La compañía Eslabón llega con “Mi familia” a Teatro Circular.

Teatro Eslabón, de Canelones, es uno de los grupos teatrales del interior del país con mayor trayectoria y más presencia en la capital. Desde el viernes 20 de enero se instalará en el Teatro Circular, para hacer Mi familia, obra de Carlos Liscano que dirige Leonel Dárdano. Quedará en cartel los viernes y sábados a las 21:00 y domingos a las 20:00.

La compañía, que ya había hecho del mismo autor Los idiotas, apelará a cuatro actores para encarnar varios personajes que se reúnen para recordar y contar una historia sin fin. En el espectáculo se reirán de los avatares, generando una cascada de recuerdos que surgen del absurdo cotidiano. "La creación no es otra cosa que una mirada diferente, la aptitud para concebir las cosas de otra manera, y para ello el autor toma el fundamento de la sociedad, una familia. Eso sagrado, que la ley la protege", explica Dárdano.

Eslabón propondrá al espectador repensar la familia tradicional, para poner al descubierto las carencias humanas y la importancia de estar juntos a pesar de todo. "El tema de la obra mueve las raíces de la familia tradicional, y jugando con la cotidianidad, con cosas muy jocosas, reideras, pero con un gran trasfondo", reflexiona el director, que se valió de un elenco integrado por Niccola Pisano, Federico Rodríguez Luzardo, Lucía Montenegro Castro y Karina Martínez.

Eslabón es una de las compañías más antiguas del teatro del interior, con 32 años de existencia, en los que hizo 47 montajes. Desde 1984 mantiene una actividad continua, con sala propia, aunque también con fuerte presencia en Montevideo. "Nada nace de la nada: Eslabón nació en el clima de la apertura política, como un grupo escindido de otra compañía. En la medida de nuestras posibilidades, hemos abarcado un repertorio amplio, desde Shakespeare y Georg Büchner. Es a través de esa dramaturgia que nosotros nos vamos formando y madurando como artistas", dice Dárdano, quien reconoce que desde los años 80 hubo un gran recambio generacional en el grupo.

Al ser consultado sobre cuándo fue el momento más difícil para el grupo, Dárdano recuerda inmediatamente el año 2002, cuando la crisis económica no solamente puso en riesgo la sala propia (en realidad, alquilada), sino que llevó a muchos integrantes a emigrar. "Quedamos la mitad del grupo trabajando, fue un momento realmente difícil. Eso también nos fortaleció: salimos fortalecidos de eso".

Dárdano asegura que hacer teatro en Canelones es tan difícil como en cualquier otro punto del país. "Según las propuestas que ofrecemos, ha costado más o menos convocar público a nuestra sala. A veces uno cree que no va a tener buena respuesta del público y la tiene".

Además de estar al frente de Eslabón, una salita frontal de 84 butacas, Dárdano es director artístico del Teatro Politeama, también de Canelones, una sala que en 2016 vendió 18 mil entradas, cifra nada menor para un teatro del interior. "Es un número muy importante para una ciudad como Canelones, donde además viene gente de todo el departamento", evalúa el director, agregando que los espectáculos que más convocan son los que llegan desde Montevideo u otro punto del país. "La convocatoria que hacen los espectáculos de teatro y los de danza están más o menos a la par, comprendiendo danza tanto clásica como folclórica", remata el destacado gestor de teatro.

"MI FAMILIA" EN EL CIRCULAR