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Juana Viale vuelve a Sala Verdi con su gran trabajo

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Juana  Viale. Foto: Difusión

Por seis funciones se presentará “La sangre de los árboles”

Vuelve a Montevideo La sangre de los árboles, una obra dirigida por el artista chileno Luis Barrales, que cuenta con la actuación destacada de Juana Viale, una figura de gran proyección mediática que sin embargo en este trabajo escénico asoma un perfil lejos de toda farándula.

La acompaña en escena su amiga uruguaya, Victoria Césperes, también una gran actriz, que redondea un mano a mano actoral que conviene ver, especialmente desde la platea de la Sala Verdi, un teatro ideal para este tipo de planteo escénico. Completa el equipo la artista argentina Jacqueline Oroc, ejecutando la música en vivo, aspecto que también cumple una función visual.

La obra dará seis únicas funciones, desde el miércoles 25 al lunes 30 de enero, todos los días a las 21.30. La cita es en Soriano 914 y las entradas se venden en TickAntel, Abitab, Red Pagos y la boletería de la sala, a $ 400.

Luego de dos temporadas con funciones totalmente agotadas en Montevideo, y de varias giras y festivales con igual éxito, tanto en el interior de Uruguay como en Argentina, Chile y Colombia, vuelve a la cartelera montevideana esta obra que implica muchos aspectos: una gran puesta en escena, dos buenas actuaciones, y un libro que ahonda en aspectos que no son ajenos a nadie.

Los personajes de ficción son Leonor y Manuela, dos mujeres que buscan reconstruir su filiación genética y comprobar si existe un lazo de hermandad entre ellas que modificará su percepción de la existencia. Pero más allá del suspenso que puede haber en saber si dos personas están o no vinculadas por lazos de sangre, el planteo dramático abre muchos otros temas: la identidad, los afectos, la relación entre el parentesco y los vínculos emocionales.

En el plano estético, ideológico, esta obra es movilizadora, exhibiendo el sello del mejor teatro chileno contemporáneo. El montaje ofrece dinamismo, sin atarse a convencionalismos, y utilizando el espacio escénico con gran libertad. Los efectos de luces, de sombras, y de reflejos, crean un ambiente visualmente interesante, que a su vez habla de ese juego de espejos que el texto plantea. Tanto Viale como Césperes se imponen con una performance destacada, con una elocuencia notable que refuerza la poesía del texto. Una obra que conviene ir a ver.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Juana Viale. Foto: Difusión

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