su salario lo destina a colaborar con la academia y parte del tiempo lo utiliza para encuentros en "semilleros" de talentos.

Pero detrás de su encanto y sonrisa esconde un carácter fuerte y una mano dura con sus empleados. Entiéndase una firmeza que puede ser común en cualquier compañía del mundo, pero no en las incubadoras de Silicon Valley. Prohibió a los trabajadores de Yahoo! realizar tareas desde el hogar y no le tembló la mano para despedir a Henrique Castro, el número dos de la empresa, por no estar contenta con su desempeño.

Tan precoz como el de Mayer fue el ingreso de Virginia Rometty al mundo tecnológico. En 1981 entró a IBM y en 2012 pasó a ser su presidenta. Por eso ocupa el décimo puesto de las mujeres más poderosas del mundo. Y es la cuarta directora ejecutiva mejor paga en una multinacional, al ganar por año 16,2 millones de dólares.

¿La clave del negocio? Es una de las líderes de la industria tecnológica que dio a entender que el futuro está en la venta de soluciones y no necesariamente en nuevos productos. De ahí que impulsa el trabajo con lo que ya existe: los datos.

En la última conferencia mundial de telefonía móvil argumentó que "los datos son el recurso natural del siglo XXI", como el petróleo lo fue en el XX y la electricidad en el XIX. "No se trata de explotar la información personal vendiéndola, sino de inventar nuevos negocios que aprovechen las utilidades de los datos", explicó.

Rubia platinada, siempre se muestra coqueta frente al público. Está casada con el inversor Mark Anthony Rometty y no tiene hijos. Se dedicó a la crianza de las empresas y a hacer negocios multimillonarios, como la compra de la consultora PriceWaterhouse Cooper por 3.500 millones de dólares.

Ya tiene 56 años y como máximo a los 60 deberá dejar el cargo, porque así lo dispone la empresa. Mientras, dice que sigue buscando hacer de este planeta un lugar "más inteligente".

Esa es la misión, también, que debe asumir Smith en la Casa Blanca. En tiempos donde se discute sobre la privacidad de los datos, el uso indiscriminado de la información y el poderío de algunas empresas, ella es la responsable de asesorar al Gobierno de Estados Unidos.

Tanto ella como sus otras compañeras líderes de empresas son muy respetadas, pero hay algo en el algoritmo que falla: mientras siguen cosechando éxito y son ejemplo, cada vez las mujeres ocupan menos puestos laborales en el ámbito tecnológico.

La primera en romper con la discriminación

El papel está en crisis. Ese es el titular que se utiliza, desde hace unos años, para definir al proceso de digitalización. Sin embargo, la empresa Xerox, el mayor proveedor mundial de fotocopiadoras de tóner y sus accesorios, sigue aumentando sus ganancias. En buena medida se debe a la visión de su presidenta, Ursula Burns.

Llegó a la empresa como pasante por el verano en 1980 y 17 años después se convirtió en la primera mujer afrodescendiente en liderar una multinacional estadounidense. De hecho ocupa el puesto 22 en la lista de superpoderosas del mundo que elabora la revista Forbes.

"Estamos entrenados para revisar continuamente el modelo de negocio", admitió en una entrevista que le realizó en 2011 El País de Madrid. Es que desde pequeña estuvo acostumbrada a hacerle frente a los desafíos. Fue criada por su madre soltera, una inmigrante panameña. Vivió en un barrio con viviendas de protección oficial de Manhattan, a donde acudió a un colegio católico solo para niñas. Pero estudió, se graduó de ingeniera y en un año terminó su maestría en Columbia.

Y así forjó ideas claras, según sus empleados. "Nosotros hablamos de papel y digital, no de papel contra digital. Creemos que los dos métodos de contener, manejar y transportar información son importantes". Es así de contundente.

1. Megan Smith

Fue la responsable del laboratorio secreto de Google (Google X), donde se inventaron robots, lentes inteligentes y drones de todo tamaño. Pero ahora dejó la empresa al ser nombrada por Barack Obama como jefa de tecnología de la Casa Blanca. Es la primera mujer que ocupa este puesto.

2. Virginia Rometty

Cuando en 2011 IBM debió buscar un nuevo presidente, no dudó que ella sería la persona indicada. Desde 1981 estaba en la empresa y era considerada la "maestra de la táctica". Es la décima mujer más poderosa del mundo y se la conoce por la millonaria compra de Pricewaterhouse Coopers.

3. Sheryl Sandberg

La niña brillante de Harvard es referente en el liderazgo de empresas tecnológicas. En 2008 fue contratada para dirigir las operaciones de Facebook, con un suculento salario y acciones que valen 1.500 millones de dólares. Es la novena mujer más poderosa del mundo y la primera en tecnología.

4. Marissa Mayer

En las listas de líderes de empresas se destaca no solo por ser mujer, sino por su corta edad. Tiene 39 años. Trabajó 13 para Google, donde ingresó siendo la primera ingeniera, y desde 2012 dirige Yahoo!, en donde cambió el modelo de negocio. Más de 3.000 estudiantes pasaron por sus clases.

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