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Sangre caliente que va del candombe a la mejor psicodelia

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Los hermanos Solana, Martín y Fermín, son los pilares de la banda. Foto: Gabriel Rodríguez.
Nota a Martin Solana y Fermin Solana, integrantes de Hablan por la Espalda, banda uruguaya de rock, en el Esp. de Arte Contemporaneo, Mvdeo., ND 20150421, foto Gabriel Rodriguez - Archivo El Pais D:\Users\dborrelli\Desktop\678876.JPG
Archivo El Pais

Es difícil escuchar Sangre, el último disco de Hablan por la Espalda, sin repetir interna o externamente una y otra vez: qué bien que está esto. También es difícil no mover los hombros, las piernas, la cabeza, según lo sugiera la música.

No hay forma de no concebirlo como el mejor álbum que la banda de los hermanos Solana ha editado en sus casi 20 años de carrera. Son ocho canciones que funcionan como una sola (tiene esa esencia de conceptual tan poco trabajada en Uruguay) y que forman una aplanadora que mete miedo.

La batería híper cuadrada de Carlos Priario irrumpe en los primeros segundos de "Himno del incendio" y así arranca el temporal. Será su instrumento un protagonista fundamental en todas las canciones, definiendo el espíritu de cada momento que se plantea.

Ese espíritu tiene mucho que ver con la rabia, con la visceralidad, con la necesidad de descargarse. Se siente desde la música y desde las letras, se percibe en cada rincón del disco y ya lo anuncia bastante bien el nombre Sangre desde el inicio.

Comparando, es un álbum menos oscuro que Macumba, aunque eso no implique luminosidad. Las guitarras se acercan al sonido del punk romántico de The Smiths y ese es un adorno interesante en el disco más psicodélico de HPLE.

"Cabeza de moto", cuyo videoclip está nominado para los Premios Graffiti 2015, es una porción interesante de Sangre si la idea es desmenuzarlo. Un tema cargadísimo de swing con versos profundos y metafóricos, con la presencia sutil del candombe y un bajo, el de Victor Borrás, que se impone sobre el resto de la instrumentación.

Hablan por la Espalda ha mutado en su breve pero contundente discografía, y esa famosa frase acuñada por Óscar Tabárez de que "el camino es la recompensa", les calza como anillo al dedo. Tras incursionar en distintos terrenos, en este presente son la mejor versión moderna y pesada de Totem, con más distorsión y más bombo (y menos voz; no hay intención de comparar a Fermín Solana con Ruben Rada).

Hemos pasado por el candombe, la psicodelia, el swing, el punk, The Smiths y Tótem, y se podrían mencionar tantas otras cosas, desde Pink Floyd a The Beatles, desprendiéndose de este álbum. Lo sorprendente es que todo eso funciona en conjunto, un perfecto ensamble en el que queda claro cuál es el presente de Hablan por la Espalda: el mejor que podrían esperar.

Sangre es un álbum que merece un lugar de privilegio en la discografía nacional. Cada cosa está en su sitio, y si a usted lector le gusta el rock, no puede hacer más que escuchar cada segundo de este disco, terminarlo y volver a darle play.

HABLAN POR LA ESPALDA

Nombre: Sangre Sello: Independiente

Año: 2015

Disponible: En formato digital a través de Bandcamp o Nuevos Discos

Duración: 42 minutos

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Los hermanos Solana, Martín y Fermín, son los pilares de la banda. Foto: Gabriel Rodríguez.

Hablan por la Espalda en su gran momento

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