Presentó su nueva película, Silencio, un proyecto personal.

El cineasta Martin Scorsese proclamó en Tokio su admiración por los "kakure kirishitan", los cristianos ocultos japoneses torturados por las autoridades niponas en el siglo XVII, un capítulo de la historia que recoge en su nueva película.

"Siento una gran admiración por su coraje y su convicción", dijo l director estadounidense durante la presentación de Silencio en Japón. En Uruguay el estreno está previsto para el 9 de febrero.

Scorsese admitió que presentar la película en el país asiático "es como un sueño hecho realidad" tras una "peregrinación" personal que duró casi 30 años.

"Fue un largo proceso, sobre todo, porque la primera vez que leí el libro sentí que quería hacer la película, pero no sabía cómo. Tenía mucho que ver con mis propias inclinaciones religiosas y mis dudas", confesó Scorsese, quien catalogó a Silencio como el resultado de un "largo proceso de aprendizaje de ensayo y error".

Las películas de Scorsese han estado teñidas por su educación católica. Eso fue bien explíctio en La última tentación de Cristo o se hace notar en la imaginería de sus películas (y su habitual uso del símbolo de la cruz, por ejemplo) o en la culpabilidad que suele acosar a algunos de sus protagonistas.

Silencio, basado en la novela homónima de Shusaku Endo publicada en 1966, narra la desesperación de los misioneros jesuitas portugueses en el siglo XVII al toparse con el silencio de su Dios frente a las torturas infligidas por las autoridades japonesas a los cristianos. Está interpretada por Andrew Garfield, Adam Driver y Liam Neeson.

Aunque llegó a haber unos 400.000 creyentes, "actualmente sólo quedan algunos centenares", explicó durante el evento Shigenori Murakami, de 66 años, descendiente de aquellos martirizados que prosperaron sobre todo en la isla de Kyushu, con Nagasaki como centro de la Iglesia. EFE

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