Nuestros corazones están rotos. Las ondas de shock de luto y negación aún corren por nuestra familia mientras nos enfrentamos a lo que ha pasado.

Tocaste tantas vidas, tal vez más de las que te diste cuenta. En los últimos días hemos visto grandes muestras de amor y apoyo, ambas públicas y en privado, de alrededor del mundo. Talinda y la familia lo aprecian, y quieren que el mundo sepa que fuiste el mejor esposo, hijo y padre; la familia nunca estará completa sin ti.

Hablando contigo del año que se nos avecinaba juntos, tu emoción era contagiosa. Tu ausencia deja un vacío en el mundo que nunca se podrá llenar; un bullicioso, gracioso, ambicioso, creativo, bondadoso, una voz generosa en la habitación hace falta. Estamos tratando de recordarnos a nosotros mismos que los demonios que te llevaron de nosotros siempre eran parte del trato. Después de todo, fue la manera cómo cantabas de esos demonios los que hicieron a todos enamorarse de ti en primer lugar. Sin miedo los exhibiste, y al hacerlo, nos uniste y enseñaste a ser más humanos. Tenías el corazón más grande y lo llevabas a flor de piel.

Nuestro amor por hacer y presentar música es inextinguible. Mientras no sabemos qué camino tendrá nuestro futuro, sabemos que cada una de nuestras vidas fue mejorada por ti. Gracias por ese regalo. Te amamos y extrañamos mucho.

Hasta que nos veamos de nuevo.