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Juanse: "El éxito no genera motivación"

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El 7 de noviembre de 1992 los Ratones Paranoicos compartieron escenario con Keith Richards en el estadio de Vélez Sarsfield. Ese día Juanse fue a buscar a Pappo para que acompañara a su banda.

Cuando llegó, el líder del intermitente e insigne grupo Riff estaba arreglando un auto. "Tenés que cambiarte, vamos a probar sonido: hoy tocamos con Keith Richards", le dijo Juanse. "Cuando terminé de hablar ya no estaba, apareció cambiado un rato después", recuerda el exlíder de los Ratones Paranoicos en conversación con El País, presentando su flamante Pappo x Juanse, un disco donde versiona a su amigo y colega y deja constancia, en 14 canciones, de la ruta musical que los unió durante décadas. Esa noche en Vélez fue especial. "El 60% de las personas habían ido a vernos a nosotros. Richards era un miembro de los Stones pero no eran los Stones, nunca había tocado solo en un estadio él solo; no se animaba a salir al escenario".

La anécdota da cuenta de la estrecha y multifacética relación entre Juanse y Pappo. Para éste último, Juanse fue clave en el camino a la redención y el reconocimiento definitivo tras años de desencanto con el público; para Juanse, en tanto, Pappo significa hablar de sus raíces musicales.

El primer encuentro fue en la casa de Berugo Carámbula, cuyo hijo, Gabriel, músico amigo de Juanse, colabora de hecho en Pappo x Juanse, junto a Andrés Calamaro y otro uruguayo, Christian Cary, de La Triple Nelson, guitarrista en la potente Sucio y desprolijo. "Me parece una banda increíble", dice Juanse. "A los uruguayos si tocan mal la viola hay que echarlos del país, porque casi todos tocan muy bien".

En la casa de los Carámbula deambulaban músicos y actores. "Berugo conocía a Pappo y como Gabriel era fanático le insistió para que lo llamara. Ahí empezó una relación muy de hombre-mayor-niños. Si bien ya habíamos tenido nuestras primeras experiencias, a los 12 años en esa época eras un nene. Íbamos a la casa a visitarlo y nos quedábamos hablando de música. Después a las ocho de la noche venía el manager y él se convertía en el personaje y decía ya está, me tengo que ir. Se transformó en un referente para los que nos gustaba el rock and roll puro, el de los Stones, los Faces, Clapton. Ahí fue donde empezó a aflorar dentro nuestro una actitud más musical".

La relación fue creciendo hasta llegar a la sociedad musical, plasmada, por ejemplo, en el disco Pappos Blues Volumen 8 (1995), donde Juanse es productor, y también en la Juanse Pappo Roll Band. De Volumen 8 salió la mítica versión en español de Ruta 66. "Habría que poner en los pubs un cartel que diga que está prohibido tocarla, porque la tocan todas las bandas".

—Encontraron una buena química para trabajar...

—Como invitado Pappo salía y te robaba el show. La gente no quería que se fuera y él tampoco se quería ir. Después cambiaba mucho cuando él era el que armaba la convocatoria. Yo, aunque estaba en un estado de enajenación, pude darme cuenta más o menos de qué era lo que tenía que hacer él. La solución vino por el lado de un disco que se llamó Blues local.

Muchos tal vez recuerden a Pappo por Mi vieja, canción compuesta por Sebastián Borensztein e incluida en aquel disco. "Es un tema que él detestaba. Hubo que convencerlo", asegura Juanse. "Yo le dije: Carpo, el tema es un buen tema, a vos no te gusta, pero a la gente le va a producir una sensación muy buena que le cantes a tu vieja, sos un tipo de barrio".

Solista.

La imagen de Juanse está fuertemente ligada a la de los Ratones Paranoicos, banda que lideró desde 1986 hasta 2011, dejando una gran cantidad de hits y canciones clásicas del rock rioplatense de raíz stone.

—¿Qué te llevó a dejar la banda y empezar como solista?

—Hay reglas con respecto a determinadas cosas: al tipo que se embriaga después de los 40 años algo le va a pasar, al que no le pasa nada es porque no hace nada. La droga es lo mismo. Actúa de diferentes formas de acuerdo a cada persona. Hay tipos que nacieron y se van a morir y no les va a pasar nada, como a mi tía Puma. Toda la familia durante 82 años diciéndole Puma, cuidate, no fumes más. Mi tía me dice: todas mis amigas que no fumaban se murieron, a mí el cigarrillo me hizo bien. Concordemos en que no es un plan copado de vida armar todo alrededor de esa situación. A veces vos no podés cambiar tu atmósfera porque no hay ganas de cambiar y porque vos no sos nadie para ordenarle a los demás que cambien. No hablo solamente del tema químico; hablo de la actitud. A mí me pasó algo muy especial y tuve una conversión muy importante, espiritual, religiosa, que no me impide hacer rock and roll, pero sin dejar de dar testimonio de lo que generó en mi entrar en un diálogo virtual con Dios.

—¿De dónde surgió ese cambio?

—Fue un cambio repentino y total. Empezás a abandonar tu voluntad por completo y ese abandono te quita la vanidad, que es el grave problema que estamos viviendo. La envidia y la vanidad es un cóctel siniestro para combatir la paz. El éxito en sí mismo no genera ninguna motivación. A mí al menos no me genera nada ser exitoso. ¿Exitoso, en qué sentido? ¿Alguien vio alguna vez un camión de mudanzas ir detrás de un cortejo fúnebre? Nunca lo vas a ver porque nadie se lleva nada. En ese camino aparecen figuras como la Virgen o Jesucristo. Cada uno encuentra su disciplina de acuerdo a lo que piensa. Yo la encontré a través de la música. Si estás en un bar hablando de lo que hiciste la noche anterior con una mina, ¿por qué no podés hablar de lo que te pasa con Dios? El hombre está inhibido. El mundo del consumo logró que te miren y se rían. El consumo se devoró el alma de las personas. Los mayores conversos que hubo en el mundo del espectáculo vienen del rock and roll: Little Richard, Bob Dylan, Tom Jones.

JUANSE EN SUS DISCOS

En su trayecto con Ratones Paranoicos, Juanse editó unos 25 discos, mientras que como solista ha editado seis álbumes.

Los chicos quieren rock -1988-

De aquel segundo álbum de los Ratones Paranoicos se desprendieron varios de sus temas más conocidos, entre ellos Carolina, Sucio gas y Enlace. De estos, varios se mantuvieron como piezas fijas en el repertorio posterior de la banda en sus shows en vivo.

Furtivos -1989-

También de la primera y fermental etapa de la banda (ese año salió además el disco recopilatorio Enlace), Furtivos contiene esa canción en la que cualquiera piensa al hablar de Ratones Paranoicos: El rock del gato. Otra destacada: Caballos de noche.

Girando -2004-

A once años de su lanzamiento, Girando es probablemente el último gran disco de Ratones Paranoicos, encabezado por aquel gran hit de estadios que fue Sigue girando, que copó las radios durante varios meses y demostró que la banda seguía más que vigente.

Rock es amor igual - 2013-

En su incursión solista post-Ratones, Juanse sorprendió por su destreza para las baladas y su canto de tintes religiosos. Y sorprendió para bien. Producido por el ganador del Grammy Pichón Dal Pont, el disco es una variante sin salir del rock.

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