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"Tenía pendiente volver con teatro"

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"Añoro de Uruguay el trabajo colectivo con elenco estable", puntualiza la actriz
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Los más veteranos la recuerdan por El Galpón, donde debutó en 1956. Pero la mayoría la conoce por la tele argentina, por trabajos como “Sos mi vida”. Ahora está en El Galpón con “Encuentro en Roma, que va hoy y mañana a las 20:30 y el domingo a las 19:30.

—¿Qué destacaría de la obra?

—Trata sobre la relación madre-hija, que se ha hecho mucho, en el teatro, en el cine. Pero esta tiene una particularidad. Tiene una frase que dice: "uno no siempre ama, no siempre te he querido". Esa es más bien una frase entre amantes, pero que parece más difícil de decir entre padres e hijos. Parece que el mandato de ese amor tuviera que ser incondicional, y la obra plantea si es falta de amor no ser incondicional.

—¿Qué significa para usted volver a El Galpón?

—Emoción, todo el tiempo emoción. Acá me formé, estuvo Tenuta, acá nos enamoramos, fue nuestra vida. Han venido muchas cosas mías de televisión a Uruguay, pero yo nunca vine con teatro. Nunca volví a hacer teatro en Uruguay desde que me fui, hace más de 40 años.

—¿Por qué nunca vino?

—Porque no se dio, porque hacía al mismo tiempo televisión y teatro. Y cuando tenía libre por un lado no tenía por el otro. La televisión es muy demandante. Siempre estuvo pendiente el volver con teatro.

—¿Qué le dio la escena argentina?

—Allá hay un grupo de gente muy interesante, con muy buenos actores, y autores y directores también muy atractivos. Me ha dado lo que siempre quiero del teatro. Lo único que añoro es la cosa colectiva, el elenco estable, que es muy interesante. Actores con los que te mirás a los ojos y ya te entendés. Casi como en el amor.

—¿Como hizo usted para, siendo una actriz del teatro de arte, estar presente en la televisión del siglo XXI?

—Yo no soy de las que dicen que la televisión no me gusta. Que esté bien o mal usada, es otra cosa. Pero no hay que negarse al medio. En Uruguay no es que se nieguen: no lo tienen. Uruguay siempre fue muy teatrero, es una de las cosas bellas que tiene. Por otro lado, no es este el mejor momento de la televisión argentina ni de la del mundo. Esos medios no están en manos de artistas, a veces es gente que solo está por el dinero. El arte no es el centro de esos medios, y se los bastardean. Y nosotros, que tenemos una formación que creo que ha sido muy valiosa, nos permite adaptarnos, siempre con un sentido noble de la profesión.

—¿Cómo recuerda sus primeros trabajos en El Galpón?

—El primero fue El centroforward murió al amanecer, donde Tenuta hacía el personaje central, y yo estaba en la Escuela. Ahí nos enganchamos un poquito con Tenuta, y luego me apuró, me apuró, y nos casamos a los cuatro meses.

—¿Cómo era Tenuta?

—Nino tenía un espíritu aventurero. Antes de conocernos, fue un titiritero delicioso. Recorrió América con un grupo de titiriteros uruguayos, y con Neruda recitando y ellos haciendo títeres. Llegó hasta Tierra del Fuego, e hicieron títeres para los alakalufes, que se creían que eran magos. Todo eso me enamoró de él.

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Adela Gleijer

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