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Una actriz que rompió el molde

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En el último año, Melissa McCarthy embolsó 33 millones de dólares, según Forbes.

Con su papel en el reboot de Cazafantasmas, la comediante y diseñadora Melissa McCarthy se convirtió en la segunda mejor paga de Hollywood.

Dicen que además de actriz, Melissa McCarthy es experta en romper reglas. Y si de eso se trata, su especialidad es Hollywood. Se hizo conocida en la pantalla recién a los 41 años (ahora tiene 46), usa talle 14 (lo que equivale a un L-XL de estas latitudes) y es considerada unas de las mejores comediantes del mundo (rol que tradicionalmente estaba restringido al universo masculino). Hace algunas semanas, en medio de las críticas y los elogios por la nueva y femenina versión de Cazafantasmas, su nombre se despegó del resto cuando alcanzó el segundo puesto entre las actrices mejores pagas de la industria (33 millones de dólares) según Forbes, detrás de Jennifer Lawrence y gracias, sobre todo, al éxito de este último estreno.

McCarthy, sonrisa afable e ironía a flor de piel, disfruta rompiendo moldes, cosa que ha hecho una y otra vez en la pantalla. Hoy, son mayoría los que comparan su trabajo con el de grandes comediantes como Eddie Murphy, Adam Sandler o Jim Carrey. Pero el camino no ha sido fácil para esta actriz que hizo sus primeras armas bajo el paraguas del stand up y la improvisación. Después de una exitosa carrera en televisión —Gilmore Girls, Mike & Molly—, en 2011 pasó a la pantalla grande, interpretando a la encantadora y extraña Megan en Damas en guerra, papel que le valió una nominación al Oscar (otra rareza para Hollywood, ya que las comedias no suelen ser candidatas a la estatuilla dorada). Según The Guardian, desde entonces no solo se convirtió en una de las comediantes más "rentables", sino la que ofrece mejor "costo-beneficio": sus películas generan (mucho) más y cuestan (mucho) menos que aquellas protagonizadas por Will Ferrell o Jack Black.

Si en Damas en guerra tuvo a su cargo las escenas más graciosas, en Chicas armadas y peligrosas (2013) demostró que, frente a las cámaras, es capaz de cualquier cosa. La escena en la que baila borracha —junto a su coprotagonista Sandra Bullock— moviendo el trasero es inolvidable. Sin embargo, una de las críticas que ha recibido es que siempre hace el mismo papel. Entre sus fans incondicionales, la defensa es que McCarthy es la mujer que hace las cosas que casi ninguna otra está a dispuesta a hacer. "La gente me dice, esos personajes son una locura", y yo respondo ¿lo son?", cuenta la actriz. "Cuando un personaje femenino tiene una actitud desafiante, la gente lo ve como una especie de locura. Hay mujeres en el mundo que son así, pero no estamos acostumbrados a verlas retratadas. En general vemos a la mujer dulce que se para detrás de su marido y dice: Oh, Jack. Pero yo realmente amo los personajes femeninos que no juegan según las reglas".

Más de una vez ha dicho que no ha sido víctima de sexismo desde la industria. Ningún director, asegura, le pidió que cambiara su look. La crítica, en cambio, viene anunciando el fin de su carrera casi desde que empezó. En 2013, The New York Observer escribió que McCarthy era una comediante que "dedicaba su corta carrera a ser obesa y repulsiva con el mismo éxito". Ella, con su mejor sonrisa, respondió: "Realmente me siento mal al pensar que hay alguien que está inundado en tanto odio". Con el paso del tiempo, dice no haber cambiado de parecer: "No siento enojo, solo miedo cuando pienso en mis hijas. ¿Sigue pasando esto aún hoy? Al parecer sí".

En ese sentido, el estreno de la tercera parte de la saga Cazafantasmas, esta vez dirigida por Paul Feig, no fue la excepción. Antes de su estreno, la imagen promocional de sus cuatro protagonistas (ver recuadro) vestidas con trajes grises y posando al lado de un auto con el icónico logo despertó el machismo más exacerbado en las redes sociales, incluso alentando al boicot del film. Mientras las cifras de taquilla —46 millones de dólares en el fin de semana de su estreno en Estados Unidos—, parecen haber hecho oídos sordos a tantos cuestionamientos, el director optó por dar su punto de vista en una entrevista con The Hollywood Reporter: "Solo quería a la gente más divertida, y las personas más divertidas que conozco son estas mujeres. Cazafantasmas es para todo el mundo".

La lluvia de críticas llevó a que también saliera en defensa de la nueva versión Ivan Reitman, director de la primera y productor ahora. "Tengo la misma sensación viendo a estas cuatro mujeres que la que tenía con mi versión. Ellas cuatro juntas resultan algo sorprendente", defendió. En el clásico de ciencia ficción que obsesionó a toda una generación en los años 80, la estrella era Pegajoso, el hombrecito con forma de nube gigante que destruía Nueva York, enfrentado a un cuarteto integrado por Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson.

Casualidad o no, hay dos hombres que la actriz nombra para explicar cómo llegó donde está hoy. Uno es, justamente, Feig, el director de todos sus éxitos y con quién se ha animado a compartir guiones. El otro es su padre, Michael, un trabajador del tren que durante su infancia en un pequeño pueblo de Illinois la acompañaba a los eventos deportivos alentándola desde el borde del campo. "La actitud de mi padre siempre fue, ¿por qué no tu?", cuenta. Hoy, su compañero en el día a día es el actor Ben Falcon, su novio "de toda la vida" y con quien se casó en 2005.

Además, la carrera de McCarthy no empieza ni termina en la actuación: estudió diseño textil en la Southern Illinois University y su primera colección de ropa fue para mujeres plus-size, con talles que llegaban hasta el 28. Usuaria y diseñadora, se queja de que las prendas grandes suelen ser holgadas y oscuras. "El mensaje que mandan es: No queremos verte. Y estamos seguros que tu no querés que nadie te vea". Y entonces, una vez más surge la pregunta: ¿Y por qué no?

Las nuevas reinas del humor.

Las cuatro actrices que integran el nuevo equipo de Cazafantasmas pasaron por el programa de humor Saturday Night Live, donde también hicieron escuela Bill Murray y Dan Aykroyd. En el film, cada una cumple un rol distinto y complementario del resto: Melissa McCarthy interpreta a una experta en lo paranormal, Kristen Wiig es física de partículas, Kate McKinnon es ingeniera nuclear y Leslie Jones presume de conocer Nueva York mejor que nadie.

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En el último año, Melissa McCarthy embolsó 33 millones de dólares, según Forbes.

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