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Una renuncia y otros problemas

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Onaindia presentó su renuncia por voluntad propia, según declaró a El País. Foto: Archivo.
Nota a José Miguel Onaindia, Coordinador de Gestión de Contenidos y Públicos del T. Solís, ND 20131129, foto María Inés Hiriart D:\Users\npereyra\Desktop\612960.JPG
Archivo El Pais

José Miguel Onaindia, asesor artístico del Teatro Solís, presentó días pasados su renuncia por motivos personales. La directora del teatro, Daniela Bouret, comentó a El País que la sala está con problemas de cantidad de personal y con necesidades de inversión por parte de la Intendencia (de la que depende), reclamando tanto más material humano como recursos para mejoras del edificio histórico y su equipamiento.

CARLOS REYES

"Rescindí el contrato que tenía con la Intendencia hasta el 31 de diciembre por decisión personal. Es una renuncia aunque por la forma de contratación se denomine rescisión contractual. El cambio de autoridades de la Intendencia no tuvo que ver con esta decisión. Ninguna autoridad entrante o saliente me pidió que lo hiciera. Está la nota en Intendencia de mi pedido de rescisión anticipada del contrato que presenté. Yo decidí hacerlo coincidir con la finalización del mandato de quienes me habían convocado para tal función, pero no estuvo vinculado al cambio de gobierno", explicó Onaindia a El País.

Por su parte, Bouret afirmó: "Onaindia estuvo en funciones en un momento muy importante, en el que el Teatro Solís estaba muy frágil, cumpliendo un rol más allá de un asesor artístico. El Departamento de Cultura dirá la forma de completar la plantilla del Teatro Solís, en varios aspectos. Tenemos carencias en varios lugares. Estamos sin encargado de comunicación: hay un concurso que acaba de cerrar el pasado 14 de julio, al que se presentaron 700 personas. Por lo tanto, eso va a sorteo, del que pasan 100 para evaluar".

Onaindia sigue vinculado con el Solís porque se queda en la Fundación Teatro Solís.

"A nivel humano, de amistad, yo le sigo consultando cosas", dice Bouret. "Porque es una persona muy talentosa, que tiene un conocimiento de lo artístico muy importante. Como amigo, yo le sigo comentando los proyectos, pero ya no es más asesor del Teatro Solís".

"Nadie es fácil de sustituir —continúa Bouret—, y creo que hay que buscar qué es lo que precisa el Teatro Solís. Precisamos pensar en un asesor artístico, que también sea encargado de programación. Que además de asesorar, trabaje en el campo, con los asistentes de gestión, que ayude a presupuestar y todos los procesos que tienen que ver con una producción".

Onaindia es un destacado gestor cultural argentino, que en 2011 tomó la decisión de radicarse en Montevideo, luego de una larga carrera en su país, donde ocupó entre otros cargos la dirección del Centro Cultural Rector Ricardo Rojas. En marzo de 2013 fue designado como Coordinador de Gestión de Espectáculos y Contenidos del Solís, cuya dirección había sido asumida por Walter Bagnasco.

Reclamos.

Esta baja en la plantilla del Solís se suma a una serie de reclamos, que la directora de la sala ha elevado a la Intendencia. "Yo mandé un informe al Departamento de Cultura sobre cómo está la situación del Teatro Solís, donde entre otros puntos está la necesidad de reinversión, por ejemplo en todo lo que tiene que ver con el escenario. Después de 10 años, un espacio escénico necesita una inversión grande. Se necesita un refuerzo en eso. También en infraestructura edilicia: es un edificio patrimonial, que ya tiene algunos problemas de fachada", puntualiza Bouret.

"Y se necesita también mejorar en recursos humanos. En estos diez años hay un montón de gente que se fue: por ejemplo ahora en el archivo no tenemos archivóloga, se la llevó Presidencia de la República para la Comisión de Verdad y Justicia. No sea que tenemos el archivo sin archivóloga", señala la directora.

Bouret explica que hay dos modelos de programación. "Al Solís le llegan un montón de propuestas. Lo que hay que discutir es si trabajar a demanda, con las propuestas que llegan, o si salir a buscar lo que se quiere traer".

"Uno ve los resultados de los consumos culturales y se da cuenta que los que más van a espectáculos en vivo son mujeres y mayores de 60 años", dice Bouret. Para nosotros es un desafío, buscar trabajar para conquistar a otros públicos, más amplios".

"Es a veces perverso decir accesibilidad democrática si no tenés un presupuesto: ¿cómo hacer cosas de calidad, accesibles a la gente, con escaso presupuesto?", reclama la directora.

Bugarín dejó el Ballet del Sodre.

Por estos días otro cargo ha quedado vacante: se trata de la renuncia de Gerardo Bugarín, gerente del Ballet Nacional Sodre y figura clave por lo tanto en la gestión que el maestro Julio Bocca viene realizando en ese cuerpo estable del Sodre. Según fuentes del Auditorio Nacional Adela Reta, la renuncia de Bugarín fue por razones personales. Trascendió además que más que llenar la vacante, se planificaría una reestructura del escalafón.

Bugarín ha sido una figura fundamental en la gestión cultural pública, si bien es de esas figuras que el público general quizá no tenga muy presente, dado que la labor del gestor no tiene la proyección que tiene la de los artistas, no sólo los que suben a escena, sino los directores o coreógrafos.

También traductor público, diseñador de escenografías y docente, Gerardo Bugarín egresó de la Carrera de Diseñador Teatral de la Escuela Multidisciplinaria de Arte Dramático (Emad) en 1992. Además de trabajar como diseñador teatral en el ámbito independiente en los rubros de escenografía y vestuario en más de 70 producciones profesionales entre 1992-2009, ocupó destacados cargos públicos en la gestión cultural oficial, habiendo sido secretario general de la Emad entre 1999 y 2004.

En filas del Ballet Nacional Sodre integró el equipo de trabajo de Julio Bocca, de quien era su mano derecha en todo lo que tenía que ver con la organización y logística de la compañía oficial. Además de participar en lo relacionado con la logística de los montajes y contrataciones, Bugarín también cumplió funciones en la proyección del BNS fuera de fronteras, así como en la llegada de figuras extranjeras invitadas por el Ballet oficial.

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Onaindia presentó su renuncia por voluntad propia, según declaró a El País. Foto: Archivo.

Se fue el asesor artístico del Teatro Solís y se reclama más recursos

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