Publicidad

Dos mundos chocan

Compartir esta noticia
Home: no hay lugar como el hogar

La premisa es sencilla: una raza de alienígenas —perseguida por otra— aterriza en nuestro planeta, junta a toda la humanidad y la traslada a Australia, donde las personas se amontonan como si ese continente fuera la densamente poblada Holanda.

Así descrita, la película parece una historia de ciencia ficción distópica. No lo es. Basada en un libro infantil, la película narra las aventuras del alienígena Oh y la humana Tip —uno de los escasos personajes de animación negro—, que recorren el mundo en un auto volador.

Ella quiere encontrar a su madre. Él, quiere enmendar un error. Los dos son perseguidos —por distintas razones— por las fuerzas de seguridad de los nuevos ocupantes del planeta. Cualquiera puede imaginar cómo termina y Home no se aparta de los tópicos más comunes de las películas de animación para niños.

Todos los chistes, sorpresas y golpes de efecto a las emociones están ahí, puestos en el lugar que las convenciones indican, y el nivel de realización es óptimo. Entre todos esos convencionalismos, la película es una celebración —luego de haber superado muchos obstáculos— del terruño, aún en esos casos en el cual éste sea de reciente adopción. Y aunque —como dicen varios de los personajes de la película—, haya que "correr hacia el peligro" en el afán de regresar a casa.

Home [ ***

Guión: Tom J. Astle, Matt Ember sobre novela de Ada Rex Dirección: Tim Johnson.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
Home: no hay lugar como el hogar

CríticaFABIÁN MURO

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

cineFabián Muro

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad