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"Soy una trabajadora de todos los días"

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Cristina Fernández. Foto: Darwin Borrelli.
Archivo El Pais

Además de conformar junto a su pareja Washington Carrasco uno de los dúos más destacados de la música uruguaya, la cantante se ha convertido en la máxima representante de la cultura gallega.

Eso festejará el miércoles en la sala mayor del Teatro Solís: a las 20.30 presentará un espectáculo llamado Legado, en el que repasará cántigas gallegas y fados portugueses que son fundamentales en su repertorio. Antes de ese concierto, Cristina Fernández conversó con El País sobre su cercanía con la identidad gallega, su abordaje de la música, la cultura y el legado propio que cree poder dejar con su trabajo.

—El espectáculo que va a dar el miércoles en el Solís se llama Legado. ¿Por qué?

—Porque "legado" es herencia, es todo lo que yo he recibido de mis abuelos y mis padres, que es mucho. Yo siempre lo resumo como nación: una tierra, un pueblo y una lengua, un idioma. Es todo lo que he recibido, y dentro de la cultura de los poetas y la canción popular también recibí la música. Eso es lo que traté, en todos estos años, de plasmar.

—¿Y su legado artístico cuál cree que es?

—Yo soy una trabajadora de todos los días, con Washington siempre estamos buscando e investigando y nos gusta hacer las cosas mejor. Es lo que doy, trabajo y trabajo. Y no pienso que sea un legado, pero sí trato de que a través de la música se llegue al conocimiento de la literatura gallega y la canción popular, para poder desterrar al estereotipo que siempre se hace sobre el ser gallego.

—¿Cómo hace la selección de un repertorio?

—Es amplio porque abarca desde los alalá, que es el canto primario, el canto de ordeñe cuando el hombre está en sus tareas de campo; hasta poetas exquisitos como Ramón Del Valle Inclán, Rosalía De Castro, Emilio Ferreiro. Y siempre me gusta incluir joyas del repertorio universal que tendrían que estar traducidas a todos los idiomas. Hago "Yo vengo a ofrecer mi corazón", que fue con la primera traducida que me presenté en Galicia. Para este espectáculo también incorporé fados.

—¿Al fado cuándo llegó?

—Desde muy chica lo vengo escuchando y me viene gustando. Pasa que me animé hace unos 10 años. Yo tengo seis discos editados en idioma gallego y ahí comencé a incluir uno o dos fados, pero esta vez están más presentes.

—¿Y a la música popular?

—Siempre me gustó. Estuve en varios grupos hasta que conocí a Washington y conformamos el dúo en 1976. Este año estamos cumpliendo 40 y los vamos a festejar en noviembre.

—¿Hay alguna clave para estar 40 años juntos?

—No sé, no la conozco (se ríe).

—¿Disfrutó participar del homenaje a Alfredo Zitarrosa?

—Fue maravilloso. Me tocó cantar "Para Manolo", que canto siempre, pero también estar al lado de una de las mejores voces que es Christian Cary, y esa experiencia me enriqueció. Tenía miedo porque era un blues rockero que no estaba dentro de mi palo (se refiere a la versión de "Adagio a mi país"), pero creo que con trabajo y ganas se sacan las cosas.

—¿Seis discos en gallego le parece poco o es suficiente?

—Para mí es un orgullo, junto con la carrera con el dúo. Cantar en otro idioma en tu país no es fácil, y esos discos han tenido una repercusión muy buena acá, y dos han sido editados en Galicia.

—¿El público uruguayo que la sigue es de descendencia gallega generalmente?

—Hay de todo. Hay gallego, por supuesto, pero hay mucho público que sigue al dúo y que le gustan los fados y demás. Yo escucho el fado desde muy chica porque mi padre fue actor de teatro y radioteatro, y era un motor cultural en mi casa. Nos traía discos a mí y a mis hermanos desde ópera a tango, y dentro de ese espectro había fados. Estaba Amalia Rodríguez, la mayor fadista de Portugal, y la escucho desde que era una adolescente.

—¿El idioma cuándo lo empezó a manejar fluidamente?

—Mis cuatro abuelos eran de la provincia de Lugo, o sea que no tengo otra sangre. Aprendí a hablar en gallego jugando, sin darme cuenta, porque en una casa gallega se canta mucho y algunas de las que canto hoy las conozco desde niña. Cuando comencé este camino largo, que ya van 40 años junto con el dúo, empecé a cantar canciones gallegas, y en la época de la dictadura fue maravilloso porque muchas cosas que no podíamos decir, lo decía en gallego y pasaba. Fue también un compromiso, es un compromiso hasta el día de hoy esta herencia que he recibido. Siempre que me subo al escenario como solista es un compromiso.

—La cultura gallega tiene lazos muy fuertes, que trascienden generaciones y países.

—Sí, pero depende mucho de tu casa, donde se va formando una especie de red que va uniendo estas costas con aquellas también afectivamente. Yo, como tuve la suerte de conocer a tres de mis abuelos, eso me sirvió muchísimo.

—¿Y qué es ser gallego?

—Son seres muy trabajadores, mis abuelas muy buenas cocineras (se ríe), y con una afectividad muy grande. Además esa forma de hablar siempre en diminutivo, porque mi abuela iba a cocinar y decía: "voy a poner una cebollita, un ajito". Todo era chiquito, morriñoso como se dice.

—¿Las canciones gallegas, en general, de qué hablan?

—Hay canciones más paisajísticas, otras más aguerridas, hablan de la historia. Las populares que canto son más bien con un doble sentido, el gallego es muy de eso: está diciendo una cosa pero quiere decir otra, tiene picardía.

—¿Cuáles están más presentes en su propio repertorio?

—Más bien me gustan las aguerridas, las que hablan de un trozo de historia.

—Y tanto el canto gallego como el fado tienen una exigencia interpretativa alta.

—Sí. A mí me gusta eso, tener esa fuerza y transmitirla. Ojalá que la gente la reciba así. Creo que sí porque van varios años que estoy en esto (se ríe).

—¿En Galicia cómo ha sido recibido su trabajo?

—Siempre he tenido unas respuestas maravillosas, incluso me propusieron quedarme para cantar en una orquesta. Pero el paisito tira, y tiran los afectos que tengo acá. Para mí es un orgullo porque ir a cantar en gallego a Galicia es como llevar arena al desierto.

—Hace poco alguien me decía que un uruguayo que habla inglés, habla inglés uruguayo.

—No. Mi padre siempre me decía: "mirá Cristina, si vas a cantar en gallego cantalo para que la gente diga: esta mujer es gallega, no para que digan: para ser uruguaya está bien".

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Cristina Fernández. Foto: Darwin Borrelli.

CRISTINA FERNÁNDEZ

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