Publicidad

El arte de la destreza física junto a la poesía

Compartir esta noticia
Artistas de diversas nacionalidades conforman el espectáculo.
Mats Bäcker

En Knitting Peace, su creador, Tilde Bjorfors, encontró una idea que le aporta a la vez un tema y una paleta de recursos formales acorde al mismo. Traducible como "Tejiendo paz", en escena se presentan muchas formas de lucha y de armonía, que pueden ser entendidas desde las luchas interiores hasta las sociales.

Además, la lucha con la materia, con las leyes de la física, es uno de los elementos básicos del circo tradicional, por lo que muchas de las pruebas que suceden ante el espectador pueden ser interpretadas en ese sentido.

A su vez, la idea del tejido, de la paz como un entramado, como una construcción colectiva, está en la base de toda la estética de este espectáculo, desde el hilo hasta la soga o la maroma: muchos tamaños de cuerdas y distintas formas de redes conforman un marco escenográfico variado y a la vez muy coherente. Luego, el ovillo en sus mil formas permite desde esferas enormes que son la base de muchos de los números, hasta pelotas pequeñas que, enigmáticamente, se mueven por el escenario. La belleza visual de la escenografía, dominada por un blanco tiza, es uno de los elementos que caracterizan este tipo de espectáculos, que se inscriben en el llamado "nuevo circo", en general de una estética mucho más cuidada y sobre todo más sutil que muchos circos a la antigua.

El cuidado del montaje se continúa en las luces y el sonido, alternando música en vivo con todo tipo de elementos sonoros. En ese marco se mueve un puñado de artistas de mucho oficio en el terreno circense. Las pruebas que reúne este espectáculo tienen distintos grados de complejidad, yendo como siempre se ha hecho, desde las más sencillas a las más complejas. Sin embargo, incluso las más simples quedan muchas veces enmarcadas en escenas y juegos de sentido valiosos, que multiplican el interés.

Cuerda floja, acrobacia, escalamiento, equilibrismo, son escenificados en medio de un rico marco sonoro, con detalles de humo, luces y efectos que subrayan un clima de rareza. De los números que incluye este espectáculos, algunos de los más aplaudidos recayeron sobre el artista madrileño Alexander Weibel Weibel, quien realiza la proeza de tocar el violín en la cuerda floja, mérito sobresaliente si se tiene en cuenta que un equilibrista se tiene que valer de los brazos como contrapeso para conservar el equilibrio. El público, en la función de estreno, del pasado martes, aplaudió cerradamente ese momento del show, así como otros. Además, el equilibrista es también violinista, y no toca unas notas sueltas: ejecuta una partitura con sus complejidades, y en armonía con la música que suena en la sala. Luego la apuesta se multiplica, tocando violín a la vez que se hace equilibrio en un monociclo sobre la cuerda floja.

El público también se sumó con entusiasmo a los juegos de acrobacia sobre grandes esferas, así como a la construcción que se va haciendo de un tejido en escena. O todo el juego físico con un gran aro metálico. Pero más allá de los números (muy buenos, que hablan del profesionalismo del equipo), el espectáculo ofrece otro elemento distintivo: su teatralidad. Pequeños muñecos de trapo, o escenas de corte truculento, salen al encuentro en medio de las distintas piruetas, creando un clima de extrañeza, de tensiones, por momentos muy onírico.

Por ejemplo, el momento en que con un cuchillo se ataca a una gran bolsa de tela. En ese sentido, Cirkus Cirkör ofrece un espectáculo circense que se ubica lejos del clima festivo que suele tener el género, brindando momentos cargados de más tensión, que se remarcan con pasajes líricos. Es en ese aspecto un circo para niños más bien grandes. También por el manejo del tiempo escénico, que por momentos toma un ritmo más lento.

El nuevo circo está en auge en todo el mundo, y ya son varios los ejemplos que, afortunadamente, han llegado hasta Montevideo. El público se sumó con mucho entusiasmo, y es lógico, porque actualmente hay todo un interés por los espectáculos de destreza física, que convocan espectadores de distintos mundos: de la danza, del teatro y de los llamados deportes extremos. Por suerte, el nuevo circo está en auge y promete ir a más y seguir creciendo.

Knitting Peace [****]

Compañía: Cirkus Cirkör. Artistas: Aino Ihanainen, Alexander Weibel Weibel, Tiziana Prota, Mikael Kristiansen, Nathalie Bertholio. Lugar: Auditorio Nacional Adela Reta, Andes y Mercedes. Funciones: hoy, mañana y el domingo, a las 20:30. Entradas: de $ 1100 a $ 250.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Artistas de diversas nacionalidades conforman el espectáculo.

Circo

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad