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Rockero uruguayo suelto en China

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Martin Rivero

Muchos —sobre todo los periodistas musicales—, recuerdan a Astroboy como una de las mejores bandas de principios de los 2000. Tocaron en el Pilsen Rock, tuvieron hits como "Mi Reserva" y sacaron cuatro discos en total.

Con una estética brit y canciones en inglés debieron enfrentarse a un montón de críticas, nacidas de su presunta falta de "uruguayez". En 2003, cuando surgió la banda, Uruguay no era tan abierto a grupos en inglés y cierta actitud pedante.

Esas críticas le generaron a los miembros de Astroboy una actitud "medio contestataria", dice desde Shanghai Martín Rivero, el exvocalista de la banda.

Sin embargo, hoy su talento es menos discutido y, ciertamente, fueron una especie de pioneros de la relativa apertura del rock uruguayo actual. Todos los de la banda encararon proyectos distintos desde la separación. Rivero fue uno de ellos.

"Cuando empecé era joven, tenía mucha energía y pensaba que las cosas se daban muy fácilmente", dice a El País desde su casa en China. "En cierta medida se dieron muy rápidamente. Pero todas la cosas que hacíamos con Astroboy no daban para que viviéramos de eso: apenas podíamos sustentar la banda. Fue dificilísimo, incluso por eso dejamos de tocar juntos, porque cada uno tenía que laburar, vivir, pagar las cuentas. Estaba muy bueno todo pero no nos daba, la verdad es esa".

—¿Creés que hoy tendrían más éxito?

—No sé, no creo en los supuestos, son una trampa. Yo creo que el "éxito" o lo que sea que haya tenido Astroboy sucedió por la coyuntura del momento. Porque al no ser tan aceptado llamó la atención de cierto grupo de personas. Además nosotros estábamos muy enfocados a tener éxito afuera de Uruguay y eso nos desgastó un poco. Después de Astroboy hice un disco solista y abandoné un poco la música. Dejé también de enfocarme en tener éxito. Si no se estaba dando el poder vivir de la música, ok hay que trabajar de otras cosas y arte cuando se puede", sostiene.

La relación entre ellos era buena. El año pasado, incluso, se volvió a juntar con Javier Vaz Martins, el bajista, para hacer música. Junto con Emilio Acosta (The Lucky Winners) y Pablo Vellozo (Orange) formaron Atlas, no como una banda estable, sino como un grupo de amigos que se juntan a hacer canciones. "Pude hacer cosas que tenía ganas de hacer, que en Campo no tenían entrada. Lo hicimos más bien por diversión y después nos dimos cuenta de que estaban buenas".

Pero antes estuvo Estas cosas no son mías, su disco solista que mostraba una cara más melancólica, más invernal. Sus canciones son más acústicas y minimalistas de lo que se le conocía con Astroboy.

Pero a partir de ahí se volcó más al audiovisual porque había estudiado eso y era de lo que había más trabajo inmediato. Así se reunió con antiguos compañeros: Matías Paparamborda, Agustín Ferrando (autor del éxito de Youtube Tiranos Temblad) y Juan Ignacio Fernández. En el mundo del cine y los videos conoció a Juan Campodónico y al resto de Bajofondo.

Y se fue a Nueva York, totalmente alejado de la música y sin muchos planes. Llevaba poco tiempo ahí cuando recibió una llamada de Campodónico.

"Me llamó por unas canciones que habíamos empezado hacía unos años. Me dijo: Volvé a Uruguay que nos ponemos las pilas con esto. Está también Pablo Bonilla y Vero Loza. Ahí volví casi para hacer el primer disco de Campo. Si no me hubiera llamado no sé si hubiera seguido con la música. Fue un rescate musical", recuerda.

Martín Rivero estaba, así, de vuelta en Montevideo. Sin embargo, no duró mucho. Su esposa tuvo una oferta de trabajo en China y decidieron irse. Ganó una beca para estudiar un año el idioma y ahora está establecido allá. Sigue siendo parte de Campo, aunque haya sustituido los ensayos presenciales por idas y vueltas de mails.

"Estar afuera de Uruguay no me resulta raro, al revés, a veces me siento más cómodo estando en otro país. No es un comentario en contra de nadie. Me gusta mucho viajar y conocer. Montevideo tiende a sofocarme, los circuitos se vician un poco", cuenta.

Estando en China encontró una renovada inspiración. Los paisajes, la gente, las luces, el idioma, la cultura. Eso lo llevó a componer nuevas canciones que, algún día, conformarán su segundo álbum solista.

"Estar acá me hace ver las cosas desde otra perspectiva, me hace aprender. Aprendí chino desde cero. Sí es chocante. Hay muchas cosas que las hacen de una forma que nosotros nunca pensaríamos en hacerlas. El tránsito particularmente es impresionante. Parece que van a chocar en cualquier momento".

Esa aventura en China está bien documentada. En su cuenta de Instagram sube fotos de paisajes imposibles, edificios y retratos de las personas con las que se encuentra.

Estando allí algo que lo impresionó fue el uso del celular por parte de los chinos. "Es permanente y casi obsesivo. Van caminando por la calle mirando el celular, manejando el auto y mirando el celular", cuenta.

Eso lo trasladó a su trabajo. Filmó el videoclip "36" de Samantha Navarro, su hermana, enteramente con un Iphone en unas pocas horas, en su última visita a Uruguay. Y es uno de los trabajos de los que está más orgulloso.

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Martín Rivero, ex Astroboy y actual Campo charló con El País desde su casa en ShanghaiAlejandra Pintos

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